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La diplomacia uruguaya y los Derechos Humanos
Milton Romani Gerner
La República en la Red
El Ministerio de RREE y nuestra diplomacia vuelve a ser centro de atención.
Luego de patear el Mercosur todo parece indicar que tendremos "relaciones carnales"
(concepto acuñado por Menem y que así le fue a la Argentina ¿no?)
con EEUU. Si fueran carnales, vaya y pase. Pero de parte de EEUU son muy, pero
muy espirituales. Porque es falso que nuestras arrodilladas posiciones se hacen
a cambio de préstamos o dinero. La administración Bush no ha dado
nada. Apenas la conformación de una comisión. Todos sabemos que
para melonear un poco, nada mejor que crear una comisión....
La mediocre dirección que le impone el forista Dr. Didier Opertti no
alcanza a convencer a nadie. Somos más bushistas que Bush: nos abstenemos
de condenar la agresión terrorista de Sharon. Encabezamos la cruzada
anticubana, gratuitamente. Igual que las vacunas que solidariamente nos donaron,
pero al revés.
¡Estamos tan preocupados por los DDHH en Cuba que no nos dimos cuenta de condenar
un golpe antidemocrático contra el presidente constitucional, elegido
por voto popular en Venezuela! Una sugerencia Sr. Presidente: ¿por qué
no saca a Opertti y le ofrece el cargo al ex ministro de Turismo, hoy de Salud
Pública ? Porque donde hay problemas este señor va y empeora las
cosas. Debe ser muy amigo suyo. No tiene nada que ver con la diplomacia pero
sus expresiones sobre la vacuna cubana fueron una granada. Ahora, según
este señor, no hay drama con tomar agua de la empresa española
"Uragua"... el ministro de Salud afirma que no hay problema... Es polifacético
el empresario: metido en turismo, hablando de salud y siempre metidito en temas
diplomáticos. ¿Será una de las diversiones del Sr. Presidente?
Paja en ojo ajeno, ¿la viga en el propio?
La fiscal Martha Guianze ha pedido el procesamiento del Dr. Juan Carlos Blanco,
embajador Julio César Lupinacci, Alvaro Alvarez y Guido Michelin Salomón.
Resolverá la jueza Dra. Ma. del Rosario Berro. La elaboración
de una hipótesis delictiva que decidió la suerte de Elena Quinteros,
y posteriormente la ruptura de relaciones diplomáticas ¡por 9 años!
con la hermana Venezuela es la razón de la solicitud.
Soy responsable, junto a Raúl Olivera y con el patrocinio del Dr. Pablo
Chargonia, de la presentación del escrito querellando a estos personajes
civiles de la dictadura. Creemos en la Justicia, y en las virtudes democráticas,
sociales, terapeúticas y necesarias de estos mecanismos para restablecer
la verdad de los hechos y la recuperación de la verdad histórica.
Algunos afirman por allí que no creen en la justicia burguesa, y que
no corresponde a la izquierda "ponerse llorona" por estos temas. No es el momento
de polemizar con esa mentalidad. No es la nuestra. Yo quiero que se juzgue a
los responsables de estas barbaridades que se hicieron con nuestros compañeros
y compañeras. Pero también quiero que el sistema político
se sanee y el poder judicial de mi país admita que estos crímenes
se hicieron desde y con el patrocinio del conjunto del Estado uruguayo. Uruguay
mintió durante nueve años en todos los foros internacionales acerca
de Elena, de todos los desaparecidos y de todas las violaciones cometidas contra
los ciudadanos de ese país.
Se hizo en nombre de la patria. Se hizo en nombre de un modelo y una concepción
social y económica que hoy seguimos padeciendo. El modelo neoliberal
rezuma sangre por todos lados. Y la impunidad es un supuesto imprescindible
para maniatarnos. Nosotros "no bajamos los brazos frente a la impunidad" como
lo afirmó Rafael Michelini en un reportaje televisivo. Hoy que están
comprometidos nuestros principios y nuestra suerte a través de esta errática,
suicida y mezquina política exterior, no es menor integrar esto al debate.
Y sincerarse. Es enorme la lista (la tenemos) de los funcionarios de RREE que
fueron los cuadros diplomáticos de la dictadura y siguen en carrera,
con puestos y destinos delicados e importantes. Hay otros que han sido dignos
y merecen respeto. También acá es necesaria la verdad y esperamos
que la justicia ayude a ello.