Comunicado de la Coordinadora de Organizaciones no Gubernamentales de Trabajo con la Comunidad Palestina en Líbano
Traducción: CSCAweb (www.nodo50.org/csca), 1 de abril de 2002

"Pedimos a todas las instituciones internacionales, movimientos sociales, y a todos los pueblos libres del mundo que expresen de cualquier modo que sea posible su solidaridad con el pueblo palestino y presionen a sus gobiernos para ejercer toda la presión posible sobre Israel con el objetivo de hacer que cumpla todas las resoluciones de NNUU"

La Coordinadora de Organizaciones no Gubernamentales dedicadas a trabajar con las comunidad palestina residente en el Líbano condena en los términos más enérgicos posibles el ataque israelí contra el Presidente Arafat y el Pueblo Palestino en Ramallah y varias ciudades de Gaza y Cisjordania.
Israel ha superado todos los límites al atacar y amenazar al Presidente Arafat, destruyendo las instituciones nacionales palestinas y asesinando a sangre fría. Todo esto está ocurriendo con la aceptación del mundo entero, que sigue guardando silencio. Es evidente que EEUU ha dado luz verde para que Israel destruya la Intifada y al Pueblo Palestino. Los hechos acaecidos son extremadamente graves y tendrán consecuencias gravísimas para toda la región.
Los ataques israelíes son una clara violación de todas las resoluciones de NNUU y convenciones de derechos humanos existentes. En consecuencia, pedimos a todas las instituciones internacionales, movimientos sociales, y a todos los pueblos libres del mundo que expresen de cualquier modo que sea posible su solidaridad con el pueblo palestino y presionen a sus gobiernos para ejercer toda la presión posible sobre Israel con el objetivo de hacer que cumpla todas las resoluciones de NNUU, incluyendo la última resolución del Consejo de Seguridad número 1402 que exige la retirada inmediata de las fuerzas israelíes de Cisjordania.
Igualmente, exigimos la presencia de una fuerza de protección internacional que proteja y apoye al pueblo palestino en su lucha por establecer una Estado soberano e independiente con Jerusalén Este como capital, y el retorno de los refugiados según la Resolución 194 de la Asamblea General de NNUU.
Beirut, 31 de marzo de 2002.