James Petras estuvo en el Encuentro convocado por Brukman y Zanon
Por Andrea
D'Atri
para la Red Informativa de Mujeres de Argentina
El sábado 13 de abril, el Encuentro convocado por trabajadores y trabajadoras
de Zanon y Brukman contó con la participación de numerosas delegaciones
de fábricas, empresas y otros sectores en conflicto. Además de la
discusión central alrededor de cómo enfrentar la crisis, los despidos
y los cierres, las trabajadoras y trabajadores contaron con la solidaridad de
asambleas barriales, profesionales, estudiantes, feministas y otros asistentes
que trajeron sus saludos y adhesiones.
También se hicieron presentes dos reconocidos intelectuales que dirigieron
unas palabras a la asamblea convocada, Osvaldo Bayer y James Petras quien dijo
"Queridas compañeras y compañeros de Brukman, he querido acercarme
a saludar vuestra lucha en defensa de la fuente de trabajo con la que han demostrado
la capacidad de los trabajadores de poner en marcha la producción sin intervención
patronal. Es precisamente por ese "mal ejemplo" que la justicia y la policía
han intentado desalojarlos en varias oportunidades. Pero no han podido: la solidaridad
de los vecinos de la ciudad nucleados en las asambleas y los luchadores han sabido
impedirlo. Hago un llamado para que esta actitud se repita tantas veces como sea
necesario. Por mi parte me comprometo a hacer todos los esfuerzos internacionales
a mi alcance para difundir y apoyar vuestra lucha. Un fuerte abrazo a todos. Hasta
la victoria siempre."
Luego de sus palabras, conversamos brevemente con él.
A.D.: Para la Red Informativa de Mujeres de Argentina, quisiéramos saber
cuál es su opinión acerca del protagonismo de las mujeres en este
conflicto.
J.P.: El hecho de que en este proceso de lucha estén incluidas las mujeres
no me sorprende. Porque en muchas partes del mundo ahora las mujeres han encabezado
las luchas, tanto en los barrios como en las fábricas y eso es porque asumen
mucho más las responsabilidades de la familia, de los parientes y su sentido
de identificación con su clase. Mientras algunos hombres se debilitan frente
a la crisis por falta de trabajo, las mujeres se ponen más fuertes y a
veces las mujeres entran a la lucha un poco más tarde pero son mucho más
firmes y comprometidas en la larga marcha.
A.D.: En el último 8 de marzo, muchas fueron las analogías que se
trazaron entre las obreras de Brukman y las obreras textiles neoyorquinas, protagonistas
del movimiento conocido en la historia de la clase obrera norteamericana, como
Pan y Rosas...
J.P.: Bueno, fue una lucha que combinó el feminismo, los derechos de género,
con la lucha social. No fue un feminismo burgués que quería separarse
de la lucha de clases. Tampoco un movimiento de clase que quería dejar
de luchar por sus propios derechos de género. A mi juicio, esta lucha de
Brukman corresponde exactamente a las luchas que están ocurriendo en EE.UU.
y otras partes donde se unifican la lucha de género y la lucha de clases
para la justicia de todos.
Le agradecimos sus palabras, ya que era solicitado por periodistas que se acercaron
al lugar, y conversamos con Elisa, obrera de Brukman.
A.D. Cómo están viviendo este Encuentro
E. Con mucha emoción y cansancio. Porque después de 4 meses estamos
un poco cansados, pero estas cosas nos dan fuerza para seguir... No podemos seguir
en esta injusticia y creemos que es realmente legal por lo que luchamos, que eso
es lo justo.
A.D. Aquí se hicieron presentes algunas obreras de la empresa textil uruguaya
que también está tomada por sus trabajadoras, casi 200 mujeres...
E. Sí, con las chicas estuvimos un ratito antes de que empezara el Encuentro
y nos comentaban que era igual a lo nuestro, cómo las esclavizaban , cómo
las atemorizaban. Y nos dimos cuenta que la actitud de la patronal de acá
es más o menos la misma en cualquier parte del mundo. Que los patrones
son una sola clase. Para mí, por lo que nos cuentan ellas, es más
o menos la misma la política que ellos manejan en todos lados. El camino
que ellas eligieron es la cooperativa. Nosotras respetamos lo que ellas eligieron
aunque pensamos distinto, el tema es que empezaron a luchar, eso es lo bueno.
Nosotras no queremos pasar a ser los patrones de Brukman y no me es ajeno que
de querer empezar a producir como cooperativa nos van a querer destruir, porque
no es verdad que los demás patrones van a ser buenos y nos van a dejar
competir. El gobierno está en complicidad con los patrones así que
no nos van a dejar. En cambio, nosotros decimos estatización, pero no porque
creamos que el Estado va a ser mejor que el señor Brukman, lo que decimos
es que pongan el dinero, que vean dónde colocar los productos que nosotros
hacemos, que nos compren la producción, porque para vestir en la Argentina,
sobran personas, y perfectamente podemos producir para esas necesidades, sábanas
para los hospitales, uniformes para los trabajadores y me parece que ese es el
camino. Pero cuando decimos que el Estado se haga cargo, ojo, decimos "bajo el
control de los trabajadores". Tampoco vamos a ser ingenuas. Si Brukman manejó
así la fábrica y la mandó a la quiebra, seguramente fueron
estrategias de ellos porque les convenía. Y el Estado a mí no me
es ajeno que puede hacer lo mismo, por eso decimos que metan el dinero pero con
la fiscalización de los trabajadores.
A.D. La mayoría de ustedes son mujeres, qué particularidad conlleva
esto para el conflicto?
E. Para mi la particularidad que tiene es que la lucha la llevás acá
en la fábrica y tenés de alguna manera una lucha en la casa, que
si alcanza el dinero, que las zapatillas para los chicos, si alcanza para los
útiles... una, desde la casa, ya viene peleándola todos los días.
Acá en el trabajo es como si fuera otra parte, simplemente, pero la lucha
continúa igual por el peso que tenes que llevar a tu casa y el peso para
tus hijos.
A.D. Qué les propondrías a otras mujeres que te estén escuchando?
E. Les propondría que hay que empezar a luchar y que hay que vencer el
temor. Todos tenemos temor a lo que no conocemos, pero si vivimos y morimos con
ese temor, qué hacemos por nuestros hijos, por su futuro o el futuro de
nuestros jóvenes? Hay que dialogar con otros trabajadores. Se puede hacer
algo. Y no voy a decir que nosotras vamos a salir y conquistar el mundo, no. Seguramente
no. Pero podemos empezar a coordinarnos y hacer caminitos con pasos que sean seguros.
No podemos seguir aguantando tanta humillación, y no podemos ignorar a
la gente que duerme en la calle, los desocupados que abren bolsas de basura. Eso
es indigno para ellos. Que a nosotros no nos sea ajeno, por favor. Que los que
todavía trabajamos podemos hacer algo, unificarnos con los desocupados...
y luchar.