Expone el canciller Felipe Pérez Roque amplios detalles sobre la frenética desesperación del gobierno de los Estados Unidos por lograr una resolución anticubana en Ginebra

NIDIA DÍAZ Y ARNALDO MUSA

Cuba denunció ayer al Departamento norteamericano de Estado por haber elaborado un documento fraudulento, un proyecto de resolución cuya autoría le atribuye al Perú para presentarlo en la Comisión de Derechos Humanos, en Ginebra y así conseguir un voto de condena a Cuba, al tiempo que lo retó a desmentir tal afirmación. Asimismo, advirtió cómo en su frenética desesperación, el gobierno de los Estados Unidos presiona a los países del Grupo de Rio para en su reunión del 8 y 9 próximos lograr encontrar un patrocinador y obtener un mínimo consenso anticubano.
La información la ofreció en la sede de la Cancillería el ministro de Relaciones Exteriores, Felipe Pérez Roque, quien dijo haber convocado a periodistas nacionales y extranjeros para que ejerciéramos nuestro derecho a "recibir información veraz y oportuna" y tener acceso al referido documento, el cual muestra la desesperación del gobierno norteamericano al ver que el tiempo se le acaba sin que aparezca "el país dispuesto a ejercer el triste patrocinio de este engendro".
Puedo categóricamente desmentir, expresó Pérez Roque, que la autoría de este documento sea peruana porque nos lo ha asegurado el gobierno de ese país que nos ha revelado también su profundo disgusto por lo que considera una manipulación evidente y un intento de utilizar al Perú en este asunto.
"El gobierno peruano nos ha dicho que no es el autor de este documento, que no lo está circulando y sabemos que ya se ha quejado al Departamento de Estado", agregó.
Lo curioso de este hecho, argumentó el jefe de la diplomacia cubana, es que este documento que se supone presentará un país latinoamericano, está en inglés todavía y realmente es más o menos el mismo que en años anteriores elaboró y presentó el gobierno norteamericano y durante los últimos tres años le dieron al gobierno de la República Checa para que lo presentara, quienes este año se han negado a hacerlo "porque el descrédito es grande, la vergüenza creciente y porque, es un documento que no tiene salvación, que está destinado al basurero de la historia".
¿QUÉ ESTÁ OCURRIENDO CON EL DOCUMENTO?
Acto seguido el Canciller cubano relató cómo este proyecto aún no se está discutiendo en Ginebra que es donde debería ser examinado, sino que está "siendo discutido en Washington porque el gobierno de los Estados Unidos está tratando de asegurarlo antes de lanzarlo en Ginebra".
De aquí que, explicó, cómo la diplomacia norteamericana sufre actualmente por no haber encontrado un patrocinador para el documento y entonces se está reuniendo en Washington con todas las embajadas latinoamericanas, empleando para ello todos los recursos, todas las presiones, hasta horas extras, "buscando un padrastro para la criatura.
"Con esta actitud y esta actividad, subrayó, EE.UU.; está realizando un aporte significativo al descrédito de la Comisión de Derechos Humanos y tenemos que decir que este jueves al mediodía cuando este documento se conoció, y se conoció en Ginebra, ha provocado no solo sorpresa, sino también la burla de las demás delegaciones que ven a la única superpotencia del planeta desgastándose de esta manera en el tema de Cuba".
PRESIONES AL GRUPO DE RIO
Más adelante, Felipe denunció igualmente que Estados Unidos presiona en este momento de manera frenética para tratar que en la reunión ministerial del Grupo de Rio que va a efectuarse el 9 y 10 de abril en San José, Costa Rica, ciudad que recuerda anteriores patrañas contra Cuba, en el marco de la OEA, se obtenga un amplio apoyo al documento y patrocinadores.
"Queremos expresar clara y enfáticamente que la posición de nuestro país es de oposición a que el tema de Cuba se discuta en el marco del Grupo de Rio ni en su agenda regular ni en reuniones secretas, conciliábulos a puertas cerradas y conspiraciones de ningún tipo.
"Nos oponemos a que siquiera la palabra de Cuba sea mencionada en cualquier reunión sobre el tema y esperamos que los países que integran el Grupo de Rio no se plieguen a la presión que en este momento existe sobre ellos para tratar de lograr entre ellos un consenso".
En ese sentido, el titular de Relaciones Exteriores, dijo confiar en un número de países que integran el Grupo de Rio y que se han portado de manera honorable en el tema de Cuba y que históricamente se han opuesto a cualquier tipo de manipulación. Citó como ejemplo a Brasil, Venezuela, Ecuador y otros latinoamericanos que tienen una posición clara de no apoyo a esta maniobra anticubana.
También se refirió a Chile sobre el que expresó seguridad de que no se sumará por cuanto su Presidente ha dejado claramente establecido la oposición de su gobierno a continuar este ejercicio desgastado y estéril.
Felipe agregó la certeza de que "se quiere usar al Grupo de Rio para armar la nueva conspiración contra Cuba cuando solo faltan unos días para que venza el plazo para presentar la resolución en el momento en que EE.UU., no ha podido encontrar un patrocinador para el proyecto. Se quiere usar el Grupo de Rio, para fabricar la maniobra contra Cuba. Y detrás de la maniobra hay un país que no es miembro del Grupo y que es EE.UU., que presiona a algunos de sus miembros, que se empeña que el asunto se discuta y se trate de llegar a un consenso aunque sea mínimo para presentar el texto".
Por otra parte, el Canciller cubano adelantó que ya comenzó a hablarse por la diplomacia norteamericana (el texto de marras es de alguna manera cierta prueba) de una resolución no exactamente igual a la anterior, "digamos un agüita de borraja para hablar en términos cafeteros, un documento que no diga mucho pero que sirva de todas las maneras para dar la imagen y la publicidad de que Cuba ha sido nuevamente condenada en Ginebra".
CUBA SOLO ACEPTARÁ QUE SE RECONOZCA SU APORTE A LOS DERECHOS HUMANOS
Al respecto, Pérez Roque fue enfático:
"Cuba se opone y se opondrá a cualquier resolución diga lo que diga; a cualquier declaración o llamamiento que considere innecesario. Nos oponemos a un papel en blanco que diga Cuba por arriba, nos oponemos a que la palabra de Cuba sea nombrada en Ginebra como no sea para reconocer nuestra obra a favor de los derechos humanos, de nuestro pueblo y de nuestra contribución al disfrute de esos derechos en cualquier parte del mundo".
Refutando las hipócritas manifestaciones que bajo el pretexto de ayudar a Cuba solo buscan inmiscuirse en nuestros asuntos internos, aclaró que: "nos valemos solos y no necesitamos absolutamente ningún tipo de iniciativa que sabemos bien que no sería originalmente latinoamericano, sino fruto de la presión y del empeño realmente increíble del gobierno de los Estados Unidos para tratar de que Cuba sea condenada en Ginebra".
SERVILISMO VIRTUAL
Pérez Roque se refirió a la existencia de tres países latinoamericanos que ya han anunciado que votarán a favor de la resolución anticubana aun cuando todavía no hay documento ni quien lo presente. "Es un caso insólito, una actitud nueva en la que un país expresa su disposición a favor de algo que todavía no ha visto y nadie ha presentado. Es una prueba de servilismo virtual, ellos están dispuestos a agacharse cuando todavía nadie se los lo ha pedido, me refiero a los gobiernos de Argentina, Uruguay y Costa Rica. Es lo que yo llamaría una posición coherentemente genuflexa a los intereses del gobierno de EE.UU".
Acto seguido, comenzó a hablar de tales gobiernos. En primer lugar se refirió al de Duhalde, en la Argentina, quien ya reveló que a pesar de que el Senado de la nación votó una resolución pidiendo abstenerse, y de que esta semana una moción similar será aprobada por la Cámara; independientemente de los acuerdos de los más importantes ayuntamientos en ese mismo sentido y del peso de la propia opinión pública nacional, volverá a votar contra Cuba.
Debo decir con claridad, subrayó, que me da pena Argentina y que cabría decir aquello de "lloramos por ti Argentina". No obstante, aclaró que el presidente Duhalde no ha tenido otra opción a su disposición que profundizar las relaciones carnales con Washington, que lo humilla y lo presiona. Al tiempo que le niega el apoyo financiero para salir de la grave situación que allí creó la imposición dogmática del modelo neoliberal a instancias del gobierno norteamericano y el FMI.
"Podría decirse que el presidente Duhalde está atrapado en su propio corralito y no me refiero al bancario y financiero, me refiero al de la independencia nacional y el decoro", enfatizó.
Cuba, dijo más adelante, no le reconoce autoridad moral al presidente Duhalde ni al gobierno argentino, para preocuparse de los derechos humanos en nuestro país y citó cómo esa nación sudamericana no vota en Ginebra para condenar las violaciones de los derechos humanos en los territorios palestinos, por el contrario se abstiene.
Y debo decir tambien, añadió, que Argentina es el país menos preparado en este hemisferio para hablar de los derechos humanos de los demás. Me parece, prosiguió, que en un país donde más de la mitad de la población ha sido condenada injustamente a la pobreza, donde le han robado el dinero a la gente, donde han asesinado a más de 30 personas en medio de una represión policial verdaderamente repugnante no tendría ninguna autoridad moral para ocuparse de otra cosa que de sus propios asuntos.
Después pasó a comentar la posición del presidente uruguayo, Jorge Batlle, quien igualmente ha expresado que votará contra Cuba aunque como se conoce, dijo, no sabe aún qué es lo que va a votar.
En el caso de Uruguay, sin embargo, explicó que la Cancillería de ese país considera que deberían abstenerse, que no se debe votar a favor de un proyecto contra Cuba y que no debería presentar ese proyecto.
Sabemos, agregó, que esa es la opinión de la Cancillería y que su titular se lo expresó de esa forma a la Comisión de Relaciones Internacionales del Parlamento, pero admitió que el presidente Batlle tomó esa posición y que no puede realmente cambiarse. De la misma forma, no descartó incluso que Uruguay participe en el grupo de países que presente el texto anticubano.
Recordó el Canciller cubano que debería Uruguay enfrentar el problema de la impunidad que hasta hoy ha prevalecido en ese país y que ha hecho posible que ni un solo torturador, asesino y violador de los derechos humanos de la sangrienta dictadura haya comparecido ante la justicia.
"Sabemos, y sabemos de muy buena tinta, que el presidente Bush le prometió al presidente Batlle, que si Uruguay presentaba la resolución, que si Uruguay votaba a favor de ella, Estados Unidos compraría más carne uruguaya y sabemos bien que al presidente Batlle le interesan más los mercados que la honra. Sabemos también que hay prioridades distintas entre Uruguay y Cuba."
Aclaró Pérez Roque que "ni una sola de sus palabras iba contra los pueblos uruguayo y argentino que sufren realmente atropellos y violaciones de sus derechos. Hacia ellos nuestra amistad, nuestra solidaridad. Pero hacia algunos de sus gobernantes, la palabra justa y honesta de Cuba".
Asimismo, el Canciller señaló que tampoco nuestro país reconoce autoridad en el gobierno de Costa Rica, que es otro latinoamericano que anunció su voto en contra nuestra, y el cual ha sido señalado en el informe acerca de los derechos humanos del Departamento de Estado en términos más duros que lo escrito sobre Cuba, ya que, además de la falta de libertades sindicales, "Costa Rica, apuntó, se ha convertido en un paraíso para la explotación sexual de niños y niñas y acerca de las situaciones de violaciones de derechos humanos que allí existen".
"Cuba no esperaba otra cosa del gobierno de Costa Rica, que ya debería de hacer lo único que le falta, que es pedir su anexión a Estados Unidos y dar testimonio de su real vocación", afirmó.
Posteriormente, a preguntas de los periodistas, Felipe informó sobre la posición de México que, según las declaraciones públicas del presidente Fox y el canciller Castañeda, ese país no se prestará a organizar una decisión contra Cuba, ni patrocinarla, ni copatrocinarla, ni sumarse a la condena. "No tengo ningún motivo para pensar que esta posición pública haya cambiado y, francamente, no me imagino un gobierno de México violentando sus preceptos constitucionales y votando a favor de una condena de Cuba en Ginebra".
"Hay países que tienen una posición contraria a la resolución, que tienen la capacidad, la libertad de votar en contra", dijo el Canciller, y citó el ejemplo de la Venezuela Bolivariana, aunque reiteró que consideraría la abstención de otros países como la decisión de no sumarse al ejercicio norteamericano contra Cuba.
Recordó que el año pasado solo cuatro (Costa Rica, Guatemala, Uruguay y Argentina) de los 11 países latinoamericanos de la Comisión votaron contra Cuba, Venezuela votó a favor y naciones como Brasil, Ecuador y Colombia se abstuvieron.
Finalmente, y a otra pregunta de la prensa internacional, Pérez Roque ratificó que es oficial la confirmación del gobierno peruano, de que no tiene nada que ver con el proyecto de resolución contra Cuba, que es falsa la afirmación del Departamento de Estado sobre el particular, y así se lo ha expresado al gobierno de Estados Unidos.