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Triunfó el frenteamplismo
LEON LEV 
  
  De vuelta en casa. 
  El Plenario Nacional del Frente Amplio, por clara y contundente mayoría, 
  resolvió el reconocimiento de Confluencia Frenteamplista y de la Liga 
  Federal Frenteamplista. 
  La inmensa alegría de los compañeros que nos abrazaron y felicitaron 
  es una recompensa de los ocho años, duros y difíciles, convencidos 
  de que mantener una conducta de principios iba a dar sus frutos. Siempre reconocimos 
  al Frente como la principal herramienta política de los cambios y columna 
  vertebral de un espacio político más amplio. 
  Hoy cuando las circunstancias históricas generan un contexto difícil 
  en la correlación de fuerzas internacionales, más firmes e inteligentes 
  debemos ser, para buscar el camino de aproximación al gobierno. En esta 
  América Latina, sufrida y dominada, sólo el camino de la unidad 
  de los pueblos podrá algún día hacer posible la salida 
  y realidad sus sueños. 
  Sin quejas ni rencores nos reintegramos, de donde nunca debimos estar ausentes, 
  para ponerle el hombro a la empresa. 
  Mucho sufrimiento en la sociedad uruguaya para que nos miremos el ombligo o 
  nos pongamos a lamer nuestras heridas. 
  Nuestra mirada va hacia adelante, con el programa de los cambios, capaz de aunar 
  las mayorías sociales y movilizar las energías latentes. 
  El Frente Amplio nació para sumar todas las voluntades que quieran luchar 
  por los cambios estructurales y superar la dependencia de una política 
  económica ciega y sorda del clamor social. 
  Junto al Encuentro Progresista, apoyamos a la Concertación para el Crecimiento 
  y al PIT-CNT en su camino de amplitud y transformaciones. Cuando el imperialismo 
  aprieta las tuercas por imponer su política e intereses en todos los 
  confines de la Tierra, la consigna de la hora es unir y luchar, luchar y unir. 
  Si es una utopía seguir creyendo en la gente, en el valor de las ideas, 
  en el respeto a los principios, somos utópicos. Porque los cambios de 
  una sociedad sólo son posibles respetando su historia y su idiosincrasia 
  y los valores de la humanidad. 
  Pero nada vale más la pena que seguir firme en el trillo, sin desertar 
  ni hocicar. 
  Con todos los frenteamplistas, con todos los encuentristas, con todas las mujeres 
  y hombres de buena fe, honestos y trabajadores, que además de querer 
  una vida digna, personal y familiar, aspiramos a la pública felicidad. 
  
  Benedetti dice: A menudo la historia se vale de utopías, algunos se aprovechan 
  para erigirle estatuas y luego es consagrada como infancia del mundo o como 
  fotocopia del futuro 
  Sigamos luchando para que ese futuro se haga realidad, donde todos somos necesarios. 
  Nadie quede apartado. 
  De vuelta en casa. Salud a todos. 
  ¡Viva el Frente Amplio¡ *