"Es evidente que la defensa realista de los intereses españoles y de las buenas relaciones con Venezuela debe ir acompañada por parte de España de una seria apelación al respeto de las libertades y a la división de poderes.
El asesinato del fiscal Danilo Anderson, que investigaba a los implicados en el efímero golpe de Estado contra Chávez, indica el peligro para Venezuela de caer en una espiral de violencia.. Es necesario que el presidente, recientemente confirmado en un referéndum que la oposición planteó para su revocación, trabaje de verdad para la reconciliación nacional, y no se afane en la persecución de los que no están de acuerdo con él.".
"Los dos Chávez". Editorial de El País del día 23 de noviembre
El País lo dice con claridad meridiana.
A Danilo Anderson lo mató la falta de respeto de Chávez a las libertades y a la división de poderes. Lo mató su complicidad con el presidente de Venezuela.
Danilo, fiscal de la República Bolivariana de Venezuela, compinche de Hugo Chávez, representaba en sus actuaciones como fiscal esa falta de respeto a las sagradas normas de la democracia imperial, la "democracia Washington consensus", para las que oficia El País como sumo sacerdote local.
La denuncia a Chávez abre camino a la justificación, indirecta pero muy clara, del asesinato de Danilo y de todos los asesinatos que están por venir. Danilo colaboraba en la persecución "de los que no están de acuerdo" con el proceso bolivariano. Estaba investigando las implicaciones más directas en el golpe de estado del 11 de abril y en los asesinatos que le sirvieron como coartada.
Golpe de estado de características fascistas y asesinatos. Formas democráticas –según Falsimedia- de expresar el desacuerdo.
El atentado contra la democracia que según El País realiza cotidianamente Chávez tiene que ser tan evidente y tan extremadamente grave como para justificar el primer asesinato de una serie anunciada.
Tan evidente como para deslegitimar a un presidente que ha sido ratificado nueve veces en las urnas. En los últimos tres meses, desde el 15 de agosto, Chávez ha obtenido dos enormes triunfos electorales. La enorme mayoría del pueblo venezolano le ha dado un apoyo firme y consciente en unas circunstancias de fuerte movilización social.
Tan extremadamente grave como para que el periódico, que se olvida de condenar el asesinato de Danilo, reclame una "fuerte apelación" del gobierno Zapatero, en realidad una fuerte presión internacional, para evitar los supuestos desmanes contra la Libertad y la Democracia que ocurren en Venezuela.
Pero Falsimedia no se toma la molestia de concretar y demostrar nada: le sobra con enunciarlo. La evidencia es, para Falsimedia, palabra de Dios.
El de El País es el mismo modelo de desinformación, legitimador de golpes de estado, intervenciones armadas, invasiones y destrucción de países, que se ha empleado y se continúa empleando contra Cuba, contra Iraq, y también contra la Venezuela bolivariana. El País inicia un nuevo ciclo de deslegitimación de Chávez y se hace cómplice de la nueva fase de guerra sucia que comienza con el asesinato de Danilo.
El sublime modelo de democracia imperial que defiende El País exige la impunidad del golpismo continuo que azota desde hace años a Venezuela. Los golpistas son intocables. Por investigar a los agentes del golpe que pudo conducir a Venezuela a una enorme represión sangrienta fue asesinado Danilo.
El asesinato de Danilo es para El País un hecho casi natural, que se menciona de refilón, que se inscribe sin más en el ambiente de violencia que, por principio de la metodología manipulativa, se coloca en la cuenta del presidente Chávez.
Cabe esperar más asesinatos en esa "espiral de violencia". Lo advierte El País. Cabe esperarlos si alguien en Venezuela se atreve a hacer justicia. Ahora también con el asesinato de Danilo.
Ninguno de esos asesinatos, por más significativos que sean, por más antecedentes que los alumbren, será significativo para Falsimedia. Ninguno responderá a ningún plan de desestabilización. Todos los asesinatos serán silenciados, o mencionados en conjunto para hablar de un país ingobernable o de otro terrible vacío de poder. El mismo que justificó el golpe de abril.
Las conclusiones de El País son realmente escandalosas. En realidad responden objetivamente a la presumible intención de los asesinos de Danilo. El editorial de El País no puede interpretarse más que como una advertencia. La misma advertencia que movió la mano criminal que mató a Danilo:
Venezuela caerá en una espiral de violencia si Chávez no ajusta su política a los deseos de la oligarquía venezolana y del Imperio.
El País, curiosamente amparado por la algarabía que causó en los medios la evidente pero parcial acusación de Moratinos, de que el gobierno de Aznar había apoyado el golpe de estado en Venezuela, hace de nuevo la apología del golpe de estado.
El País no opina, sigue un procedimiento.