7 de agosto del 2002
Crecen las dudas israelíes frente a los continuos ataques de la insurgencia
Resumen Latinoamericano
El dilema sobre qué más puede hacer el Ejército
de Israel que no haya hecho hasta ahora absorbe a la opinión pública
desde que los atentados palestinos se multiplicaron a partir del pasado 23 de
julio, cuando un proyectil lanzado desde un avión F-16 israelí
mató a Salah Shahade y a 14 civiles.
«Mientras el Gobierno se abstenga de bombardear las ciudades palestinas desde
el aire, seguiremos sufriendo bajas», decía ayer el diputado ultraderechista
Mijael Kleiner. La ultraderecha exige que se suspendan las «medidas de alivio
a la población palestina» que fueron ratificadas ayer por Sharon para
hacer «una clara distinción entre civiles y terroristas».
Israel ocupa desde el 18 de junio siete de las ocho ciudades de Cisjordania
y tiene dividida en cuatro sectores la franja de Gaza. El jueves, tras el atentado
en la Universidad, el Ejército lanzó su operación «Quizá
esta vez» contra las infraestructuras de Hamas en Nablús y otras ciudades
palestinas.
Después de tres días de redadas, los logros del Ejército
son bastante limitados. Ha destruido cuatro supuestos laboratorios y arrestado
a medio centenar de activistas, pero los ataques antiisraelíes se están
multiplicando. Anuncian un atentado de «dimensiones sin precedentes» El ministro
israelí de Defensa, Benjamin Ben Eliezer, se reunió anoche con
altos mandos del Ejército para estudiar la decisión ante las amenazas
de Hamas. Un portavoz islamista dijo que de los diez atentados que han prometido
por la muerte de Shahade, el tercero será «de dimensiones sin precedentes».
El ministro palestino de Cooperación Internacional, Nabil Shaat, criticó
ayer los ataques contra civiles israelíes y aseguró que sólo
perjudican los intereses palestinos.