de Liliana López Foresi -

El viernes 1°, después de tenerlo a Pepe Mujica en el piso, me levantaron el programa. La gente de Sobisch puso plata, con la condición de que yo no estuviera. Lo que intentó el primer mes, lo logró ahora. En el medio, "operetas" de mercenarios diciendo : "Hay una periodista piquetera que cobra 40 mil pesos, y siempre defendió a los pobres". Como si estuviera mal . Con nada, me pueden pagar 13 años de prohibición. Pero -encima- no es cierto. Lo que está mal para ellos (que cobraron 50 mil dólares promedio, durante el menemismo, a costa del hambre y la desocupación) es estar del lado de los pobres y oprimidos, y hacerlo desde la libertad y sin dudarlo, porque es una opción de vida. En fin, se identificaron con el mismo tumor, y variadas metástasis. Nuestras premisas, desde el principio fueron: no al pago de la Deuda Externa, no al ALCA, no a la Militarización, y demostrar que podemos salir con nuestros propios recursos. Sólo hace falta decisión política por parte del pueblo y
los dirigentes. De ambos.
LA NAVE se llama así, porque intenta rescatar lo mejor de nosotros mismos, después de tanta traición, no para salvarnos antes del Diluvio, sino para evitarlo: Reparar los sueños, como dice Silvio. Tuve que sostenerme, como siempre, haciendo lo que me molesta hacer: buscar anunciantes. Simplemente, porque no es lo mío. Porque estoy formada. Estoy formada en el Derecho, en el periodismo, en años de talleres de lectura crítica, de escritura. Eso es lo que me da placer; porque para comunicar algo, hay que tener qué. Mi día tiene 24 horas, y hace 13 años que se las quito al sueño y a mi vida, para sobrevivir a esta injusticia. Yo tampoco quiero trabajar en un medio así. Se supone que el lunes cobro lo que me adeudan y rescindo civilizadamente. O voy a juicio. La carta documento ya la envié el miércoles, pero mi voluntad es no litigar. No quiero dar una gota más de mi poder a los débiles vampiros. Soy creyente, y no dudo de que Dios se ocupará de ellos, de las maneras más misteriosas. Y efectivas. Estos dos meses de presiones, fueron desgastantes . Mis compañeros de viaje, han sido testigos, y formidables acompañantes. Serán ellos, los que comuniquen la verdad donde se encuentren. Elegí bien, y me da -si cabe- más alegría aún.
Lo cierto, es que posicioné -con LA NAVE- a una radio inexistente, que sin promoción ni presentación pública, se ubicó inmediatamente como una radio expectable para la rentabilidad, usufructuando prestigio sólo mío, y de mi equipo de excelencia. También es bueno el haber habilitado y sostenido -mientras se me incumplía el pago de un seguro mínimo, durante 6 meses- el aire limpio, para cuidar la fuente de trabajo del resto de los compañeros, a los que deseo, respiren bien. Eso sí, gocé enormemente de LA NAVE, y me siento aliviada de salir de ese lugar. No merecen un programa de ese nivel humano, profesional, reparador, optimista, y cargado de esperanza anclada en la realidad. Así las cosas. Pensé en hacer un último programa el lunes, para despedirme de mis oyentes, pero las mujeres somos continuas: y las libres, mucho más. De modo, que nos despediremos a través del acompañamiento de los amigos que tienen aire. Escuchar la radio hoy, es comprobar que LA NAVE ya no está, y TODO es promoción Neuquén. Una obvia entrada de Sobisch, sujeto con el que -naturalmente- no peleo, porque es humillante, y no merezco ese descenso. ¡Y para considerarlo todavía menos que el ex- presidente, hay que valer bien poco!
En lo único que hay que destacarlo, es en ser el individuo que extendió concesiones petroleras, ¡¡17 años antes de que vencieran!! Si el pueblo neuquino, quiere tener la responsabilidad del hambre de sus hijos, votándolo, que soporten el peso de su conciencia. Pero los recursos naturales soy estratégicos, y nos pertenecen a todos los argentinos. A mi vuelta, seguiré tratando de abrir puertas, para la reparación de tanta injusticia. Espero que este barco navegue en aguas más cristalinas, y que la reparación provenga de los sitios de los que surgió la censura, 13 años atrás. Ningún gobierno, hasta hoy, lo ha hecho. Ahora, ese dial que cambiará de nombre seguramente, es otro sitio cooptado por los perversos, para los perversos. Y la responsabilidad de que esto ocurra, para desinformar, y seguir transitando por ese agravio a la inteligencia de los argentinos, que es el discurso único, será compartida. Ya nadie puede hacerse el distraído y mirar hacia otro lado. Les agradezco con el alma a mis compañeros de viaje, a mi producción que se multiplicó por 100, con la falta de los elementos mínimos que nos fueron sacando, con las interferencias, sin teléfonos, en fin...gracias.
Cálida y esperanzada, los abrazo.
Lili