Argentina: La lucha continúa
|
ENCUENTRO DE EXTRAPARTIDARIOS EN APOYO A LA GESTION DE NESTOR KIRCHNER
Cuando los gatos parecen pardos
Federico Corbière
Apretadas y no por el uso de jeans elastizados unas diez mil personas confluyeron en el Luna Park para expresar su compromiso con las políticas de gobierno del presidente Néstor Kirchner. Entre otros dirigentes hablaron el diputado nacional Miguel Bonasso y los piqueteros Luis D"Elía y Emilio Pérsico. Claroscuros del transformismo político.
Diversos representantes de organizaciones políticas y sociales comprometidas
con el ala kirchnerista del partido de gobierno, concentraron en el legendario
estadio de la Ciudad de Buenos Aires una multitud poco habitual en tiempos de
desmovilización y retracción popular.
El acto constituyó la presentación formal de la "Mesa Coordinadora para un Nuevo
Proyecto Nacional" con el objetivo de afianzar la aún difusa base de poder
kirchnerista, que transita por constantes divergencias en su interna partidaria.
Entre los llamados transversales hablaron el diputado Miguel Bonasso (Partido
para la Revolución Democrática), los piqueteros Luis D"Elía (FTV) y Emilio
Pérsico (MTD).
También dijeron presente el cura Luis Farinello, el secretario de Derechos
Humanos, Eduardo Luis Duhalde, Francisco "Barba" Gutiérrez (Polo Obrero), Víctor
De Gennaro (CTA), algunos otros sectores antes radicalizados como una fracción
del Partido Comunista (Congreso Extraordinario) y la agrupación de lejano
espíritu rebelde Patria Libre.
Como ocurre habitualmente en este tipo de encuentros multipartidarios y de
sobrexcitación al calor de las masas, la retórica discursiva recorrió diversos
aspectos de la temática social, y en el ambiente se mezcló en un error de
sincretismo latinoamericanista las figuras de Fidel Castro, el "Che" Guevara,
Hugo Chávez, el recientemente asesinado Martín "Oso" Cisneros con las banderas
del propio Kirchner y del ahora presidente reformista moderado brasileño, Inacio
Lula Da Silva.
No faltaron las chicanas de D"Elía sobre Elisa Carrió a quién señaló como
funcionaria de última dictadura. La crítica a los propósitos neoliberales de
Ricardo López Murphy y el macrismo en ascenso. Incluso, el funcionario del
Ministerio de Desarrollo Social y líder de la agrupación Barrios de Pie, Jorge
Ceballos, reclamó por las injusticias que sufre el pueblo iraquí; en tanto el
también periodista Miguel Bonasso señaló que se está consolidando la alianza de
clases que reunió a las capas medias con los sectores subalternos en diciembre
de 2001.
Más cercanos a una declaración de principios utópica que a la realidad, los
representantes sociales prefirieron no leer entre líneas la mínima presencia
gubernamental, con la mera asistencia del secretario general de la Presidencia,
Oscar Parrilli.
"Este es el mejor gobierno que produjo la democracia recuperada", se justificó
Bonasso tal cual lo hiciera cuando votó a regañadientes el envío de tropas a
Haití.
Democracia a la italiana
"En la historia italiana se denomina transformismo al periodo que se inicia
en 1876 en el cual los "moderados", que constituían la fuerza política de
derecha, le ceden la conducción a los diversos grupos liberales que constituían
la izquierda política. A partir de allí, se inicia una etapa de acuerdos y
compromisos entre la izquierda y la derecha y de una acentuada modificación en
la posición de los congresales. Por lo tanto, este cambio en la conducción
política no trajo aparejado un cambio real sino permanencia en la situación
anterior." , explica Eduardo M. Basualdo al teórico italiano Antonio Gramsci en
un texto de publicación reciente editado por la Universidad de Quilmes sobre el
sistema político y de acumulación en Argentina.
Por lo tanto, la cooptación política convierte a los adversarios en moderados y
neutraliza a los sectores subalternos al incorporar a sus dirigentes a la esfera
gubernamental, descabezando a los sectores populares y consolidando su capacidad
de dominación mediante el control y dirección política de las instituciones.
Habrá que indagar en qué medida en la práctica oficial este tipo de alianzas que
se asemejan con la etapa que caracterizó al gobierno italiano en la era de
Giovanni Giolitti, quien en sus gobiernos, entre los años 1900 y 1914, recompuso
la búsquedas de consenso con las fuerzas sociales marginales, presentó una
política de neutralidad estatal frente al conflicto social e introdujo medidas
económicas progresivas y leyes sociales protectoras de los trabajadores, en
tiempos de una relativa prosperidad y despegue industrial.
Al mismo tiempo que nacionalizaba los ferrocarriles Giolitti restauró las
relaciones con la elites locales y, especialmente la clerical, cuyos lazos
habían sido cortados tras la secularización y quita de las tierras pontificias.
No obstante, el equilibrio aparente de poder nunca resolvió los antagonismos
sociales ni las diferencias entre el mundo agrario y el industrial. Por eso, el
premier italiano nunca modificó las estructuras de dominación, ni realizó
reformas agrarias ni de socialización y aceitó aún más la estructura corrupta
del sistema político clientelar.
Algunos sectores, advertidos de los mecanismos de reclutamiento ideológico
mantuvieron su postura crítica frente a los riesgos de transformarse en un
régimen autoritario. En 1914 la represión a huelguistas conocida como "Semana
roja" y la aparición de soluciones mágicas encarnadas luego en la figura de
Benito Mussolini devinieron en una Italia militarizada.
Por eso hay que tener cuidado cuando se apoya estrategias de gobierno que
cambian todo para que nada cambie.
La supuesta defensa del supremo ultra católico Antonio Boggiano por parte del
presidente. La designación del "Golden Boy" de Harvard en la conducción del
Banco Central. Las concesiones a las administradoras de fondos de jubilaciones y
pensiones. La revisión superficial de los contratos con las empresas
privatizadas y la incorporación individual de hasta hace muy poco dirigentes
sociales combativos son sólo una muestra.
Los tiempos electorales son cortos y hasta ahora no se vislumbra una reforma
política con privilegio en resolución de demandas comunitarias desde abajo hacia
arriba, con la implementación de políticas soberanas.
Como se sabe a la noche todos los gatos son pardos. El problema es si por la
mañana a ese gato le falta un diente y quiere cobrar sus servicios en especias.
No estaría demás echar un poco de luz sobre las roscas que constituyen las
prácticas políticas, que se dan en el tejido administrativo del gobierno y
prevenir sobre consecuencias futuras.