Elecciones paquistaníes: ninguna solución para los obreros y campesino
J. Clyne
In Defence of Marxism Traducido para Rebelión por Germán Leyens
Las primeras elecciones generales en Pakistán desde que el general Musharraf se apoderó del poder en un incruento golpe en 1998, no resolverán nada para los trabajadores y campesinos de Pakistán. El general Musharraf, respaldado por el imperialismo de EE.UU., esperaba que las elecciones representarían una transición pacífica a una democracia burguesa y que estabilizarían la situación. Para más seguridad, sin embargo, mantuvo poderes considerables en sus propias manos. En realidad puede disolver la Asamblea Nacional. Y para mayor seguridad, sólo graduados universitarios pueden presentarse a las elecciones.
Sin embargo, no se puede esperar otra cosa que más caos mientras los obreros y campesinos de Pakistán no tomen las cosas en sus propias manos y establezcan el socialismo. El partido de Musharraf (PML(Q) es el "principal vencedor" La Liga Musulmana de Pakistán Quaid-e-Azam, PML(Q), es el gran vencedor de la elección. Recibieron la mayor cantidad de escaños en la Asamblea Nacional. Es un éxito increíble para un partido que fue fundado hace menos de medio año atrás. El partido es comúnmente conocido, incluso en los medios paquistaníes, como el "Partido del Rey". Es debido a que fue creado desde arriba por Musharraf para darle una base en la Asamblea Nacional. Sin embargo, a pesar de todo esto, no han logrado conseguir una mayoría para formar un Gobierno. Es un clásico parlamento en empate.
Musharraf había prometido renovación y una lucha contra la corrupción, pero en lo fundamental el PML(Q) consiste de caras conocidas de la mayor parte de los demás partidos. Muchos de los candidatos del partido han sido investigados previamente por la Oficina de Contabilidad Nacional, el buró anticorrupción de Musharraf. Entre ellos se encuentra Farooq Leghari, que dirige su propia facción en el "Partido del Rey", llamada el Partido Millat. Ha estado implicado en el escándalo del Mehran Bank, del cual robó miles de millones de rupias. Chaudry Pervaiz Elahi y Shujaat Hussan pertenecieron anteriormente al partido de Nawaz Sharif, y también han agarrado millones de bancos que después tuvieron que ser liquidados. Cuando se unieron al "Partido del Rey" sus archivos fueron cerrados.
Representantes del gobierno han estado también ocupados durante la campaña electoral viajando por el país, prometiendo rutas, gas para cocinar y tierra a los campesinos. Los candidatos del PML(Q) siempre aparecían en el mismo escenario con ellos. Además el PML(Q) recibió mucha más cobertura en los medios.
Un chiste popular muestra el papel del PML(Q): Un oficial del ejército ha caído a un profundo pozo. Ordena a sus hombres que lo saquen. Se sienta en el cubo y poco a poco lo van sacando. Cuando se asoma, lo primero que ven son las estrellas que brillan en sus hombreras. Sueltan de inmediato la cuerda para saludarlo. Después de tres intentos con el mismo resultado el oficial grita desde el fondo del pozo: "¡Tráiganme un civil!" Sin embargo, el problema que Musharraf se tiene que preguntar es: ¿Tirarán todos los civiles en la misma dirección para salvarlo? Los fundamentalistas hicieron algunos progresos en la Provincia de la frontera noroeste [NWFP, por sus siglas en inglés] y Baluchistán. Los fundamentalistas islámicos tienen que ser considerados también como uno de los mayores vencedores de la elección. Seis sectas religiosas se unieron en esta elección para formar una coalición, la Muttahida Majlis-e-Amal (MMA), y obtuvieron un 16% de los asientos en la Asamblea Nacional. Previamente los fundamentalistas nunca habían recibido más de un 5% de los votos. Sus bastiones están en las áreas tribales, de áridas montañas y extremadamente subdesarrolladas, en las provincias de la Frontera Noroeste y de Baluchistán, a lo largo de la frontera afgana. Ellos pertenecen sobre todo a la misma etnia que los talibán, los pastunes.
Los une su común odio contra el imperialismo de EE.UU., porque EE.UU. dejó de financiarlos. Sin la guerra contra Afganistán jamás se hubieran unido. Durante siglos han tenido conflictos religiosos y previamente no dudaban en asaltar las mezquitas de unos a otros y de acusarse mutuamente de blasfemia. En la provincia del noroeste y en Baluchistán han reemplazado a los partidos nacionalistas locales que normalmente estaban en conflicto con el gobierno central y tienen los mismos puntos de vista feudales sobre la democracia y las mujeres que los fundamentalistas. Ahora los partidos nacionalistas están pagando el precio por someterse ante los militares y el imperialismo de EE.UU. y la coalición anti-talibán. En Sind y Punjab no hay casi ningún apoyo para los fundamentalistas Los fundamentalistas también han recibido apoyo de una parte del aparato del estado, sobre todo del ISI, la policía secreta paquistaní. El ISI está tratando de recuperar el terreno que perdió durante la guerra contra Afganistán. Es un signo de grandes conflictos incluso dentro del corazón del estado.
En Sind, donde vive un 20% de la población, los fundamentalistas no ganaron ningún escaño en la Asamblea Nacional y en el Punjab, la mayor provincia de Pakistán donde vive un 60% de la población, sólo lograron 4 asientos. Es posible que Musharraf no esté completamente insatisfecho con el progreso de los fundamentalistas. Paradójicamente, puede fortalecer el apoyo de EE.UU. a su persona. Washington está, por cierto, muy preocupado por los avances de los fundamentalistas, pero para la clase trabajadora están lejos de constituir el mayor problema en este momento. El PPP emerge como el segundo partido El segundo partido en tamaño en la Asamblea Nacional es el Partido del Pueblo de Pakistán (PPP). Su dirigente es Benazir Bhutto quien, después de acusaciones de corrupción, decidió exiliarse a Londres y Dubai. El partido fue fundado en 1967 por el padre de Benazir, ZulfiquarAli Bhutto. Ali Bhutto llegó al poder en 1970 como resultado del movimiento revolucionario en 1968, con un vehemente programa socialista. En 1979 fue ahorcado por la brutal dictadura militar islamista pro-estadounidense dirigida por Zia-ul Haq. Desde entonces Benazir ha vivido de la gloriosa memoria de su padre y ha logrado ganar dos elecciones generales en 1988 y 1993, después de la caída de la dictadura de Haq.
Su régimen causó una inmensa desilusión. No se hizo nada contra la corrupción orgánica de Pakistán. La miseria económica y social se multiplicó al implementar Benazir las políticas del FMI. En las elecciones generales de 1997, el PPP fue diezmado y sólo recibió un puñado de escaños en la Asamblea Nacional. Participó sólo un 17% lo que muestra que los partidarios del PP no votaron por otros partidos, simplemente se quedaron en casa. En esta elección la participación fue de un 36% y el PPP ganó asientos.
A pesar de ser miembro de la Internacional Socialista, el PPP está lejos de ser un partido socialdemócrata de corte europeo. No se realizan congresos y apenas tiene organizaciones locales que funcionen. El PPP es más bien un movimiento que tiene una dinastía a la cabeza. Hay de todo dentro del movimiento, desde terratenientes feudales a la fuerte tendencia revolucionaria marxista alrededor del periódico Class Struggle. La amenaza de los candidatos "rojos" El día antes de las elecciones el diario más importante, Jang identificó a "tres candidatos rojos". Uno de ellos, Ch. Manzoor Ahmed, redactor de Class Struggle y de Asian Marxist Review, fue elegido a la Asamblea Nacional con uno de los asientos de la ciudad de Kasur, al este de Lahore. Su principal consigna fue "Una lucha irreconciliable por la revolución socialista". Un factor importante que impidió el fraude contra Manzoor fue que el estado paquistaní había sido informado que yo venía de Suecia específicamente para controlar las elecciones a la Asamblea Nacional en el Distrito 139 donde se presentaba Manzoor. La razón principal por la que fui específicamente a ese distrito, fue que se presentaba contra tres de las personas más ricas de Pakistán. El día de las elecciones visitamos todo el distrito y controlamos muchos locales electorales.
Rauf Lund, uno de los destacados dirigentes de Class Struggle, realizó una maravillosa campaña en Jampur en el sur del Punjab para un asiento en la Asamblea Provincial de Punjab. Excelente orador, electrificó a sus audiencias con llamados a la expropiación de los ricos y a la formación de soviets de trabajadores, campesinos y soldadospara tomar el control de la sociedad. Sin embargo, en esa atrasada zona rural, los manipuladores de votos de los terratenientes feudales locales lograron introducir suficientes votos en las urnas después de haber terminado los comicios, y perdió. Después de su derrota electoral, miles se reunieron para protestar y para jurar que continuarían la lucha. El tercer candidato rojo Ghulam Abbas, un candidato de Sialkot a la Asamblea Nacional y simpatizante de Class Struggle, también fue derrotado por los falseadores de elecciones.
El mayor perdedor de la elección es la Liga Musulmana de Pakistán (Nawaz), PML (N). Es el partido del antiguo Primer Ministro Nawaz Sharif, que formó un gobierno después de las elecciones de 1997. Sharif ahora vive en un confortable exilio en Arabia Saudí adonde huyó con sus compañías y sus miles de millones después de que Musharraf lo depuso. Durante su breve estadía en el poder, Sharif se las arregló para establecer el régimen más corrupto que haya habido en Pakistán. Es un récord en Pakistán. Y apenas se oyó un murmullo cuando Musharraf lo reemplazó.
El resto de los puestos en la Asamblea Nacional ha sido tomado por una mezcla de así llamados "independientes", la mayoría de los cuales están ligados a Musharraf, y por partidos regionales más pequeños.
Pakistán es un país de enormes conflictos nacionales, étnicos, religiosos y de clase. La Asamblea Nacional recién elegida no va ser capaz de resolver ninguno de ellos. En la práctica será un espejo en el que se reflejarán muchos de esos conflictos, aunque será de una manera deformada ya que los obreros y los campesinos no estarán presentes en una proporción que corresponda a su papel en la sociedad.
Mientras tanto las contradicciones aumentan la probabilidad de una nueva dictadura militar. Pero esta vez será mucho más brutal que la de Musharraf, y tendría el dedo en el gatillo en el arsenal nuclear de Pakistán. Está vez está presente una fuerte tendencia marxista Sin embargo, aunque la elite gobernante se prepara para tomar en el futuro medidas drásticas contra los trabajadores, también hay una creciente oposición de izquierda. La elección de Ch. Manzoor Ahmed y la campaña de Rauf Lund muestran de manera muy clara que existe un inmenso apoyo potencial para las genuinas ideas del socialismo entre las masas paquistaníes. Hay una indicación de una creciente revuelta que se está desarrollando desde abajo, igual como la que vimos a fines de los años 60, que llevó a la revolución de 1968.
Esto, sin embargo, constituye una importante diferencia. Hay una dirección revolucionaria preparada para un tal desarrollo y se ha reunido alrededor de Class Struggle. Organiza a los obreros y campesinos de todas las nacionalidades, religiones y etnias en una lucha común contra todos los explotadores. Esta tendencia ofrece la única esperanza real de impedir que una nueva dictadura tome el poder en el futuro. Y una victoria del socialismo en Pakistán cambiaría inmediatamente la situación en todo el gigantesco sub-continente indio, y preparar el camino para un mundo socialista.