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Argentina: La lucha continúa

CAMPAÑA GUSANA CONTRA CUBA  DE VARIOS "INTELECTUALES" DE ESTE PAÍS  ENTRE ELLAS LA PERIODISTA SILVINA WALGER

   Emilio J. Corbière 
Cinco intelectuales argentinos, instrumentados por el Opus Dei  neofranquista, lanzan ataques contra Cuba Socialista, una isla caribeña  bloqueada por el imperio totalitario norteamericano desde hace cuatro  décadas. La Argentina no debe caer en la celada antidemocrática.
 En la edición de hoy, 22 de enero de 2004, el diario 'La Nación' publica un  ataque a Cuba Socialista, dedicándole una página y anunciando el libelo en  la tapa del matutino.
 En primer lugar, se trata de una presión al gobierno de Néstor Kirchner, que  ha adoptado una posición independiente y se niega, a través del canciller  Rafael Bielsa, a votar en los foros internacionales contra la isla caribeña.
 En segundo lugar, Marcos Aguinis, María Sáenz Quesada, Juan José Pérez  Sebreli y Silvina Walger, se unen a la campaña de una organización  ultraderechista, el Opus Dei español, en su actividad anticomunista de tipo  macarthista.
 Desde luego que opinar o debatir sobre la experiencia cubana es un camino  abierto a la luz de las realidades populares, democráticas y revolucionarias  de nuestro continente. Pero hay que señalar que se trata de una isla,  bloqueada desde hace cuarenta años por el imperio norteamericano, que  resiste, como moderna Troya, las invasiones, los actos terroristas, todo  tipo de ataques y las campañas mafiosas de elementos fascistas como la  Fundación Cubano-Americana de Miami, organizada por la familia Mas Canosa y  no pocos ancianos que pertenecieron a la dictadura sangrienta de Fulgencio  Batista.
 El Opus Dei contra Cuba   La declaración publicada tiene su historia, especialmente, el alma mater de  la provocación anticubana, también firmante de la declaración de marras. Se  trata del joven Fernando Ruiz, miembro del Opus Dei y egresado de la  Universidad Austral, fábrica de católicos integristas, de extrema derecha,  institución conocida por sus concepciones antidemocráticas.
 El Opus Dei de José María Escrivá de Balaguer apoyó al régimen tiránico  español de Francisco Franco y, desde 1952 hasta 1975, formó parte mediante  sus cuadros políticos del régimen heredero del nazifascismo europeo de entre  guerras, en clave con la ideología del 'nacional-catolicismo', versión  españolista de una de las dos grandes corrientes fascistas de España: la  Falange y el Opus Dei. En la Argentina, el Opus Dei fue parte de la  dictadura del general Juan Carlos Onganía. ¿Conocerá esta historia María  Sáenz Quesada de prosapia radical y alfonsinista?   Quien es Fernando Ruiz   Fernando Ruiz, que pasa por periodista independiente, es un miembro  opusdeísta que actúa cumpliendo un plan de la organización neofranquista.
 Primero se potabilizó con el ambiente 'progre' porteño, escribiendo un libro  sobre Jacobo Timerman y el diario 'La Opinión'. Pero allí la culpa no la  tuvo el chancho sino los que le dieron de comer, entre otros Héctor Timerman  (hijo), que lo insertaron en los medios de comunicación como pretendido  periodista 'independiente'. Si Jacobo hubiera vivido hoy, escupiría sobre el  Opus Dei franquista y antidemocrático y lo correría a patadas a su hijo.
 Luego, Ruiz, fue a Cuba, y allí comenzó a moverse provocativamente, no con  un afán de realizar un estudio crítico sobre la realidad cubana, sino para  movilizar a elementos contrarios al gobierno de Fidel Castro, hasta que,  descubierto, fue expulsado de la isla. En la España de Franco y del Opus  Dei, lo hubieran fusilado o encarcelado por muchos años.
 'La Nación' de los Saguier   El último domingo 18 de enero, 'La Nación', cuya mayoría de acciones pasaron  de la familia Mitre a la familia Saguier (algunos de estos últimos  pertenecen a la organización Opus Dei), publicó el suplemento dominical  'Enfoques' un dossier mentiroso como canallesco contra Cuba Socialista. Fue  preparatorio de la solicitada que apareció hoy.
 No se trata, en este caso, de debatir sobre la situación de la isla, sino de  una campaña opusdeísta que ha encontrado a 'idiotas útiles', casi todos  partidarios del político neoliberal Ricardo López Murphy. Poco se puede  esperar de Marcos Aguinis, que apoyó la invasión anglonorteamericana a Irak,  exalta a Bush y apoya al terrorista de Estado Ariel Sharón. De Sebreli,  antiguo trotskista antidefensista, poco se puede esperar, ya que es capaz de  las aventuras ideológicas y piruetas más ridículas. Llama la atención la  firma de Silvina Walger, alguna vez, hace mucho tiempo, era una rebelde  junto a su madre la talentosa jueza Anastasi de Walger.
 Ahora Silvina Walger sirve al neofranquismo español, antidemocrático,  totalitario, porque esta maniobra ha sido pergeñada por los opusdeístas,  tarea similar a la que realizaron, junto a la CIA, hace varios años, en  Polonia, para 'salvarla' del comunismo.
 La posición argentina   Es necesario desenmascarar la campaña del Opus Dei y sus colaboradores. El  Gobierno de Néstor Kirchner no debe caer en la celada de una derecha  obsoleta como anacrónica, encubierta en un ignoto como desconocido 'Centro  para la Apertura y el Desarrollo de América Latina (CADAL)', que hace  recordar al llamado 'Congreso por la Libertad de la Cultura' de los años  sesenta y setenta, que la revista norteamericana 'Ramparts' denunció como  agencia de la CIA. En definitiva, como dijo Fidel Castro, todos estos  críticos no son otra cosa que 'lamebotas de los yanquis'.
 Por lo tanto, la Argentina debe mantener la abstención sobre la cuestión  cubana e independencia política de las estrategias criminales de George W.
Bush. 'La Nación' extraña las relaciones carnales del menemismo y del  delarruísmo. El antiguo diario liberal de Gran Maestre masónico, Bartolomé  Mitre, se ha transformado en vehículo de concepciones regresivas.
 ESTA ES LA NOTA DE "LA NACION"   Otro cuestionamiento a la relación  entre los gobiernos de Kirchner y de Fidel Castro  Piden un cambio en la política hacia Cuba   Cinco intelectuales reclamaron que la embajada en La Habana invite a los  disidentes; quieren sumarse a la postura de Europa  * Aguinis, Ruiz, Sáenz Quesada, Sebreli y Walger le mandaron una carta a  Bielsa  * Condenaron "la única dictadura remanente" en la región  * Críticas a Taleb   Cuando todavía no se acalló la polémica por las críticas norteamericanas a  la política argentina hacia Cuba, un grupo de intelectuales pidió al  Gobierno un cambio en su relación con las autoridades de La Habana.
 En concreto, pidieron que instruya a la embajada de nuestro país en la isla  para que reciba a los disidentes del gobierno de Fidel Castro. Y  cuestionaron la gestión del embajador Raúl Taleb.
 Marcos Aguinis, Fernando Ruiz, María Sáenz Quesada, Juan José Sebreli y  Sylvina Walger -los cinco firmantes de la carta enviada al canciller Rafael  Bielsa- condenaron lo que llamaron "la única dictadura remanente de América  latina y donde en forma más visible se desprecian los valores de la  libertad".
 Los cinco escritores pretenden de esta forma sumarse a un movimiento en  reclamo de la apertura democrática para Cuba que se ha extendido  principalmente por varios países de Europa.
 Desde marzo del año último -cuando el gobierno cubano encarceló y ordenó el  fusilamiento de varios disidentes- destacadas personalidades, como Pedro  Almodóvar, José Saramago, Rosa Montero, y la organización Reporteros sin  Fronteras han denunciado públicamente violaciones de los derechos humanos  por parte del gobierno castrista.
 A partir de aquellos hechos, varios gobiernos europeos decidieron invitar a  representantes de la oposición cubana a las recepciones oficiales que  brindan en sus embajadas.
 "Es hora de que nuestros gobiernos [en referencia a los de la región]  instruyan a sus embajadas en Cuba para que se abran a todo el pueblo cubano,  tanto en sus actividades culturales como en sus recepciones oficiales",  dijeron los intelectuales argentinos en su "carta de reconocimiento al  movimiento cívico cubano".
 Consultado por LA NACION, Aguinis comparó el sistema político cubano con el  stalinismo, y afirmó: "Resulta vergonzoso que los argentinos, que recordamos  las violaciones de los derechos humanos cometidas por la dictadura, no nos  expresemos con la debida energía para defender los derechos humanos en otras  partes. Esto es contradictorio y aberrante".
 Walger contó que la idea fue juntar a intelectuales que mantengan  "equidistancia" respecto de las posiciones más extremistas en favor y en  contra de Fidel Castro y confesó que la tarea no fue sencilla, porque "hay  mucha gente que no quiere decir lo que piensa". Luego de recordar su apoyo  inicial a la revolución cubana, se quejó porque sectores del progresismo  argentino -en el que ella se enrola- no se animan a condenar las violaciones  de los derechos humanos en Cuba "por miedo a quedar pegados a Bush".
 "A la gente de izquierda no le importa el pueblo cubano, le importa Fidel.
Se apoya o no se apoya a Fidel. Y arreglan todo diciendo que "son todos de  la CIA"", señaló.
 Walger sostuvo que la Argentina debería condenar a Cuba en la Comisión de  Derechos Humanos de las Naciones Unidas, que se realizará en abril, en  Ginebra. Pero aclaró que también se debe condenar el embargo.
 La Cancillería informó, por medio de sus voceros, que no responderá la carta  y que "el canciller dará instrucciones al embajador [sobre las invitaciones  a los disidentes] en su momento".
 Origen de la iniciativa   La iniciativa de presentar este reclamo surgió del Centro para la Apertura y  el Desarrollo de América Latina (Cadal), una organización no gubernamental y  apartidaria que estudia la política de la región y promueve los principios  de la democracia liberal. "Buscamos escritores y periodistas que son  críticos con todas las dictaduras y que se preocupan por la gente que no  puede ejercer el derecho a la libertad de expresión", señaló el director de  Cadal, Gabriel Salvia.
 Junto con el documento de los intelectuales, la ONG envió a Bielsa una carta  en la que le solicita que responda a un pedido formulado el 3 de septiembre  último para que la embajada argentina invite a los disidentes. También  requiere su opinión respecto de "las sentencias de la justicia de Cuba en  los procesos sumarísimos contra opositores pacíficos".
 Por último, la carta de Salvia recomienda la remoción de Taleb y su remplazo  "por un funcionario de carrera que esté a la altura de la difícil tarea  diplomática que implica representar a la Argentina en Cuba".
 Las críticas a Taleb están basadas en declaraciones suyas que LA NACION  publicó el domingo, en las que, entre otras cosas, dijo que "en Cuba no se  violan los derechos humanos, o por lo menos no más ni menos que en otros  países del mundo", y que no recibió a los disidentes cubanos porque no le  habían pedido una entrevista.
 Consultados por LA NACION, Aguinis, Walger y Ruiz cuestionaron a Taleb por  considerar que "tiene poco nivel político y diplomático".
 Le cuestionaron que hubiera descalificado al disidente Oswaldo Payá -que  "recibió el Premio a los Derechos Humanos que otorga la Unión Europea y fue  nominado para el Premio Nobel de la Paz en 2003", destaca la carta de  Salvia- y que, en cambio, considere a la gente con que se cruza en la calle  y a los empleados de la embajada como disidentes con los que puede mantener  diálogo.
 "Lo de Taleb me pareció un poco cínico. Se sabe que el personal de la  embajada no es confiable porque lo contrata el Estado cubano", opinó Ruiz,  que estuvo detenido en Cuba en 2003.