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Medio Oriente

La propuesta saudí: Un nuevo contrato leonino para los árabes

K. Selim
Comité de Solidaridad con la Causa Arabe

"No pasa un día sin que la propuesta de 'paz a cambio de territorios' formulada por el príncipe Abdallah, el hombre que detenta el poder real en Arabia Saudí, reciba entusiastas apoyos. Demasiada unanimidad en torno a una iniciativa que no sobresale precisamente por su singularidad. Quizás la iniciativa del príncipe Abdallah sea estrictamente saudí, pero todo indica que norteamericanos e israelíes lograrán explotarla en beneficio propio"
No pasa un día sin que la propuesta de "paz a cambio de territorios" formulada por el príncipe Abdallah, el hombre que detenta el poder real en Arabia Saudí, reciba entusiastas apoyos [1]. Después de Arafat, Egipto y Jordania han acogido favorablemente la propuesta e invitado a norteamericanos e israelíes a que se interesen por la misma. Europa no se ha quedado atrás, y parece haber encontrado en las ideas lanzadas a través del New York Times un medio para relanzar una iniciativa diplomática para Oriente Medio que estaba bloqueada por la lógica belicista de Sharon. Es éste el núcleo de "la unanimidad" en torno a la propuesta del príncipe heredero saudí. George W. Bush ha telefoneado al príncipe Abdallah para "elogiar" su iniciativa. Simón Peres la ha calificado como un avance "positivo", en tanto que Ariel Sharon, de pronto conciliador, ha declarado estar dispuesto a discutirla con ¡los dirigentes saudíes!
Demasiada unanimidad en torno a una iniciativa que no sobresale precisamente por su singularidad. Porque "la iniciativa" del príncipe Abdallah no tiene nada de novedosa; en sí misma, constituye el núcleo de las propuestas árabes y palestinas, es decir, "paz a cambio de territorios". La propuesta que el príncipe Abdallah pretende "sacar de su cajón" es un clásico de las posturas árabes: "retirada total [israelí] de los Territorios Ocupados, Jerusalén incluida, a cambio de una normalización plena". Cosa que Israel ha venido rechazando durante décadas con el apoyo de EEUU.
¿Por qué entonces Washington ve ahora aspectos "novedosos" en la propuesta del dirigente saudí? ¿Será porque EEUU sólo apuesta sobre seguro? Se trataría, ahora que EEUU parece cada vez más ocupada en la planificación de una acción bélica contra Iraq, de dar nuevamente al amigo saudí razones para que le apoye. La sucesión de elogios desde las capitales árabes, seguidas de las occidentales, ha tenido el efecto de hacer que el príncipe Abdallah adquiera la estatura de un hombre capaz de conseguir el consenso de los países árabes, incluso del mundo islámico en virtud de su papel de futuro custodio de los Santos Lugares.
Plena normalización
Dado que la propuesta carece de la menor novedad, cabe preguntarse si la satisfacción de EEUU, y por extensión de Israel, no se debe más que a la lectura de dos palabras: "normalización plena". Eso es lo que cuenta; el resto se considera, como es práctica habitual por parte de Israel, como algo secundario y, en todo caso, sometido a las eternas ideas y venidas del proceso negociador. Es de sobra conocido que desde los acuerdos de Oslo los israelíes han sobresalido en el arte de la tergiversación. Cabe pensar que ahora pretenden conseguir una "normalización plena", mientras negocian sobre cuestiones acerca de las cuales, en virtud de las resoluciones internacionales, no cabe negociación, sino únicamente la retirada total.
La propuesta es una manera de empujar al resto de países árabes a firmar un nuevo contrato leonino a semejanza del impuesto a los palestinos en [los Acuerdos de] Oslo, y que Israel, tras haber mareado a Arafat con interminables maniobras, ha terminado enterrando. Al presentarla como algo novedoso, tanto EEUU como Israel esperan que fructifique una propuesta que no es sino una simple operación de relaciones públicas de una Arabia Saudí víctima de feroces ataques por parte de los medios de comunicación norteamericanos. Cuando el custodio de los Santos Lugares del islam y el mayor productor de petróleo del mundo ha ofrecido una normalización plena, incluido un intercambio de embajadores, la cosa no es como para desdeñarla y bien merece que un matarife como Sharon finja prestarle atención. Sobre todo, y eso es lo más importante, teniendo en cuenta que el príncipe Abdallah no se ha dignado mencionar el derecho al retorno de los refugiados palestinos, que sigue siendo una cuestión esencial.
A esta omisión, que agrada sobremanera a los israelíes, hay que añadir que el "avance" en la cuestión palestina serviría para justificar un ataque contra Iraq. Quizás la iniciativa del príncipe Abdallah sea estrictamente saudí, pero todo indica que norteamericanos e israelíes lograrán explotarla en beneficio propio.
*K. Selim es columnista del diario argelino Le Quotidien d'Oran. Título original del artículo: "Pleine normalisation pour un marché de dupes".
Le Quotidien d'Oran, 1 de marzo de 2002
Traducción: CSCAweb (www.nodo50.org/csca)
Nota de CSCAweb:
1. El plan saudí ha recibido igualmente el apoyo de la reunión ministerial de la UE y el Consejo de Cooperación del Golfo celebrada en Granada los días 27 y 28 de febrero. Véase el comunicado final de la reunión en Comunicado Conjunto - XII Consejo Conjunto y Reunión Ministerial UE - CCG (Granada, 28 de febrero de 2002) -en inglés-, y en CSCAweb sobre la reunión el texto de Ignacio Gutiérrez de Terán La dinámica belicista de EEUU contra Iraq y la propuesta saudí sobre el conflicto palestino-israelí, temas centrales del encuentro en Granada entre el Consejo de Cooperación del Golfo y la UE.