VOLVER A LA PAGINA  PRINCIPAL
Argentina: La lucha continúa

¿Porqué se hacen los paros?


"Ladran sancho,
señal de que cabalgamos"
El Quijote


Las huelgas son una de las formas de lucha colectiva para enfrentar una o una serie de injusticias, y para frenar un modelo económico, un modelo de acumulación de riquezas (hoy para algunos pocos) que perjudica a las mayorías populares. Los paros de hoy son por varias cosas, pero esencialmente son la herramienta práctica que tienen los trabajadores para decirle No a la continuidad del modelo de ajuste neoliberal que hace tanto tiempo aguantamos. Sólo la lucha fuerte de la clase trabajadora unida ha podido poner fin a la avaricia perversa de los intereses empresariales y políticos del capitalismo en los últimos 200 años de la historia humana (desde la revolución industrial hasta acá). Para los ignorantes que no hacen el esfuerzo para entender, debo recordarles que el día del trabajador se conmemora porque el 1ro. de Mayo de 1886 los trabajadores norteamericanos –y después todos los obreros del mundo- iniciaron la lucha por las ocho horas de jornada laboral, contra las 12, 14 o más horas que trabajaban reventados hasta los sábados y domingos por sueldos miserables. Sólo la lucha, con muertos y heridos, nos dio dignidad y más bienestar a los trabajadores. Sólo la lucha de todos consiguió salarios básicos, aguinaldo, vacaciones, descanso, jubilaciones, asignaciones, incentivos, derechos y respeto. Si se perdieron cosas es porque algunos han bajado los brazos, conscientemente o no. Sólo la profundización de las luchas –sin treguas- nos dará una vida mejor. ¿Si no qué?, ¿agachar la cabeza y esperar amargados e histéricos a que algún gobierno nos traiga soluciones?. Eso, además de ingenuo es absurdo, estúpido y ridículo. No se lo cree ni el que lo dice. Esa moral de esclavos es la que ha condenado a este país al desastre, a la politiquería barata e inmunda, a la entrega, la dependencia y a la desintegración social. Debemos pensar distinto. Debemos actuar distinto.
¿Qué los paros perjudican a algunos ciudadanos?. ¿Y qué proponen y hacen políticamente –y en serio- esos ciudadanos para que todos tengamos una vida mejor?. ¿Qué solución integral nos dan?. Esos ciudadanos y ciudadanas que hablan en contra de las luchas no solamente que se condenan y nos condenan a todos a ser pobres, enfermos y esclavos, sino que además votan a los partidos políticos que nos gobiernan cómo nos gobiernan –con "dirigentes" impresentables de los que mejor ni hablar- y que ejecutan políticas económicas que profundizan la desigualdad y que llenan los bolsillos de unos pocos, en la política y en los negocios. Esos ciudadanos nos critican y después hacen eso: ¿porqué ellos si nos pueden perjudicar a todos y nosotros no podemos luchar solidariamente para cambiar la realidad?. No puedo dejar de señalarlos con el dedo y decirles que son unos miserables y que no tienen perdón por lo que hacen. Sólo me resta pedirles un examen de conciencia, una autocrítica y una mentalidad distinta, porque no puede ser que mientras un político gana –para jodernos- cinco mil o diez mil pesos mensuales, mientras los empresarios y capitalistas de adentro y de afuera llevan la gran vida a costa de explotar a los trabajadores, mientras Menem tiene una cuenta de seis millones de dólares en Suiza y mientras Kirchner acordó entregarle al Fondo Monetario más de sesenta mil millones de dólares (nuestro esfuerzo, nuestra riqueza) en los próximos cinco años... mientras pasa todo esto, algunos se pasan su tiempo cuestionando a docentes, trabajadores en huelga y a los piqueteros. No puede ser. No lo podemos permitir.
No puedo dejar de agregar que, la unidad y la lucha con ideas distintas son más urgentes que nunca en esta globalización capitalista postmoderna, dónde las tecnologías nuevas no son aprovechadas para todos y la política dominante ayuda a los capitalistas a expulsar –sin retorno- a los obreros de las fuentes de trabajo. Podemos agachar la cabeza y vivir como animales o podemos sumarnos a nuestra manera a la oleada de luchas sociales que se vienen dando en todo el mundo. Los trabajadores de Francia ya conquistaron -en lucha- las seis horas de jornada laboral, y ya empezaron a hablar de la semana laboral de 33 horas y cuatro días de trabajo. El movimiento por las seis horas ya se inició en la Argentina y esa es una (no la única) de las claves de nuestro tiempo: el reparto del trabajo y del tiempo libre, y el reconocimiento económico y social parejo –como dice el pensador europeo André Gorz- a todas las actividades humanas como trabajo, para que todos podamos vivir una vida mejor y para que la paz se construya en base a una justicia social real. Podemos sumarnos a las luchas, o podemos seguir esperando a que Kirchner llegue a lindos arreglos con los chinos. Podemos seguir pudriendo nuestra tierra con la soja o podemos seguir discutiendo si la mujer de Busti es buena candidata a gobernadora, o si son interesantes las propuestas que la "oposición" político-partidaria hace para legitimar la reforma de la –nunca respetada- Constitución provincial.
Podemos seguir dando vergüenza y lástima o podemos luchar y construir autónomamente una realidad distinta y una sociedad mejor.-

Prof. Mauricio Castaldo
mauriciocastaldo@yahoo.com
Delegado gremial
AGMER María Grande


"Un movimiento es lo que fija una medida del poder del Estado...
Un acontecimiento político es lo que da una medida fija al poder
el Estado... Vamos a llamar política a una acción que trabaja por
la igualdad
a partir de determinado valor fijo del poder del Estado,
valor que ha sido fijado por un acontecimiento".
ALAIN BADIOU