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Europa

23 de marzo del 2004

La derrota de la política belicista norteamericana en España puede ser considerada como una victoria del movimiento por otra globalización

Emir Sader
Carta Maior

Traducción para Rebelión de Diego Ameixeiras

Los españoles castigaron la mentira y la manipulación y, en un giro de la opinión pública inédito en España, derrotaron al PP de José María Aznar y recolocaron a los socialistas en el gobierno, al atribuirles una significativa mayoría, aunque no absoluta. Si hasta el jueves 11 de marzo el PP disponía de una ventaja de entre el 5 y el 7% según las encuestas electorales, y Aznar se preparaba para retirarse victorioso de la vida política, entregando su puesto a un oscuro, pero efectivo e incondicional asesor, todo cambió desde que los atentados fueron inmediata e insensatamente atribuidos a ETA, contra toda y cualquier evidencia y contra los medios internacionales. Con eso, Aznar y su gobierno pretendían encarnar la "unidad nacional contra el terrorismo", consolidando su ventaja electoral y capitalizando el clima de dolor y de sufrimiento causado por los atentados.

El "timing" del tiempo transcurrido entre los atentados y las elecciones fue casi perfecto para la maniobra de Aznar. Los partidos suspendieron sus campañas electorales un día antes, pero el ex-primer ministro siguió sus discursos con tonos claramente electorales, insistindo que el responsable había sido ETA, consciente de que, si triunfase la versión - cada vez más evidente, a partir de la tarde del viernes y del sábado por la mañana- de que eran grupos islámicos y que así los españoles pagaban el precio de la posición aventurera de Aznar de apoyar a Bush en la guerra y en la ocupación de Irak, la situación saldría de su control.

El PP fue expulsado del poder por los españoles, no por méritos de un PSOE debilitado desde que dejó el gobierno, ejercido por Felipe González, en medio de denuncias por corrupción y violencia paramilitar contra ETA, así como dejando el país estancado y con la mayor tasa de desempleo de su historia. La victoria cayó en el regazo del PSOE y del hasta el momento poco carismático candidato José Luis Zapatero, como resultado del rechazo hacia el PP de Aznar.

Izquierda Unida fue víctima del voto útil, no confirmó la previsión de que recuperaría una parte de lo que había perdido en las elecciones de hace cuatro años. Pero el clima para las manifestaciones del próximo día 20 debe retomar el de las manifestaciones de hace un año, las mayores que conoció España. El pueblo español, independientemente de lo que resulte del nuevo gobierno del PSOE, tomará la victoria como suya, de su capacidad de mobilización y de desenmascaramiento de Aznar y del PP. El nuevo presidente del gobierno ya anunció que mantendrá la lucha contra el terrorismo como prioridad, pero el PSOE se opone al apoyo de España a los EEUU en la guerra y ocupación de Irak, lo que debe modificar la política externa española. El anuncio, prácticamente el primero de su gobierno, de que España va a retirar sus tropas de Irak, representa un giro importante y una derrota grave para Bush, tanto en su política de guerra actual, como en su campaña para la reelección.

El giro a la derecha en Europa, consolidado hace pocas semanas con la derrota de los socialistas en Grecia, puede sufrir una inflexión a partir de aquí, pero dependerá más de los problemas de los gobiernos de la derecha -como las denuncias de corrupción en Francia e Italia, así como problemas similares a los sufridos por Aznar, en Gran Bretaña- que de las fuerzas de la oposición, hasta el momento poco vigorosa para derrotar esos gobiernos conservadores. Es el movimiento por otra globalización el que se puede fortalecer en ese espacio vacío, y la derrota de la política belicista norteamericana en España puede ser considerada como una victoria de ese movimiento.

La retirada de las tropas españolas puede ser considerada como una victoria de ese movimiento, que puede celebrarla y avanzar hacia nuevos objetivos en las manifestaciones de esta semana, en España, en el resto de Europa y en otros lugares del mundo.

* Emir Sader, profesor de la Universidad de São Paulo (USP) y de la Universidad del Estado de Rio de Janeiro (Uerj), es coordinador del Laboratorio de Políticas Públicas de la Uerj y autor, entre otros, de "La venganza de la Historia".