16 de octubre del 2002
Scott Ritter, el hombre que mejor conoce el régimen irakí
"Será una matanza, no sólo de tropas, sino también de civiles"
La Tercera
El norteamericano que estuvo a cargo de vigilar las fábricas de armas de Hussein, ahora enfrenta a Washington y se opone a la decisión de destruir el gobierno de Bagdad. Asegura que Bush miente al intentar justificar el ataque, porque asegura que Irak no tiene armas de destrucción masiva.
"Irak no tiene armas de destrucción masiva", dijo Scott Ritter (42 años) hace unos días en Bagdad. Como ex inspector de armas de la ONU en Irak, y considerado el hombre que mejor conoce el poder bélico del país árabe, sus palabras provocaron una onda expansiva que golpeó directamente a Washington y los inminentes planes del Presidente George W. Bush por iniciar una ofensiva total contra el régimen irakí.
Desde que abandonó su cargo en agosto de 1998, Ritter se ha convertido en un polémico opositor a los planes estadounidenses de destruir a Saddam Hussein. Ha dicho que el conflicto sería inmoral, impracticable e injustificable.
Sus detractores en cambio lo han acusado de ser espía israelí, e incluso colaborador de los irakíes, y lo han bautizado como "el mejor vocero de Saddam".
Nacido en el seno de una familia de soldados, Ritter fue marine durante 12 años y en los '80 ingresó a los servicios de inteligencia militar. Durante la Guerra del Golfo sirvió como experto en misiles balísticos bajos las órdenes del General Norman Schwarzkopf. Al terminar el conflicto ingresó a las Naciones Unidas y trabajó durante siete años como inspector de las instalaciones militares irakíes y luego como jefe de esas delegaciones.
Entonces tuvo varios roces con el régimen de Saddam Hussein por su costumbre de realizar inspecciones sorpresivas y detalladas en las instalaciones militares.
En su casa de Nueva York, en la tarde del mismo día que viajó a Bagdad, Ritter sale al paso de quienes lo demonizan y lo califican de mentiroso. "Ahora ya no tengo a nadie", admite. "¿Pero sabes? Cuando defiendes hasta el final la verdad, nunca estás tan solo".
En un reciente discurso sobre Irak, el vicepresidente Dick Cheney argumentó que "los riesgos de la inacción son más grandes que los de la acción". ¿Por qué se opone usted a una invasión a Irak?
No soy ninguna paloma respecto de Irak. En verdad me considero un duro. Pero conozco la realidad de ese país mejor que casi cualquiera en EE.UU., y quizás en el mundo. Además, tengo experiencia en control de armas, en asuntos militares y en inteligencia. Y sé que esta política de derrocamiento de un régimen no va a funcionar. Se nos dice que Irak representa una amenaza a la seguridad nacional de EE.UU., que esa amenaza surge de las armas de destrucción masiva que posee Saddam, por las que tiene un verdadero "apetito". Incluso se nos dice que Saddam es un auspiciador de terroristas, a los que entregará armas para que actúen como prolongaciones suyas y ataquen a EE.UU. Y, por último, se nos dice que el régimen irakí tiene que ser derrocado para así eliminar esa amenaza. No tengo ningún reparo con esa argumentación. Suena lógica. Y la respaldaría ciento por ciento... Si todo eso fuera cierto. No hay evidencia de que Irak tenga armas de destrucción masiva. Los inspectores de armas de la ONU eliminaron el 90 ó 95 % de la capacidad para fabricar dicho armamento. Y los indicadores de que los esfuerzos irakíes por rearmarse son fácilmente detectables no sólo por EE.UU. sino también por Israel, el Reino Unido, Francia y Alemania. Y ninguna de esas naciones ha conseguido evidencia creíble para sostener que Irak ha reconstruido sus instalaciones para producir ese tipo de armas.
- ¿Cuentan los irakíes con agentes biológicos o químicos ocultos?
Lo más peligroso que Irak pudo haber tenido era un arma nuclear. El arma que Irak intentó fabricar no era atribuible a una bomba o a un misil balístico. Se trataba de un arma de grandes proporciones que esperaban liberar para que el mundo supiera que ellos tenían poder nuclear. Nunca lo lograron. En cuento a las armas biológicas, Irak nunca perfeccionó el sistema para el ántrax capaz de ser esparcido por el aire. Lo que produjeron fue el elemento en bruto. La única manera en que un agente biológico irakí podría matarte es si aterriza sobre tu cabeza. Con armas químicas no tienen la habilidad de producir sprays nebulosos para liberar el agente mortífero sobre un área extendida.
- ¿Usted cree que Saddam no ha hecho nada para reabastecerse de armas de destrucción masiva?
Saddam Hussein es un sobreviviente, simple y claro. Por lo tanto, entiende que esas armas representan una píldora suicida. Una cosa que sí sé es que Saddam quiere ser el "líder infalible". En los ojos de la gente en Irak, una vez que Saddam dice algo, ya no se le puede contrariar. A comienzos de año, Saddam declaró que había prescindido de armas de destrucción masiva. Para mí, eso significa que no tiene armas, porque él es "infalible". Considere que antes de la Guerra del Golfo, Saddam firmó con cada país limítrofe tratados de no agresión. La única nación con quien no pactó un pacto así fue Kuwait, a la que terminó invadiendo. Todo el mundo decía que iba a invadir Arabia Saudita, pero él no tenía intención alguna de hacerlo, porque había comprometido su credibilidad personal en que no lo haría.
- ¿Usted piensa que esta probable guerra está siendo peleada por el control de los campos petroleros irakíes?
Esta guerra no tiene nada que ver con petróleo. Siempre hemos tenido acceso a todo el petróleo irakí que queramos, antes y después del embargo. Esta guerra es sobre política ideológica. Es sobre una pandilla de neo-conservadores de Washington que secuestraron la seguridad nacional de EE.UU. para perseguir sus propios fines políticos. Esta gente -Donald Rumsfeld, Paul Wolfowitz y otros- han abrazado una política de unilateralismo y usado la fuerza estadounidense para conseguir dominio global.
- Asumiendo que hay una guerra y que la gana EE.UU., ¿qué pasos debe dar Washington para tomar el control del Irak de posguerra?
Usted asume que habrá victoria. Si Saddam fortifica sus ciudades con las tropas de su "Guardia Republicana", especialmente en la región sunita, la lucha va a recordar a Grozny, en Chechenia. Allí, los rusos no tienen forma de hacerse de las zonas urbanas. Ese es el tipo de pelea de la que estamos hablando. Y si Arabia Saudita no nos presta apoyo, estamos hablando de invadir a través de un solo y estrecho canal de apoyo: Kuwait.
- ¿Y qué hay sobre Turquía?
Será geográficamente imposible llegar a Bagdad desde el norte. Para avanzar con 250 mil soldados tienes que vender la guerra masiva al público norteamericano. La administración Bush no está vendiendo eso, sino la guerra de "revolver y hornear". Una cena lista en cinco minutos. Pero nada de esta guerra tiene que ver con eso. Podríamos ganar, pero tendremos que matar a decenas de miles de irakíes. Será una matanza, no sólo de tropas sino también de civiles. Esta guerra será una carrera contra el tiempo, una carrera contra las bajas norteamericanas y una carrera contra las bajas civiles.
- ¿Celebrarán los irakíes en las calles de Bagdad cuando las tropas norteamericanas venzan a Saddam? ¿Cree que cuenta con mayor apoyo popular de lo que piensan los expertos?
El es más popular que nunca desde la Guerra del Golfo. Saddam ha manipulado cínicamente las sanciones económicas contra el pueblo irakí para su propio beneficio político, transfiriendo la culpa a Estados Unidos. Los irakíes, quienes han sufrido enormemente, no simpatizan con Saddam, pero se mantienen a su alrededor porque nos odian más a nosotros. Tenemos que ser capaces de generar apoyo para una invasión entre algunos de los shiítas y kurdos, porque para llegar a Bagdad hay que penetrar el "triángulo sunita". Los sunitas nunca se alzarán contra Saddam. Pelearán con uñas y dientes.
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- Los irakíes, ¿intentaron sobornarlo?
No como inspector de armas. Cuando fui a Irak e hicimos un documental en el 2000, no podría decir que intentaron sobornarme, pero quisieron ganarse mi favor. No soy "comprable" así es que eso no importa.
- Usted fue investigado por el FBI por ser un agente israelí.
Estoy siendo investigado. No use el tiempo pasado. Fui marine durante 12 años. Fui condecorado en la Tormenta del Desierto y por la CIA por mi trabajo de inteligencia previo a la guerra. Un tipo que pasó siete años trabajando en Irak, sufrió atentados... ¿Investigándome? Me llaman agente israelí, pero el FBI admitió que no tiene intereses persecutorios. No tiene un caso. No soy sólo un espía israelí, como puede ver, también soy un espía irakí.
- ¿Se siente traicionado por su país?
No, mi país no me ha traicionado. Algunos idiotas en Washington D.C. lo han hecho.
Scott Ritter
-Entre 1991 y 1998 participó en 30 misiones de inspección en Irak y lideró 14 de ellas.
-En 1997 fue acusado por el régimen de Bagdad de ser espía de la CIA.
-A principios de 1998 una de sus misiones provocó el momento más crítico entre EE.UU. e Irak desde la Guerra del Golfo.
-En agosto de 1998 renunció a la ONU y acusó a la administración Clinton de intentar desarmar por completo a Bagdad.
-En 1999 publicó el libro "Final del juego: resolviendo el problema de Irak de una vez y para siempre", donde defendió una salida diplomática al conflicto.
-En 2000 el documental "En arenas movedizas: la verdad sobre la ONU y el desarme de Irak" provocó que el FBI iniciara un proceso por espionaje contra él.