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Europa

2 de enero del 2004

Entrevista a Egon Krenz, último dirigente de la RDA
Continúo siendo comunista

Viacheslav Titiokin
Sovietskaya Rossia
Traducido para Rebelión por Josafat Sánchez Comín

Hace poco en Alemania tuvo lugar un acontecimiento relevante. Después de cuatro años de reclusión en la cárcel berlinesa de Pletsensee, fue puesto en libertad el que fuera último presidente del Consejo de Estado de la República Democrática Alemana, el camarada Egon Krenz. Fue condenado a seis años y medio por los "crímenes", que mas abajo relataremos.

En Rusia, en un principio la opinión pública estuvo contra las represalias sobre krenz y otros dirigentes de la RDA. En marzo del 2000 la Duma aprobó una declaración, en la que se señalaba que: "La decisión de las instancias judiciales de la RFA, de condenar a penas de prisión a una serie de dirigentes de la RDA, no pueden entenderse, sino como un intento de los poderes de la RFA de llevar a cabo un ajuste de cuentas político, y de presentar a un hasta entonces estado soberano, reconocido por la comunidad internacional, como ilegal, y a sus líderes, con los que mantenían relaciones dirigentes de infinidad de países, como delincuentes."

Contra la persecución de Egon Krenz y sus camaradas se pronunciaron entonces los líderes de los sindicatos rusos, pilotos-cosmonautas, destacados deportistas, campeones olímpicos, científicos e intelectuales. Incluso el ministerio de exteriores ruso, que en casos parecidos acostumbra a hacerse el loco, se vio obligado a declarar que: "La insistencia con que en la Alemania unificada se pretende exigir responsabilidades penales a los cargos políticos de la antigua RDA, persigue como objetivo ajustar cuentas con la RDA, presentando a sus dirigentes como un grupo de criminales."

Pero mejor que nadie, el propio Egon Krenz supo destapar la realidad de lo que estaba pasando, en su intervención final en el juicio. Por cierto que esa intervención dice mucho de las cualidades humanas del antiguo mandatario de la RDA.

"Declaro que en el Politburó yo no era un compañero de viaje. Declaro, que entendía las resoluciones que allí se adoptaban. Nunca me he rebajado ni a mi mismo ni mi papel. Y hoy tampoco me inclinaré, para parecer de menor tamaño, que el que entonces tenía.

No sé como podría haber dicho al guarda fronterizo, que cumplía con su deber de acuerdo con la ley, que yo no estaba al corriente de sus obligaciones. Yo no hubiera podido mirar a los ojos al responsable de las tropas fronterizas, Klaus Dieter Baumgarten, que cumple condena en la cárcel de Berlín, y decirle que su responsabilidad era mayor que la mía propia. No pretendo rehuir de mis responsabilidades con excusas. Solo insisto en tener un juicio justo, lo que hasta ahora me ha sido negado.

Aunque después de 115 sesiones el tribunal no haya podido demostrar que sobre mi conciencia recaiga la muerte de personas, el tribunal ya ha dictado la sentencia conocida. Con el fin de ocultar a la sociedad el carácter político del proceso, el fiscal y el tribunal me han declarado "asesino". Curioso que ninguno de los jueces que me han condenado viviese nunca en la RDA. Cuando fue construido el muro, ellos acababan de nacer. La imagen que tenían de la RDA se basaba en la "guerra fría" y en la imagen del enemigo, creada durante esa guerra. Resulta que tenemos a los inculpados de la RDA y como acusadores y jueces, gente de la RFA. Los testigos que no compartían su visión de la historia y que pudiesen corroborar los hechos históricos, no fueron llamados a participar en el proceso."

¿Qué podría añadir a esto? La conducta de los gobernantes de la RFA en relación a los dirigentes de la RDA, podrían parecer una vulgar venganza. Sin embargo este ensañamiento comporta un significado mucho más profundo. Hoy es bien conocido el profundo descontento de los alemanes del este con las consecuencias derivadas de la reunificación con la RFA. Se hacía imprescindible descabezar a la posible resistencia en la Alemania Oriental contra el modo de anexión de la RDA por parte de la RFA, que trajo consigo el derrumbe de la economía de la Alemania del este, desempleo masivo y colosales problemas sociales. Los poderes de la RFA necesitaban quitarse de en medio a los líderes de la RDA, quienes en las nuevas condiciones hubieran podido encabezar la lucha. Solo así se entiende que se orquestara su persecución judicial.

Pero volvamos con el camarada Egon Krenz. Nuestro corresponsal, fue uno de los primeros periodistas que consiguió localizarle y entrevistarle.

-Camarada Krenz, le felicito por su puesta en libertad. A esta felicitación se suman cientos de miles de lectores de nuestro periódico.

- Muchas gracias. Durante el juicio y después en la cárcel he recibido montones de cartas de la antigua URSS. Esto ha sido un gran apoyo para mí. Especialmente las cartas desde Rusia, donde tengo muchos amigos. Nada más salir de la cárcel, recibí la felicitación de Ziuganov (líder del PCFR. N del T). Transmítanle a él y al resto de camaradas mi más sincero agradecimiento.

Aprovecho la oportunidad para a través de su periódico enviar un agradecimiento especial a E.M. Tiazhelnikov y a otros amigos de la Juventud Comunista (Komsomol). Ellos en especial han sido los que más se han sacrificado apoyándome todos estos años. Me alegro de que la solidaridad entre comunistas no resultase una frase hueca de contenido.

-¿Porqué fue juzgado?

Formalmente, acusaban al gobierno de la RDA de dar órdenes que supusieron la muerte de personas en la frontera entre la RDA y la RFA. No deja de ser una acusación antinatural, pues cualquier estado del mundo defiende su frontera. Pero la cuestión no es esa. Esta no era una simple frontera entre dos países. Era la línea divisoria entre dos sistemas socio-económicos. Y nosotros como integrantes del Pacto de Varsovia estábamos obligados a defender esta frontera.

El proceso contra nosotros no era sino un intento de juzgar a la RDA. Y en tanto en cuanto yo fui el último dirigente de la República Democrática Alemana, era el elegido para el linchamiento.

-¿Continúan en la actualidad las persecuciones políticas en la RFA?

- Si, en gran número. La cantidad total de camaradas nuestros, especialmente de guardas fronterizos, jueces, miembros de los servicios de seguridad, a los que se les ha abierto sumario, se acerca a los cien mil. Próximamente se puede reabrir el proceso contra tres miembros del CC del Partido Socialista Unificado Alemán. El tribunal de Berlín les declaró inocentes. Pero el Tribunal Supremo de la RFA ha exigido reabrir el caso. El ensañamiento continúa.

-¿Cómo ha encontrado el país al salir de la cárcel?

- Lo he encontrado en un estado de aguda lucha social.

-Pero ¿por qué? Al fin y al cabo la RFA representa una de las pequeñas islas de florecimiento en el mundo; un sitio donde aspiran vivir emigrantes de todo el mundo…

-No todo es así de sencillo. Es cierto que en la RFA hay mucha gente muy rica y una gran capa de gente acomodada. Pero afirmar que todo el mundo vive desahogadamente, no se corresponde con la realidad. Especialmente en lo que se refiere a la Alemania Oriental. Par ustedes en Rusia la parte occidental u oriental del país son conceptos estrictamente geográficos. Para nosotros en Alemania pesa mucho el elemento político. Desde el surgimiento de la RDA el la Alemania Occidental intentaron demostrar que en la RFA todo funcionaba bien o muy bien y en la RDA todo era malo o muy malo.

Ahora tenemos a las dos partes de Alemania unidas. ¿Cuál es el resultado? En la parte oriental la gente vive bastante peor que en la occidental. Formalmente hay igualdad. Los precios son los mismos. Pero los sueldos son muy diferentes.

- ¿Cuales son sus planes a corto plazo?

En primer lugar recuperarme de lo vivido. Tendré, como se dice, que orientarme. Todavía no tengo claro mi status jurídico. Al fin y al cabo estoy con la condicional. No se hasta que punto me puedo dedicar a la actividad política.

-¿Ha cambiado en algo la cárcel sus ideas?

- Para nada. Cuando me metieron en la cárcel era comunista. Y he salido de ella siendo comunista.

Esto lo dice Egon Krenz ahora. Pero también lo dijo hace cuatro años, cuando hubiera podido rebajar la condena de haberse "plegado"ante los jueces.

He aquí un nuevo fragmento de su intervención final en el juicio:

"Me quieren presentar públicamente como un incorregible, y me insinúan que debería adaptarme a la forma de ver las cosas de la acusación. A lo que yo respondo: No esperen de mí ese tipo de adaptación. Pero no porque sea un incorregible, sino porque carezco de ese oportunismo…

Mientras viva me perseguirá la pregunta: ¿Porqué fue derrotada la RDA, y que parte de responsabilidad recae sobre mi? Me lo pregunto no por que entonces yo viviese mejor, sino porque yo trabajaba por el socialismo por convencimiento. Por consiguiente que nadie espere de mi que obedezca a las ordenes de "¡media vuelta!" y comience a decir justamente lo contrario de lo que decía hasta 1990 a los ciudadanos de la RDA…

No tengo culpa en aquello por lo que me juzgan. Si de algo se me puede juzgar es por mi parte de responsabilidad en la derrota de la RDA, pero por eso no me va a juzgar ningún tribunal. Si está ya todo decidido y me va a tocar recibir el nuevo milenio tras las rejas, la cárcel no será el lugar, donde entierre mis esperanzas. Y no me refiero a las esperanzas de que se resuelva mi caso en el tribunal europeo de derechos humanos de Estrasburgo, sino a las esperanzas de una sentencia justa de la historia para con la RDA, para mi, mis acusadores y jueces."

Como escribía Mayakovsky, "Si hiciésemos clavos de gente como esta, no habría en el mundo clavos más fuertes."




Nuestros comentarios

Nuestro periódico desde hace tiempo hace campaña a favor de los prisioneros políticos de Occidente. Hemos prestado nuestro apoyo a Egon Krenz. Salimos en defensa de Slobodan Miloshevich y otros lideres serbios, que se encuentran en la cárcel del "Tribunal de la OTAN" en la Haya.

Es evidente que lo ocurrido con Egon Krenz, lo ocurrido con Miloshevich, y lo que vaya a ocurrir con Sadam Hussein (salvando las distancias) no son sino eslabones de una misma cadena, la representación de una misma estrategia. Su objetivo, romper la voluntad de los pueblos en su oposición frente al "Nuevo orden mundial", primero a través de la mentira y la difamación contra sus dirigentes, y luego con las penas de cárcel, impuestas por un tribunal ilegítimo.

Citamos un nuevo fragmento de la intervención de Krenz en el juicio:

"Se me ha acusado de todo. De estar involucrado en el atentado del boeing de Lockerby, de falso testimonio, de meter a gente en la cárcel, y por último de multitud de asesinatos. Todas las acusaciones fueron hechas públicas a bombo y platillo. La mayoría de ellas, posteriormente fueron retiradas al tratarse de vulgares invenciones."

Como se parece esto a lo que ocurre hoy en el "caso Miloshevich" y a lo que sin duda pasará en el "caso Hussein". Queremos recalcar una vez más, que a pesar de todas las diferencias entre estas personas no es difícil seguir la pista de quienes son los promotores de sus juicios, sus ejecutores y los métodos inquisitoriales.

Y por último El carácter inhumano de la civilizada Europa occidental aparece en la declaración del comité serbio "Libertad". El tribunal de la Hay impidió que Miloshevich fuera visitado por su nieto de 5 años Marco y por su nuera Militsa. En la declaración se informa que la visita se debía haber celebrado el día 27 de diciembre, para lo que ya había dado su consentimiento el tribunal. Luego cambió de opinión, decidiendo que la visita solo podría celebrase después de las elecciones en Serbia. ¿Acaso un niño de cinco años se puede convertir en un factor político preelectoral? ¿O es que el tribunal ha entrado en pánico, perdiendo el sentido de humanidad y sentido común? El comité "Libertad" declaró que "el tribunal será la única parte perdedora en las elecciones en Serbia, donde la vencedora será la verdad".

Redacción de Sovietskaya Rossia