Página 12

Luego de haber ordenado tareas de inteligencia sobre los locales del Movimiento Teresa Rodríguez y de haber citado a indagatoria a tres integrantes de la organización, acusados de haber dañado la sede de Repsol-YPF durante un escrache, el juez federal Juan José Galeano dijo que no existen pruebas suficientes para inculpar a los piqueteros y les dictó la falta de mérito. El magistrado también sobreseyó a una mujer que no había participado de la protesta, a pesar de lo cual había sido imputada.
La causa judicial se inició a raíz de un reclamo contra el precio en la garrafa del gas realizado en el mes de mayo, durante el cual los manifestantes quemaron neumáticos en la puerta de Repsol y rompieron la cortina metálica de una ventana. La empresa hizo una denuncia por daños. El día de la protesta, dos horas después de finalizada, una pareja de desocupados fue detenida en la entrada del subte. El hombre es integrante del MTR y había estado en el escrache, pero la mujer no, ya que lo había pasado a buscar luego de la marcha para ir al dentista. La policía los siguió cuando se separaron de la columna de manifestantes y los arrestaron una vez que estuvieron lejos. El tercer acusado es un referente de la organización piquetera que al iniciarse la marcha habló con los funcionarios policiales para decirles por qué calles pasarían. Los efectivos anotaron su nombre y apellido. Esos datos fueron utilizados luego para pedir su detención.
Los tres habían sido indagados la semana pasada. Galeano desligó de la investigación a la mujer y dijo que no hay elementos de prueba en la causa que permitan acreditar que hayan cometido algún ilícito. Como existen grabaciones del escrache, el juez pidió a la Policía Federal que identifique si en ellas aparecen alguno de los dos. El abogado defensor Gabriel Lerner criticó que el juez no haya completado esta medida antes de acusarlos.
En su fallo, Galeano también dictó la falta de mérito a tres policías que habían sido imputados por su presunta inacción ante la protesta. El juez dijo que todavía no ha terminado de investigar qué directivas habían recibido por parte de sus superiores