Por: Hernán Scandizzo
REVISTA LA NUEVA

La movilización de los pobladores de Esquel y de las localidades vecinas del noroeste de Chubut y suroeste de Río Negro echó luz sobre la ofensiva minera. Desde principios de la década del '90 se inició en el país un proceso de modificación de la legislación que le concierne, de esta manera se otorgaron ventajas fiscales a las corporaciones que se instalaran en el país, se flexibilizaron las normas de controles ambientales y, fundamentalmente, se otorgó el monopolio de la explotación a capitales privados. En el nuevo Código de Minería se estableció que el Estado renuncia al derecho de explotar sus recursos naturales.

El avance minero, iniciado a fines de la década del '90 con la explotación de los yacimientos Bajo de la Alumbrera (Catamarca) y Cerro Vanguardia (Santa Cruz) encontró un obstáculo desestimado o subestimado: la masiva oposición popular. Al principio fueron contadas voces que se alzaban con un tono cauto, luego se multiplicaron por miles y recorrieron las calles y los valles de la Patagonia Central y por momentos tuvieron sus ecos en la costa Atlántica. Entre esas voces se alzaban unas cargadas de conocimientos milenarios, de despojos y luchas centenarias, de kultrún, pifilka, piloiloi y ñorkín (todos instrumentos musicales). Eran las voces del Pueblo Mapuche.

En setiembre de 2002, cuando se realizó la primer convocatoria de los vecinos esquelenses para hablar de minería, Mauro Millán - miembro de la Organización de Comunidades Mapuche Tehuelche 11 de Octubre - se refirió a la historia de su pueblo y a la relación con el medio. 'Los miles de pu lofche (comunidades), que conformábamos la gran nación mapuche teníamos y tenemos una unidad idiomática, cultural, filosófica y política basadas en normativas milenarias. Dentro de estas normativas debemos mencionar nuestro Ad Mapu o las leyes de la naturaleza. Como principio fundamental el Ad Mapu expresa que el mapuche es parte de la naturaleza y no dueño de ella. Es decir, que el che mapu (la gente mapuche) interactúa con el Itrofillmogen (los diferentes elementos de la naturaleza), teniendo la responsabilidad de mantener el equilibrio. (...) El winka (invasor) a su llegada impuso otro paradigma, otra filosofía de relación con la Tierra y la Naturaleza, donde el hombre está por encima de todo. Entonces él no ve el bosque, no ve el río, no ve el cerro; sino que ve recursos a explotar y beneficios económicos a obtener. Esta realidad no sólo se da en el Wallmapuche sino que es planetaria. Desde la formación de los Estado-Nación a partir del siglo XIX se impulsó la reproducción ilimitada de esta lógica, homogeneizándose a los pueblos y eliminando los escollos del anti progreso, como se nos consideraba y considera a los Pueblos Originarios.'

A poco de iniciarse las movilizaciones contra el proyecto minero Cordón Esquel, los mapuche además de marchar, convocaron a un primer trawun (reunión) para tratar el problema. El 20 y 21 de diciembre de 2001 se llevó a cabo esa iniciativa de la que surgió el Pronunciamiento Mapuche de Loma del Tero. 'La Gente de la Tierra, como parte del wallmapu (territorio: tierra, subsuelo y cielo) entendemos que la violación de la Madre Tierra nunca podrá ser intercambiada por una limosna. (...) Arrastrados por su cultura de odio trituran los cerros para sacar oro y no les interesa que, matando al cerro, nos matan a nosotros y a todas las formas de vida.'

Minería en territorio mapuche

El primer conflicto entre el Pueblo Mapuche y empresas mineras se registró a principios de 2001 cuando los integrantes de la comunidad Huisca Antieco, ubicada a 50 km al suroeste de Esquel, denunciaron que la canadiense Meridian Gold Inc realizaba trabajos en su territorio sin la debida autorización de la comunidad - como lo prescriben tanto la Constitución Nacional como la Provincial y el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo sobre Pueblos Indígenas -. El recurso de amparo que presentaron fue desestimado por la justicia pero la compañía abandonó el lugar, tal vez por la advertencia hecha por los mapuche: 'nos encargaremos de sacarlos'.

Por esos mismos días en la comunidad tehuelche Prane, distante 15 km al noreste de Esquel, se repitió la escena. Personas no identificadas y sin permiso previo realizaban estudios en la Legua 4, un predio que tanto el Ejército Argentino como los mapuche tehuelche reivindican como propio. Los miembros de la comunidad se encargaron de echarlos y por mucho tiempo no tuvieron noticias, pero en marzo de 2003 se les notificó que fue reactivado el juicio de desalojo iniciado por el ejército e inmediatamente lo asociaron la acción jurídica con la explotación de yacimientos auríferos y polimetálicos en el Cordón Esquel.

En tanto, en la Colonia Indígena Pastoril Cushamen - hacia el centro norte de Chubut - unas 25 familias recibieron notificaciones de cateo enviadas desde la Dirección Provincial de Minería y Geología. Teck Minera de Argentina (subsidiaria de Teck Gold Corporation de Canadá) está interesada en verificar la existencia de 'substancias de primera y segunda categoría' sobre un área de 10 mil hectáreas. También 10 mil hectáreas de la cordillerana y mapuche Cerro Centinela, comunidad ubicada unos 80 km de Esquel, están en la mira, al igual que las áridas tierras de la meseta central. Según la docente mapuche Amalia Payllalef, de Chacay Oeste, desde hace mucho tiempo camionetas 4x4 comenzaron a transitar los solitarios caminos de la zona. En un principio se les dijo que eran científicos y turistas que visitaban la enigmática meseta de Somuncura, luego supieron la verdad: eran mineros.

Esta situación se repite en el sur de la provincia de Río Negro. Tanto a pocos kilómetros de Ingeniero Jacobacci como de Los Menucos se anuncian inversiones millonarias para la explotación minera por parte de la corporación canadiense Barrick Gold (que opera en las provincias de San Juan y Neuquén) y se presume la presencia de Meridian Gold. Pero las inversiones anunciadas no seducen a las comunidades cercanas sino que generan preocupación, los pu lofche Lipetren Chico, Lipetren Grande y Lipetren Medio ya anunciaron que se movilizarán en contra de estos emprendimientos.

Otro indicador que genera preocupación es la posible apertura de un Instituto Superior Técnico Agrario, Ganadero y Minero en la localidad de Los Menucos con apoyo de los gobiernos nacional y provincial... Por otra parte, jóvenes mapuche de Furilofche (Bariloche) adjudican la futura pavimentación de la ruta provincial 23 - que une esa ciudad con el puerto de San Antonio Oeste - a una obra de infraestructura necesaria para el desarrollo de la minería y no a la satisfacción de una demanda de los pobladores de la región.

Esta situación ha llevado a que desde fines de 2003 jóvenes mapuche de Furilofche se movilicen los días 4 de cada mes, en simultáneo con las marchas que se realizan en las ciudades de Esquel y El Maitén. Los pesimistas dicen que el futuro minero de la Patagonia ya está escrito pero los mapuche no lo creen. Kultrún, pifilka, piloiloi y ñorkín continúan sonando...