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Peres afirmó que la operación concluirá dentro de "dos o tres semanas"
Sharon mantiene su línea dura y no retira las tropas
El primer ministro israelí Ariel Sharon mantenía este jueves su línea dura, al reafirmar horas antes de la llegada del secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, que no piensa retirar inmediatamente sus tropas de las ciudades palestinas que ocupan en Cisjordania.
Inflexible, Sharon dijo que había "prevenido a los norteamericanos que el ejército israelí no se retirará de Belén, Jenín, Naplusa y Ramalá, mientras los terroristas que se encuentran allí no se rindan".
Al hablar durante una reunión con policías cerca de Tel Aviv, el jefe de gobierno israelí también rechazó el despliegue de una fuerza internacional de interposición entre israelíes y palestinos.
Sharon "se opone totalmente a una iniciativa semejante, pues una fuerza (de interposición) sólo protegería a los terroristas y perturbaría nuestras operaciones en su contra", explicó un responsable israelí, precisando que, en cambio, el primer ministro no se opone al despliegue de una cantidad limitada de observadores norteamericanos en el caso de que se logre un cese el fuego.
El ejército israelí anunció este jueves que desde el lanzamiento de su ofensiva en Cisjordania, el 29 de marzo, detuvo a más de 4.000 palestinos, de los cuales una cantidad que no fue precisada, fueron puestos en libertad.
Desde hace una semana, Estados Unidos y en especial el presidente estadounidense George W. Bush, pide insistentemente a Israel que ponga fin a esta ofensiva y que sin demora retire al ejército de las ciudades palestinas que volvió a ocupar.
Ya el miércoles, Sharon había manifestado su malestar al pedir a Estados Unidos que deje de presionar a Israel y dijo que el ejército se reservaba el derecho de volver a ocupar localidades evacuadas "en el caso de que se reanude el terrorismo".
Las ciudades que serán evacuadas "permanecerán rodeadas hasta el fin de un período de calma", dijo Sharon, sin precisar su duración.
El ministro israelí de Relaciones Exteriores, el laborista Shimon Peres, afirmó al canal de televisión estadounidense NBC que la operación israelí concluirá dentro de "dos o tres semanas".
Esas declaraciones, que aparecen como desafíos hacia Estados Unidos y al resto de la comunidad internacional, se producen horas antes de la llegada a Belén -procedente de Ammán (Jordania)- del jefe de la diplomacia norteamericana para una delicada misión cuyo objetivo inmediato es lograr el cese de los combates entre israelíes y palestinos.
Powell tiene previsto reunirse con Sharon, Peres y con el ministro israelí de Defensa, Binyamin Ben Eliezer.
También dijo que quiere reunirse con el presidente palestino, Yasser Arafat, asediado desde el 29 de marzo en su cuartel general de Ramalá (Cisjordania).
Israel calificó esa eventual reunión Arafat-Powell de "error trágico", pero dijo que no se opondrá a ella.
En el terreno, el ejército israelí no aflojó su presión en las cuatro grandes ciudades cisjordanas que ocupa, en particular Jenín (norte de Cisjordania), escenario de violentos combates en los últimos días. Este jueves, cuatro palestinos murieron en esa zona.
En Belén (sur de Cisjordania), el asedio de la Basílica de la Natividad seguía sin ningún cambio. En el interior del complejo religioso están refugiados desde el 2 de abril unos 200 combatientes palestinos, junto a quienes se encuentran unos 30 religiosos y una cantidad indeterminada de civiles.
En Roma, el superior de la orden de los franciscanos anunció que el ejército israelí comenzó a disparar este jueves en dirección de la Basílica. Tsahal (ejército israelí) lo desmintió.
Paralelamente, las tropas israelíes efectuaban movimientos de repliegue o nuevas incursiones en otras localidades palestinas.
El ejército anunció que durante la noche del miércoles se retiró de 24 poblados. Los palestinos desmintieron esa información. Las tropas israelíes volvieron a ocupar durante algunas horas la localidad de Bir Zeit, cerca de Ramalá y la noche de este jueves entraron en el campo de refugiados de Aida, en Belén.
En Madrid, el presidente de la Federación de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, Juan Manuel Suárez del Toro, afirmó que la situación humanitaria en las zonas palestinas ocupadas recientemente por Israel es "insostenible y condenable". *