|
13 de julio del 2002
Manual del Perfecto Lanzador de Piedras (palestino)
Manel Martínez González de la Rubia
La Haine
Como bien sabeis la trayectoria de una piedra lanzada con o sin mala
"uva" es de una parábola. Cuando ya no se encuentra en la mano su retorno
es imposible y se puede decir que es dramático e irreversible. Bien es
cierto que el daño que pueda causar a un tanque o a un soldado israelí
es aparentemente ínfimo. Pero solo aparentemente. Si nos dejamos llevar
por la rabia y la visceralidad, ¿cómo pretenderemos arreglar o solucionar
un conflicto?.
Estos consejos que siguen vienen a resolver está delicada cuestión.
Es verdad que multitud de judíos e israelíes bienintencionados
colaboran asiduamente a este esclarecimiento en medios de comunicación
de mayor o menor tirada. Mi misión es completarlos y darles un carácter
práctico-utilitario. Al fin y al cabo vivimos en la época de lo
concreto y muchas veces pasamos por alto los importantes "matices" que envuelven
las íntrincadas situaciones históricas.
Situémonos, la piedra está a punto de salir de la mano de un adolescente
palestino. La parábola histórica irracional está a punto
de completarse. ¡Niño!. ¡Adolescente!. ¡Escúchame!. Detén
tu mano. Has de tener en cuenta este "Manual del perfecto lanzador de piedras
(palestino)":
1. Has de saber que cada vez que lanzas una piedra estás alimentando
el odio antisemita. Estás importunando una psicología persecutoria
basada en siglos de matanzas y progroms. ¿Quieres ser cómplice de esta
matanza histórica?.
2. ¿Conoces la historia del pueblo judío?. Debes saber que tú
pueblo, el palestino, es un pueblo "naciente". Sois relativamente nuevos en
esta tierra comparado con nosotros. Nuestro derecho a estar aquí es natural.
Estás lanzando tu piedra sobre los ...lógicos habitantes de Palestina.
3. Cuando lo parabólico se imponga a lo estático aparente, quedarás
enmarcado con el resto de terroristas en un cuadro irracional. Has de saber
que en Israel y todo el mundo, contaremos que no eres más que un "sujeto
manipulado" por la corrupta autoridad palestina. Sabemos que no eres un suicida
sangriento pero, ¿qué más da?. Podrías serlo en potencia.
Por lo tanto, debes entender como natural (igual que lo de la tierra) que seas
un objetivo militar.
4. Corres el peligro de ser abatido por un M-16 (made in USA). También
una televisión europea podría recoger ese momento. Te convertirías
en un mártir del engaño, puesto que estando engañado, qué
martirologio puedes provocar sino el de la mentira: acusar a todo el pueblo
judío de ser represor y echarnos en cara nuestra maldad. A nosotros,
las víctimas por definición. Nunca podrás sentir tanto
dolor como el nuestro. Nunca.
5. Debes entender qué es el nazismo. Debes comprender que tener gobernantes
ultraderechistas no es lo mismo que ser nazis. No es lo mismo Hitler que Sharon.
Incluso para tí, adolescente que miras con cara inocente. Esas comparaciones
son odiosas. Sabemos que es improbable que te dediques a la literatura, pero
¿te gustaría que tus libros fueran retirados de nuestras estanterías
como los del "inculto" y comunista Saramago?. Seguro que no. Espera, tienes
el brazo cansado, ya lo sé. Podrías elegir piedras más
pequeñas, por cierto. No hagas caso de nuestras implicaciones en dictaduras
fascistas de todo tipo. Es todo mentira (a veces te hablo como Estado y a veces
como judío, lo hago a conveniencia, tu no entiendes de estas cosas aún).
6. Veo que no estás al día en los asuntos árabes, tus hermanos.
¿Sabes que tipo de gobiernos tienen esos estados "amigos"?. Humillan a las mujeres.
No tienen democracia. Tus iras empedradas caen sobre la democracia y el parlamento
israelí como una colección de misiles Scud. Tu única salida,
si estás molesto, es presentar una denuncia en el juzgado de primera
instancia de Tel Aviv. En la sección cuarta, si puede ser. La uno, dos
y tres están ocupadas en la denuncia a Sharon por crímenes contra
la humanidad. Tu piedra es una ayuda al sostenimiento de esas dictaduras crueles
de verdad.
7. Multitud de judíos en todo el mundo se sienten avergonzados de vuestra
situación. No nos gusta la política de Sharon. Pero, hombre, no
nos acuseis a todos por igual. Nosotros queremos existir. Tenemos derecho a
la vida. Como cualquier otra persona y pueblo. Esas piedras que lanzas son contra
nosotros, vuestros valedores. Teneis que tener paciencia. Ya te dije que como
nosotros hemos sufrido tanto es posible que os toque sufrir más de la
cuenta. Nuestro rasero no es doble sino triple o cuadrúple.
Creo, sinceramente, que habeis tenido mala suerte coyuntural-histórica.
Bajo mandato británico ya seríais independientes o tendríais
un pasaporte de la corona. Pobres víctimas del juego geopolítico
(cuanto os entiendo). Ahora os toca pasarlo un poco mal, ya digo. Pero nos hacéis
mucho daño alimentando el antisemitismo. ¿Por qué niño
palestino, odias a los judíos?. Entiéndenos, compréndenos,
danos una oportunidad de explicarte qué es un sefardí o un askhenazy.
Espera un momento, detén tu brazo, voy a buscarte unos libritos que te
ayudarán a asimilarnos.
8. No habrás pensado, seguramente, en tus propios dirigentes. Todos ellos
corruptos. Una policía corrompida, cobrando salarios por las nubes, matando
a confidentes por las calles, promocionando a suicidas, sí, suicidas
(me da pánico pensarlo. ¡Oh! Dios mío, cuanto dolor llevo en mi
corazón sensible). Estás lanzando tu piedra contra el enemigo
equivocado. Debes lanzarla sobre tu propio pueblo. Destruye a tu pueblo. Algunos
sionistas lo hicieron con nosotros. Sois demasiados. No cabeis junto a nosotros.
No tenéis ningún sentido.
Destiende el brazo, dáte la vuelta, levanta la mano. Mira a tu padre.
Ese árabe harapiento. Lanza la piedra sobre su cabeza. Supérale.
Mátale. Es el culpable de tu suerte. Luego ven con nosotros. Te ayudaremos
y explicaremos quién eres y de dónde vienes. Tenemos a otros árabes-israelíes
viviendo con nosotros. Sabemos como trataros. Somos buena gente. De la mejor.
Solo queremos compresión. Hemos sufrido tanto que nuestro dolor es violento,
físico, psicológico, infinito, intelectual, de mesa de salón,
de New York, París, Jerusalén, Haifa, Barcelona, Buenos Aires,
militar, dictatorial, económico,...nuestro dolor lo es todo y cuando
es todo, no hay nada que pueda aliviarlo.
www.vladivostok.sonico.com