Medio Oriente
|
21 de marzo del 2002
Va por el pueblo iraquí
Joaquín Navarro Estevan
Pensar que existe un "Eje del Mal" al margen de EEUU sería hilarante si no pudiera tener efectos mortíferos. Si en estos momentos se realizase una encuesta mundial sobre los países que los ciudadanos consideran una amenaza para la paz del mundo, EEUU aparecería, sin duda alguna, en primer lugar. Su poder militar es inmenso; su agresividad, prácticamente ilimitada; su respeto a las normas internacionales, inexistente; y su decisión de imponerse como Imperio, por encima de cualquier Derecho, incuestionable
La UE, Rusia, China, los países árabes en su conjunto y la inmensa mayoría de la opinión mundial desaprueban plenamente cualquier agresión armada USA contra Iraq. Saben que no existen razones objetivas para considerar al régimen iraquí como un riesgo para la paz mundial, para la estabilidad de la zona o para los intereses occidentales o pronorteamericanos. Saben también que el mantenimiento de las sanciones carece también de cualquier sentido político o constructivo -dado el creciente ritmo de intercambios comerciales de Iraq y su reconocimiento generalizado en la economía mundial- y sólo perjudica a los sectores más vulnerables y desvalidos del pueblo iraquí. Saben finalmente que la financiación, a costa del dinero iraquí, de oposiciones políticas artificiales sólo está abonando la existencia de bandas criminales que plantearán graves problemas a los países vecinos.
Nada, salvo la venganza, aconseja cualquier agresión contra Iraq. Su régimen y su pueblo están demostrando una extraordinaria solidez frente a embargos o amenazas, contra integrismos de todo tipo, contra cualquier propensión a la desmesura y la hostilidad. EEUU ha hecho extraordinarios esfuerzos para implicar a Iraq entre los países proclives al terrorismo islámico que asoló las Torres Gemelas aquel trágico 11-S. Ni el más mínimo vestigio, ni la más ligera huella. Sus expertos conocen el nivel armamentístico de Iraq y saben que no ha desarrollado, ni está en sus planteamientos de futuro, planes de almacenamiento, potenciación o "especialización" para un ataque exterior de cualquier tipo. Está cumpliendo fielmente -no la otra parte- el programa "petróleo por alimentos", que ha mostrado su absoluta inanidad y su formidable eficacia para sangrar la economía iraquí hasta límites de inhumanidad mientras engorda la faltriquera de la burocracia de Naciones Unidas (NNUU) y de los "países dañados" acreedores [1].
EEUU y el 'Eje del Mal'
Pensar que existe un "Eje del Mal" al margen de EEUU sería hilarante si no pudiera tener efectos mortíferos. Si en estos momentos se realizase una encuesta mundial sobre los países que los ciudadanos consideran una amenaza para la paz del mundo, EEUU aparecería, sin duda alguna, en primer lugar. Su poder militar es inmenso; su agresividad, prácticamente ilimitada; su respeto a las normas internacionales, inexistente; y su decisión de imponerse como Imperio, por encima de cualquier Derecho, incuestionable.
Sus aliados de la Unión Europea (UE) están sorprendidos y escandalizados. Confiaban en que, después de la "coalición contra el terrorismo" -la epopeya de Afganistán- contarían algo más en los planes estadounidenses. Y se encuentran con el rechazo y el desprecio. EEUU actuará sin prestarles la más mínima atención, unilateralmente, según sus intereses de cada momento. Ni la UE ni la OTAN ni la coalición antiterrorista: todos al garete. En medio de la desolación que esas actitudes han provocado entre los más garridos aliados, una frase de Chris Patten, responsable de Defensa de la UE, ha aliviado el ambiente: "Hasta Gulliver necesitó a los liliputienses". Casi todos han llorado de gozo. Existen para EEUU, aunque sea como liliputienses.
Sin embargo, dentro de algunos países occidentales existen graves tensiones por el profundo desacuerdo ante una hipotética guerra contra Iraq. Francia se opone radicalmente. Como Alemania, España, Portugal, Italia y el resto de la UE, salvo el Reino Unido. Pero dentro de éste, en las propias filas laboristas, las discrepancias se multiplican. ¿Para qué una nueva agresión a Iraq?, ¿sin el Consejo de Seguridad de NNUU, en el que Francia, Rusia y China plantearían gravísimos obstáculos?, ¿alimentando el odio antioccidental del Tercer Mundo?, ¿ atizando aún más el terrorismo internacional?, ¿fomentando el odio a EEUU, cuyos niveles bajan sin cesar en la bolsa de la ética y la dignidad internacional? ¿Merecerá la pena asesinar a otro medio millón de niños y niñas iraquíes?, ¿devastar de nuevo, ceniza sobre ceniza, auténticos tesoros de la Humanidad?; ¿otro genocidio aún más sangrante, feroz e infundado que el anterior?, ¿otra demostración de que el Imperio es el Terror y no hay más terrorismo que el imperial?, además, con el fascismo aleteando en el horizonte estadounidense. Un poder único e incuestionable. Un Führer que crea el Derecho al servicio del Estado y actúa como único juez. Una sola nación que manda e impone sus criterios, sin que los ciudadanos existan salvo como masa de maniobra. Una Cruz, un Imperio y una Espada, la Cruz del único Dios verdadero, que es el que bendice a América y lucha contra la Media Luna y otras creencias bárbaras, agresivas e ignorantes; el Imperio que impone el pensamiento único, la política correcta, la mentira universal, la eliminación de las verdades plurales; y la Espada más terrible que ha existido -no es la Tizona de Rodrigo Díaz de Vivar ni la Excalibur de Arturo, es la máquina nuclear más horriblemente destructora que han conocido los tiempos.
Hay que pararlos
Hay que pararlos. Antiglobalización a todos los niveles y a fondo. Ataques pacíficos a los intereses norteamericanos en el comercio, en la cultura, la economía y el deporte mundial. Desobediencia civil. Insurrección por los cuatro costados. La sociedad civil del mundo civilizado no puede contemplar pasivamente esta ignominia. Más que nunca, el progreso y el progresismo están en la defensa de los oprimidos, de los amenazados, de los desvalidos, de los que exigen justicia y libertad en lugar de chantaje, pobreza, desigualdad, hambre e ignorancia. Libertad frente al miedo, libertad frente a la miseria. Hay que pararlos. Ganar el futuro dándolo todo en el presente. Hasta quedarnos sin nada más que el penacho. Como dice la hermosa seguidiya:
"Tengo las manos vacías
de tanto dar sin tener
pero las manos son mías"
Va por el pueblo iraquí.
Nota de CSCAweb:
1. Iraq ha de destinar una cuarta parte (hasta el pasado año, un tercio) de todas sus exportaciones de crudo - incluidas las que realiza desde enero de 1997 en el marco del programa "petróleo por alimentos"- al pago de la denominada "deuda de guerra". Desde el inicio del programa humanitario Iraq ha pagado en concepto de indemninizaciones más dinero del que ha recibido en productos de primera necesidad en estos años. En la actualidad, Kuwait recibe las mayores cantidades de dinero de esta partida