El informe sobre Irak del IISS: ¡Qué importan los hechos!
Fred Weston
In defence of Marxism Traducido para Rebelión por Germán Leyens
"La primera víctima de la guerra es siempre la verdad." El informe del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS), constituye una prueba aplastante del antiguo proverbio.
El informe del IISS fue presentado al mundo como la investigación más exhaustiva sobre la adquisición por Irak de armamento nuclear, químico y biológico, y sus posibles medios de lanzamiento. Está siendo presentado por el partido de la guerra en Washington y por Tony Blair como una "prueba" concluyente de que Sadam Hussein está sólo "a unos meses" de lanzar una bomba atómica. En realidad, el informe demuestra precisamente lo contrario.
Publicado con una fanfarria de trompetas sólo días antes del 11 de septiembre, y en uno de los períodos más críticos del debate sobre Irak, el informe del IISS está calculado para atraer el máximo de publicidad e influenciar a la opinión pública. Fue compilado en ocho semanas, comenzando en junio y se basa en informes de UNSCOM, de los inspectores de armas de la ONU (que no han estado en Irak desde 1998), en consultas con "expertos" sobre lo que podría haber ocurrido desde entonces, y en recortes de periódicos. ¿Qué es el IISS? Aunque el informe fue presentado a la opinión pública como un trabajo de expertos imparciales, está lejos de ser el caso. El IISS fue establecido en 1958 en plena Guerra Fría, y tiene lazos muy estrechos con el gobierno y el establishment. Cuando mudó su central de Covent Garden a Arundel House, Lady Thatcher y Lord Robertson de Port Ellen, (el secretario general de la OTAN), figuraban en la lista de invitados. Basta para darnos una idea bastante buena de sus tendencias políticas.
El documento fue presentado ayer de manera dramática por el Dr. John Chipman:
"La guerra, las sanciones y las inspecciones han revertido y retardado, pero no eliminado la capacidad de armas nucleares, biológicas y químicas y de misiles de largo alcance, tampoco han eliminado el permanente interés de Bagdad en el desarrollo de esas capacidades," dijo el Dr. John Chipman. "Esperen, y la amenaza aumentará. Ataquen, y la amenaza puede ser realizada."
¿Quién es el Dr. Chipman? Es el director del Instituto y un antiguo miembro de la OTAN. El redactor del informe, el Dr. Gary Samore, trabajó antes en el Departamento de Estado de EE.UU. durante la administración Clinton. ¿Cómo se financia el Instituto? La organización insiste en que es independiente y que no recibe ningún financiamiento general gubernamental. Sin embargo, recibe financiamiento "para la organización de reuniones y para la investigación de departamentos gubernamentales". Según el portal de IISS en la red, proviene de "una serie de organismos y fundaciones internacionales", de miembros individuales y corporativos, y de sus publicaciones.
El instituto gastó 8 millones de libras esterlinas en la renovación de Arundel House, la antigua casa en la ciudad de los duques de Norfolk, de esa suma 1 millón provino del Hollinger Group de Conrad Black, que es dueño del periódico derechista conservador Daily Telegraph. Otras donaciones provinieron del Ministerio de Relaciones Exteriores de Taiwán (350.000 libras) y del gobierno japonés (130.000 libras). El Foreign Office británico contribuyó otras 100.000 libras. ¡Y después hablan de "independencia"!
No se trata de un estudio imparcial y científico. Es evidentemente un producto de propaganda diseñado para justificar a cualquier precio la guerra contra Irak. Pero un cuidadoso examen del texto muestra que sus declaraciones no justifican sus conclusiones. Un artículo de Kim Sengupta en el Independent de hoy señala que el informe muestra que "en realidad Irak es mucho más débil en cuando a armas de destrucción masiva y en todos los demás campos militares de lo que fue en 1991 antes de la Guerra del Golfo." Y que "las posibilidades realistas de obtener, y ni hablar de lanzar, un arma atómica sin una "sustancial" ayuda externa, está a años de distancia." ¿Amenaza nuclear? Respecto a las armas nucleares, el informe indica que, después de la triplicación de los precios del petróleo después de la guerra árabe-israelí de 1973 y el aumento de los ingresos del petróleo, Irak se lanzó en un ambicioso programa nuclear. Sin embargo, los ataques de la aviación israelí destruyeron el Centro de Investigación Nuclear de Tuwaitha cerca de Bagdad, retrasando considerablemente el programa.
El programa iraquí pasó a la clandestinidad y en 1990 había alcanzado un nivel que le permitía producir dos bombas nucleares por año, y –si no hubiera sido por la Guerra del Golfo- "Irak podría haber acumulado un arsenal nuclear de una docena o más de armas a fines de la década." De nuevo, según el informe: "los ataques de la Guerra del Golfo devastaron las instalaciones nucleares abiertas y clandestinas de Irak. Todas las principales instalaciones, incluyendo todos los reactores de investigación protegidos y la mayor parte de los laboratorios, fueron dañados o destruidos."
Después de la derrota de Irak en 1991 hubo inspecciones de armas durante años, las que sólo terminaron en 1998. Parece que Irak intentó ocultar su programa nuclear destruyendo parte de la evidencia. El "potencial nuclear no fue completamente eliminado... la pericia técnica del programa nuclear de Irak sobrevivió."
El informe señala que desde 1998: "Bagdad retiene un fuerte interés en el desarrollo de armas nucleares pero parece improbable que Irak haya producido, o esté cerca de fabricar, armas nucleares con material nuclear producido en el país."
El informe concluye que: "Irak podría producir armas nucleares dentro de un plazo relativamente corto si de alguna manera pudiera adquirir suficiente material nuclear de una fuente extranjera pero no hay evidencia de que lo haya hecho." ... "Irak podría desviar radioisótopos que se encuentren en el país, u obtener material de fuentes extranjeras para un arma radiológica. Pero cómo podría ser lanzada un arma semejante, y su efectividad, es algo cuestionable."
¡En otras palabras, no hay evidencia alguna de que Irak tenga la capacidad de fabricar armas nucleares, y mucho menos de lanzarlas! Armas biológicas y químicas Respecto a las armas biológicas, el informe dice que en la época de la Guerra del Golfo Irak había rellenado municiones con armas biológicas y las había desplegado. Se autorizó a algunos comandantes a utilizarlas "si Bagdad era amenazada o si existía la amenaza de un ataque nuclear de los aliados. Los países de la coalición no tuvieron conocimiento de este hecho hasta 1995."
Durante los años de las inspecciones de armas, UNSCOM encontró trazas de agentes de armas biológicas en los contenedores de ojivas para misiles al-Hussein y de bombas R-400, pero no pudieron verificar la cantidad. No hubo verificación de las afirmaciones iraquíes de que el programa había sido terminado en 1991. Desde 1998, afirma el informe; "Irak posee una capacidad industrial y una base de conocimientos para producir agentes rápidamente y en el volumen deseado. Además de las municiones militares convencionales, el lanzamiento de armas biológicas por individuos o por pequeños grupos actuando como comandos o terroristas sigue siendo una amenaza plausible contra la cual es muy difícil defenderse."
Ya que no se hace ningún intento de demostrar que Irak tenga alguna intención de realizar semejantes operaciones, esto es especulación pura. El informe continúa: "Las municiones biológicas iraquíes podrían provocar terror y provocar una fuerte reacción política pero es poco probable que causarían víctimas masivas, a menos que Irak haya hecho adelantos sustanciales en la tecnología de lanzamiento."
En otras palabras no hay, para comenzar, absolutamente ninguna prueba de que Irak posea dichas armas (el informe sólo habla de un potencial), e incluso si las tuviera, no tiene medios efectivos de lanzarlas. Debiéramos anotar de paso que incluso durante la Guerra del Golfo los iraquíes sólo consideraron el uso de armas biológicas en autodefensa (en caso de un ataque contra Bagdad o si EE.UU. atacaba con armas nucleares) y en realidad nunca las utilizaron.
Finalmente, el informe dice sobre las armas químicas que, desde 1982 a 1988, Irak construyó instalaciones de armas químicas en escala industrial, y que almacenó materias primas. "Produjo municiones químicas efectivas (si bien primitivas) en forma de bombas aéreas, granadas de artillería y cohetes."
Durante la Guerra del Golfo, Irak "aparentemente movilizó sus fuerzas químicas, rellenando las ojivas de misiles al-Hussein, bombas aéreas R-400, y otras municiones.
Pero luego agrega que: "Durante los años de inspección, "es poco probable que Irak haya producido nuevas cantidades sustanciales de agentes o municiones entre 1991 y 1998."
El informe concluye: "Aunque las actuales capacidades químicas de Irak han sido reducidas de su alto nivel en 1990, antes de la Guerra del Golfo, es probablemente capaz de movilizar una capacidad limitada para su uso en la batalla contra objetivos civiles."
Ahí lo tenemos. El informe concluye que, lejos de aumentar sus capacidades, las actuales capacidades químicas de Irak son inferiores a lo que eran en 1990 antes de la Guerra del Golfo. Ahora son sólo "probablemente" capaces de movilizar una "pequeña capacidad para su uso en la batalla contra objetivos civiles."
Hasta los autores de este informe amañado se avergüenzan de tener que publicar una propaganda tan descarada. Se sienten obligados a matizar sus palabras y a tratar de escaparse por la tangente con "sis" y "peros". Sin embargo, el informe concluye: "La actual capacidad química de Irak incluye probablemente cientos de toneladas de agentes (presumiblemente una mezcla de gas mostaza y nervioso, probablemente sarín y ciclosarín) y tal vez algunos miles de municiones."
Probablemente, cada una de estas "estadísticas" han sido inventadas en el Departamento de Estado, probablemente con la complicidad de algunos de los ex "inspectores", que tal vez tienen excelentes imaginaciones. Pero no hay ni una brizna de una evidencia concreta o prueba.
Hablando del suministro iraquí de misiles balísticos, cruciales para la capacidad de lanzar este temible (aunque imaginario) arsenal, el informe recuerda que un ataque con un misil al-Hussein contra una instalación militar de EE.UU. causó la mayor cantidad de víctimas estadounidenses en un solo incidente, y que la movilidad de los lanzadores significó que no se destruyeron misiles operativos durante la guerra.
Es muy cierto, pero se refiere a una situación que existió hace diez años. Desde entonces Irak ha sufrido una seria derrota militar, seguida por diez años de un brutal bloqueo económico y hasta 1998 de un régimen de inspección tan riguroso que ni una mosca podía escapar a su atención, sobra hablar de misiles balísticos. Durante los años de la inspección, el informe admite: "UNSCOM hizo considerables progresos en la verificación de declaraciones iraquíes sobre su campaña de destrucción pero continuaron las dudas sobre una pequeña cantidad de misiles, ojivas, propergol para misiles, y piezas de motores importados y producidos en el país."
Sin embargo, continúa el informe, Irak negoció secretamente con 500 compañías de 40 países en un intento de obtener tecnología sobre misiles. Consecuentemente, posee una "pequeña cantidad" de misiles al-Hussein con un alcance de 650 Km que podrían llegar a Israel, Arabia Saudí, Kuwait y Turquía. El informe concluye: "Irak probablemente tiene una pequeña cantidad de misiles. Algunos panoramas de la peor posibilidad hablan de varias docenas de misiles; una cifra más realista es de cerca de una docena."
¡Eso es! ¡La montaña parió un ratón! Después de tanto lío, con la intención de causar el máximo de alarma internacional, los autores del informe concluyen que –tal vez, quizá, concebiblemente- puede ser que Irak posea "cerca de una docena" de misiles capaces de lanzar esas armas de destrucción masiva que ellos –probablemente, posiblemente- también poseerían.
Para liberar al mundo de la amenaza que presentan esas hipotéticas armas de destrucción masiva, EE.UU. conducirá a las fuerzas amantes de la paz del Mundo Libre en un ataque contra Irak que será lo que se quiera, pero no hipotético. No habrá, por cierto, necesidad de producir ningún informe que demuestre la existencia de los cohetes, bombas y balas que pronto comenzarán a llover sobre Bagdad. No son hipotéticos, son demasiado reales.
No sólo no prueba el informe que Irak realmente posea armas de destrucción masiva, tampoco produce un solo indicio de evidencia de que Bagdad haya tenido jamás la intención de utilizarlas, si es que existen. Al contrario, el vasto arsenal químico, biológico y nuclear de Estados Unidos –de lejos el mayor del mundo- no es hipotético sino real, y ha sido ciertamente utilizado.
Este hecho lo conocen bien los habitantes de Hiroshima y Nagasaki cuyas ciudades fueron destruidas por bombas atómicas de EE.UU. en 1945, a pesar de que Japón estaba tratando de rendirse. Y el pueblo de Vietnam ha tenido su propia experiencia de los efectos de los químicos lanzados en inmensas cantidades desde los bombarderos de EE.UU.. Todo esto está perfectamente justificado, saben, ya que esas armas de destrucción masiva (reales, no hipotéticas) están en "nuestras" manos y no en las de "ellos".
En la sucia historia de la diplomacia internacional ha habido numerosos documentos fraudulentos, preparados para envilecer el nombre de un país o de otro y así justificar la agresión armada. Pero en cuanto a dejadez, falta de rigor y descarada audacia, éste es un candidato incomparable para el primer puesto. 11 de septiembre de 2002
http://www.marxist.com/MiddleEast/iraq_iiss_report.html