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OCHO OPINIONES SOBRE LA NUEVA GUERRA
Qué está en juego en Medio Oriente
La ocupación israelí del complejo presidencial del líder palestino Yasser Arafat en la ciudad cisjordana de Ramalá bien puede ser el hito que separe un antes y un después en Medio Oriente. El proceso de paz puede haber llegado a su fin, o postergarse de manera indefinida. De cualquier manera, una nueva guerra está tomando forma entre Israel y los palestinos, lo que crea toda una nueva serie de peligros y expone una diversidad de intereses en juego, desde los humanitarios hasta los económicos, políticos y militares. En estas páginas, un mosaico de reflexiones sobre el trasfondo del problema.
El papel de Estados Unidos
Por Norberto Méndez *
La reocupación israelí de los territorios ocupados podría ocurrir por la presión de la propia derecha del gobierno del primer ministro Ariel Sharon para arrasar con todo. El interrogante que aparece es: ¿y después qué? Si se termina con Arafat, ¿qué viene después? De cualquier manera, lo que está ocurriendo es un paso más en la escalada de violencia de los últimos 18 meses de Intifada. Más allá de que Estados Unidos pida moderación al gobierno de Sharon, lo que probablemente ocurra es un aumento de la ofensiva que ya viene existiendo: en vez de 30 habrá 60 tanques pero será un paso más en esta dirección. Con este endurecimiento, lo que Sharon parece buscar es desestabilizar totalmente a Arafat, pero ¿qué queda entonces? Que prevalezcan los grupos extremistas como Hamas es la opción que Estados Unidos quiere evitar, porque entonces se terminaría en una guerra total. Seguramente Israel continuará con una política más dura pero no totalmente confrontativa, porque a Estados Unidos no le conviene. La respuesta final la tiene Estados Unidos. Realmente es muy difícil predecir cómo se sale de esta situación. En el nivel teórico, podría decirse que lo mejor sería la intervención de las Naciones Unidas pero no parece posible. Además, a esta altura, la política norteamericana no se entiende. Se sabía que era ultraconservador pero ya no se sabe hacia dónde va disparar. Ni hablar de la idea de invadir Irak. Por todo esto, Estados Unidos no puede apoyar a fondo a Sharon. Luego de Afganistán, el Golfo, ¿cómo hace para atacar alegremente a Irak? No se ven opciones: los terroristas palestinos han aumentado sus ataques, Sharon asegura que la culpa de todo la tiene Arafat. De cualquier manera, creo que es muy interesante ver lo que pasa al interior de la sociedad israelí, porque cada vez son más las manifestaciones de distintos sectores que piden a Sharon el fin de la ofensiva.
* Politólogo.
Limpieza étnica y crímenes de guerra
Por Heydar Abdel-Shafi, Hanan
Ashrawi, Mustafá Barghouti, Azmi
Bishara, Rana Nashashibi, Eyad Sarraj, Khader Shkirat y Raji Sourani *
Nosotros, los firmantes, creemos que es inminente una ofensiva a gran escala a través de los territorios palestinos ocupados y que ese ataque sin precedentes demanda a la sociedad civil global una respuesta sin precedentes. Por esta razón, llamamos a la sociedad civil global -incluyendo los organismos de derechos humanos, grupos solidarios e individuos– a tomar una acción directa inmediata para parar la guerra total de Israel contra el pueblo palestino y su beligerante ocupación militar de 35 años de la franja de Gaza y Cisjordania, incluida Jerusalén oriental.
Las fuerzas ocupantes israelíes invadieron el viernes complejo del presidente de la Autoridad Palestina Yasser Arafat en Ramalá como parte de una campaña sistemática y larga para socavar, humillar, y destruir al liderazgo político palestino. Las tropas israelíes también han tomado el control total de Ramalá e impuesto el toque de queda. Al mismo tiempo, los funcionarios israelíes han comenzado una acumulación masiva, incluyendo la movilización de 10.000 reservistas, en preparación para una guerra abierta declarada a través de los territorios que promete ser extensa, prolongada y sangrienta.
A principios de este mes, la escalada de ataques –incluyendo los asesinatos intencionales, ataques indiscriminados con proyectiles y bombardeos aéreos, la completa sofocación económica y social y la destrucción en masa de casas y cultivos agrarios– culminó en invasiones a gran escala de las ciudades y campos de refugiados palestinos que mataron a cientos de civiles.
Las declaraciones del primer ministro israelí Ariel Sharon refiriéndose a Arafat como "enemigo" y hablando de la necesidad de "extirpar al terrorismo palestino donde sea que exista" indican que esos ataques están por reanudarse, con mayor ferocidad y amplitud, llevando a consecuencias desastrosas.
Los grupos de la sociedad civil palestina han advertido por años que la libertad de Israel para actuar como un estado por encima de la ley socavaría severamente las posibilidades de una paz justa y duradera. Tras décadas de ocupación, apartheid y limpieza étnica y 18 meses de una guerra abierta contra la población civil, llamamos a la comunidad internacional a no esperar a que se consumen masacres de la escala de Sabra y Chatila de 1982; el tiempo para la acción es ahora.
El apoyo al pueblo palestino mostrado por los grupos de solidaridad internacionales, manifestados en numerosas declaraciones, visitas, y acciones, han mostrado ser invalorable a través de esta crisis. Ahora es el momento para que la sociedad civil global use el impulso que ha generado y la integridad ética que ha demostrado para demandar enérgicamente la acción inmediata de los gobiernos para poner fin a la ocupación, que es la raíz de la causa del conflicto.
Los gobiernos, incluyendo los encuentros actuales en la Comisión de Derechos Humanos, deben enfrentar la presión directa y sin ambigüedades de sus propios pueblos para garantizar el respeto de Israel de la Cuarta Convención de Ginebra y su completo repliegue de los TPO como pasos necesarios hacia el logro de una paz justa y duradera.
A este fin, llamamos a todos aquellos que se oponen a la ocupación, el apartheid, la limpieza étnica y los crímenes de guerra, a los que están comprometidos con la justicia y la paz, a los que están dispuestos a decirle la verdad al poder, a que:
1. Levanten sus voces para romper la conspiración del silencio entre los gobiernos que permite a Israel, que goza del apoyo ilimitado e incondicional de Estados Unidos, cometer crímenes de guerra y otras violaciones de la ley humanitaria internacional con impunidad.2. Claramente, vigorosamente y públicamente manifiéstense ante sus gobiernos y organizaciones internacionales para pedir la protección inmediata y efectiva de los civiles palestinos en los territorios ocupados, a través de protestas, marchas, campañas en los medios y otros medios pacíficos.
3. Demanden a sus gobiernos el fin de la asistencia militar a Israel, suspender sus lazos económicos y el apoyo a la persecución de criminales de guerra, y que insten a otros Estados a hacerlo.
4. Continúen e intensifiquen sus actividades como parte de una campaña sostenida y sistemática para terminar con la ocupación, el apartheid, la limpieza étnica y los crímenes de guerra en los territorios y a apoyar los legítimos derechos y aspiraciones del pueblo palestino.
Ahora es el momento de una acción directa e inmediata, a medida que el patrón de agresión y brutalidad creciente que hemos experimentado en los movimientos de los últimos 18 meses se mueve inexorablemente hacia un desastre cuyas consecuencias sólo podemos comenzar a imaginar. En esta hora oscura de sufrimiento y resistencia decidida, estamos seguros de que lo peor está por venir, pero estamos igualmente seguros de que con el apoyo de la sociedad civil global en este momento crucial, la justicia y la paz prevalecerán.
El terrorismo de Israel
Por Hebe de Bonafini*
Me parece que el terrorismo de Israel está llegando a las últimas consecuencias, porque está avalado por Estados Unidos y porque Naciones Unidas llega tarde a todo siempre. Es sumamente peligroso lo que está pasando, sobre todo, porque los palestinos tienen solamente su cuerpo frente a Israel que tiene aviones, tanques, bombas y ejército; entonces es una masacre a un pueblo. La paz no existe pues no la quiere ni Estados Unidos, ni Naciones Unidas y porque la situación actual es consecuencia del aire que le dio Estados Unidos a Israel. Naciones Unidas debiera intervenir como corresponde para que los palestinos tengan los territorios que le corresponden. Desgraciadamente las cosas son así por los intereses internacionales. Me da mucho miedo porque las guerras empiezan en un lugar y después se extienden; ésta una guerra que no le pasa sólo a los palestinos e israelíes.
(*) Titular de Madres de Plaza de Mayo.
La ambigüedad norteamericana
Por Aluf Benn *
La incógnita mayor que enfrenta el primer ministro es cómo va actuar Estados Unidos ahora, luego de sufrir un fracaso diplomático en Medio Oriente. La iniciativa que la administración Bush trató de generar ha fracasado. No hay cese de fuego; la iniciativa saudita no revivió el proceso de paz; y tanto Arafat como Sharon han desatendido los llamados de Washington. Funcionarios en Jerusalén se preguntaban qué haría la administración Bush haría: salirse del conflicto y llevar a Zinni a casa, o tratar de profundizar su involucramiento. Y si anuncia el fracaso de Zinni, ¿diría meramente Estados Unidos que "las partes no están listas" o declararía quien es responsable del fracaso? En conversaciones diplomáticas, altos funcionarios de la administración Bush dijeron que Israel ayudó pero los palestinos no. Pero hay una gran distancia entre los mensajes como estos y una declaración pública que culpe a Arafat, lo que es probable que complique los asuntos entre Estados Unidos y sus amigos árabes, como ocurrió luego del encuentro de Camp David. Sharon dejó en claro incluso antes del ataque de Netanya que esperaría sanciones norteamericanas severas contra Arafat en el caso de que fallara un cese de fuego fallara y continuara el terror. Hasta ahora, la administración Bush ha montado tres restricciones a Sharon: "no" expulsar a Arafat, "no" a derribar la Autoridad Palestina, y "no" a reconquistar los territorios. ¿Estados Unidos va a aferrarse a esto? ¿Cómo va a limitar EE.UU. la amplitud de la acción israelí, y cómo se asegurarán esos límites? Contra el fondo de las imágenes de Netanya, la administración se ha abstenido de advertir a Israel y pedir restricciones, dando la señal de que Sharon tiene libertad de acción.
* Columnista de Haaretz.
La violación de derechos
Por Adolfo Pérez Esquivel *
Israel está cometiendo una violación a los derechos del pueblo palestino. Pero no es de ahora: Sharon es un hombre guerrerista, que quiere destruir a la Autoridad Palestina. Lamentablemente, la situación de Arafat en este momento es sumamente crítica y esperemos que se respete la vida no sólo del líder palestino, sino también del pueblo palestino; hay que reclamarle a Israel la suspensión inmediata de los ataques que está cometiendo. Sharon no quiere negociar nada ni retirarse de los territorios ocupados, al contrario, quiere seguir avasallando al pueblo palestino. Esta es una avanzada de acción militar como también las acciones terroristas que cometen algunos sectores palestinos. Los palestinos llevan más de 40 años luchando sin lograr una solución definitiva al problema. En toda esta coyuntura tienen una gran responsabilidad Estados Unidos y Gran Bretaña, porque no han permitido avanzar: en ningún momento Estados Unidos condenó a Israel cuando fue condenado por el resto del mundo; y los orígenes de todo están ligados a la posición de Gran Bretaña. Es realmente preocupante la acción israelí y deberían retirarse de inmediato. Israel está avanzando para destruir al pueblo palestino y acorralar o asesinar a Arafat.
(*) Premio Nobel de la Paz.
Un peligro internacional
Por Rosendo Fraga *
En primer lugar, el conflicto palestino-israelí, en caso de escalar, implica un grave riesgo para la seguridad internacional. Israel posee el arma nuclear, y si en algún momento estuviera en riesgo su existencia como nación, seguramente la usaría. Además, Siria –clave en este conflicto– posee los misiles de origen ruso Scud B y C con alcance suficiente para llegar hasta las centrales nucleares de Israel. En consecuencia, hay un interés mundial en evitar que el conflicto estalle. En segundo lugar, el conflicto palestino-israelí tiene un componente cultural. Así como el mundo logró que los atentados del 11 de setiembre no se transformaran en un conflicto abierto entre Occidente y el Islam, el conflicto palestinoisraelí corre el riesgo de plantearse como un choque de culturas o civilizaciones. Más allá de las diferentes posiciones, si el conflicto continúa escalando corre el riesgo de que los factores de índole cultural le den una proyección mundial no deseada. Para el mundo resulta urgente evitar la escalada del conflicto en momentos que las Naciones Unidas muestran fuertes limitaciones para encauzarlo. El rol de Estados Unidos como primera potencia mundial resulta decisivo. En cuanto a Israel, su gran desafío consiste en resolver este conflicto sin violar los valores que han caracterizado la cultura judeo-cristiana a través de los siglos. En particular, los derechos humanos constituyen el gran desafío de Israel en este conflicto.
* Director del Centro de Estudios Nueva Mayoría
La democracia regional
Por Santiago Kovadloff (*)
Esta desgraciada situación favorece a los sectores irreductibles e integristas tanto de Palestina como de Israel. Creo que revertir la violencia es de alguna manera poner fin al pensamiento excluyente en la región. Arafat ha sido derrotado por el pensamiento fundamentalista árabe. La paz es el único camino que garantiza el porvenir del mundo árabe e israelí en el marco de la globalización. Es indispensable que Palestina sea un Estado independiente, pero no sólo para los árabes, sino también para el equilibrio de la región en términos geopolíticos amplios. Por otra parte creo que Israel es la única nación con experiencia democrática en la región y que por eso su aporte en condiciones de paz está llamado a ser decisivo como fuente de un auténtico aprendizaje regional. Yo creo que aprender a convivir en esa región, en Medio Oriente, es un desafío no sólo para la relación entre los árabes y judíos sino para los árabes entre sí; y hacerlo en el marco de un proyecto democrático regional es posiblemente el proyecto que demanda más imaginación, el que implica mayores riesgos y el que abre las mayores posibilidades para esa región. La reocupación de los territorios es el resultado de todas las falencias del proyecto democrático en la región. Los territorios ocupados deben ser devueltos a un interlocutor que aspire a la construcción de un proyecto tan democrático como de aquellos sectores israelíes que bregan por la devolución de los territorios.
(*) Filósofo.
Un pretexto de Sharon
Por Laurence Dang *
Finalmente, las intenciones de Ariel Sharon han quedado claras: ignorará cualquier movimiento hacia la paz. Usando el acto desesperado y aislado de un solo atacante suicida, Sharon ha logrado convencer a Estados Unidos de mirar hacia otro lado mientras comete la última de las violaciones contra el jefe de Estado: declara que Arafat es un enemigo, ataca su complejo y lleva a cabo arrestos masivos. Estados Unidos ha escuchado una y otra vez este desafortunado adolescente suicida que mató a 21 personas. Aunque estas acciones no pueden justificarse, llamar a esto un ataque de terrorismo perpetrado por Yasser Arafat es desmedido y gracioso si no fuera tan trágico. ¿Es el presidente Bush personalmente responsable por cada acto de insania cometido "bajo su liderazgo"?
* Columnista de The Palestinian Chronicle