Se caldean los ánimos horas antes de que comience en Johannesburgo la Cumbre de la Tierra
Reprime la policía sudafricana marcha en favor de la
liberación de 80 ex soldados
Anuncian organizaciones no gubernamentales una jornada de protestas el próximo
sábado
Detienen a activistas de Greenpeace por escalar los muros de una planta de energía
nuclear
REUTERS Y AFP / LA JORNADA
Johannesburgo, 24 de agosto. A dos días de que se inicie la Cumbre
de la Tierra en esta capital sudafricana, la policía reprimió
con gases y un centenar de efectivos antidisturbios una marcha pacífica
internacional de 500 personas en el centro de Johannesburgo.
Los manifestantes, que represen-taban a varios movimientos latinoamericanos,
canadienses, in-dios y estadunidenses se dirigían con velas en mano a
una de las prisiones municipales para pedir la liberación de más
de 80 ex soldados sudafricanos detenidos re-cientemente cuando reclamaban sus
pensiones.
Los organizadores del acto de-clararon que una semana antes pidieron permiso
al gobierno para realizar la marcha, como exigen las normas, pero no recibieron
respuesta de las autoridades.
Por ser un acto público ilegal, la policía les cortó el
paso metros después de comenzada la marcha y lanzó varias granadas
de humo contra los manifestantes. Ninguna persona resultó herida.
Asimismo, la policía detuvo a un grupo de activistas de la organización
ecologista Greenpeace por escalar los muros de una planta de energía
nuclear, también en un acto de protesta.
Los detenidos subieron por un edificio de la planta nuclear de Koeberg, localidad
situada en la costa, cerca de Ciudad del Cabo. Este centro es el único
de este tipo que existe en todo Africa.
Los activistas desplegaron dos pancartas color amarillo y negro en las que se
leía "armas nucleares fuera de Africa: Greenpeace".
La policía arrestó a tres de los activistas antinucleares en el
edificio de 15 metros de altura, que ab-sorbe agua del mar y la utiliza para
refrescar sus dos reactores.
Otros tres miembros de la organización ecologista quedaron colgados de
unos cables.
Llegan más antiglobalizadores
Por su parte, organizaciones no gubernamentales que participan en una cumbre
paralela a la de la Organización de Naciones Unidas (ONU), también
en la capital su-dafricana, prometieron realizar una jornada de protestas el
próximo 31 de agosto, con o sin la autorización de la policía.
El responsable del foro de las organizaciones no gubernamentales, Desmond Lesejane,
en declaraciones a la prensa internacional negó las críticas sobre
la falta de participación u organización de esta reunión
alternativa.
Muzi Khumalo, otro portavoz del encuentro, señaló que "creo que
llegaremos a 30 mil (asistentes) antes del fin de la cumbre. Visto el ritmo
con el que están llegando las personas, podríamos incluso llegar
a 40 mil", el número previsto inicialmente, aseguró.
Mientras, representantes de va-rios gobiernos se sentaron a negociar juntos
este sábado con vistas a lograr un acuerdo que salve del naufragio a
la Cumbre de la Tierra que comienza el lunes próximo, auspiciada por
la ONU.
Delegados en el centro de convenciones Sandton enfrentan una disputa entre los
países pobres, que exigen más ayuda y un co-mercio más
justo, y los ricos, re-nuentes a prometer más dinero.
Activistas de los países en desarrollo acusaron a estadunidenses y europeos
de defender los intereses de las grandes corporaciones globales a costa de los
pobres.
Los negociadores, que tratan de rescatar a los africanos y a los habitantes
de otras regiones de la pobreza sin provocar los daños al medio ambiente
causados por la industria en Occidente, enfrentan varios problemas, desde cómo
au-mentar el uso de la energía renovable hasta mejorar de los servicios
de salud.
El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, no estará entre el centenar
de líderes extranjeros que asistirán a la conferencia cumbre de
10 días, y enviará en su lugar a su secretario de Estado, Colin
Powell.
Este sábado, un funcionario es-tadunidense respondió en Johannesburgo
a la críticas respecto de la ausencia de Bush, al afirmar que el mandatario
está comprometido con la cumbre.
"El presidente Bush ha estado totalmente involucrado y comprometido durante
meses con la cumbre", aseguró John Turner, secretario adjunto para asuntos
am-bientales internacionales, en de-claraciones a Reuters.
"Pero ahora se necesita su liderazgo en Estados Unidos, en la seguridad, internacional
y doméstica, y en la economía. El realmente está concentrado
en esos dos temas", añadió.
Muchos delegados dijeron que hay más voluntad para alcanzar un acuerdo
que en las últimas conversaciones preparatorias, realizadas en junio
en el balneario indonesio de Bali.
El resultado de 18 meses de negociaciones ha sido un borrador de 77 páginas,
enfocado en la re-ducción de la pobreza y la protección del ambiente.
"Hay asuntos cruciales pendientes aún", dijo un delegado de un gran país
en vías de desarrollo, tras las primeras reuniones, que no fue identificado
por Reuters.
"Esto no es sólo una disputa entre el norte y el sur", opinó por
su parte Carsten Staur, secretario de Estado del Ministerio de Relaciones Exteriores
de Dinamarca, que se encuentra en la actualidad en la presidencia rotatoria
de la Unión Europea.
Staur indicó que la Unión Europea está a favor de establecer
nuevos objetivos, como por ejemplo disminuir drásticamente la proporción
de los que que carecen de acceso a condiciones adecuadas de salubridad, que
son un estimado de 2 mil 400 millones.
El objetivo del borrador de la cumbre, aunque ambiguo y repetitivo de muchas
de las promesas hechas en 1992 en la primera Cumbre de la Tierra, en Río
de Janeiro, es revivir esfuerzos para un mundo más justo y protector
del medio ambiente, señalaron los analistas políticos.
El borrador del documento final dice que los países ricos deberían
dar 0.7 por ciento de sus ingresos para ayudar a las naciones en de-sarrollo,
pero esa promesa se hizo por primera vez en 1970 y el promedio actual de la
ayuda aún es menos de la mitad de esa cifra.
Los países ricos ya han prometido disminuir drásticamente para
el año 2015 la cantidad de personas que viven con menos de un dólar
al día, pero se resisten a comprometerse con acciones más específicas
para aumentar la ayuda económica o liberalizar el comercio, al alegar
que esos temas deben ser tratados en otros foros internacionales, como la Organización
Mundial de Comercio.