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16 de abril del 2002
Declaración Política de las Mujeres del Campo y de la Pesca
Mujeres rurales contra ALCA
(Valparaíso, Chile, 4 de Abril de 2002)
Declaración de Valparaíso Las Mujeres del Campo, Indígenas
y Pescadoras de América Latina y el Caribe, integrantes de la Coordinadora
Latinoamericana de Organizaciones del Campo CLOC-, de la Vía Campesina,
y del Foro Mundial de Pescadores y Trabajadores de la Pesca, reunidas en Valparaíso,
Chile, del 2 al 4 de abril de 2002, en el Seminario Internacional "Mujeres rurales
Indígenas y pescadoras en ruta a Johannesburgo expresamos:
Que a diez años de la Cumbre de la Tierra, y de múltiples Conferencias
y Acuerdos Internacionales, persiste la situación de deterioro del medio
ambiente, la discriminación y marginación de Continentes enteros
que se ven sumergidos en la pobreza y la miseria, mientras una parte minoritaria
de la humanidad detenta el poder y los bienes.
Que la globalización neoliberal y sus políticas han llevado a
la humanidad a una situación insostenible, que atenta contra la dignidad
de las personas, sus derechos, y contra la vida misma, impactando dramáticamente
a las mujeres de todo el mundo.
Que las Compañías Transnacionales se han apoderado de los sectores
estratégicos de la economía, el mercado se ha convertido en el
rector de la vida de la sociedad, colocando la libre circulación del
capital y la expansión del mismo al centro de las preocupaciones colectivas,
generando una nueva forma de colonización en la cual vastos sectores
de la sociedad se ven afectados. Así mismo, los Derechos Humanos son
violados sistemáticamente y los problemas ambientales son agravados por
la acción depredadora del capital transnacional.
Que a la globalización mercantil se anteponen la lucha por una globalización
solidaria de las mujeres y los pueblos, desarrollando nuevas alianzas y formas
de expresión diferentes, entre diversos sectores de la sociedad, presionando
a los gobiernos para la ratificación e implementación de los Acuerdos
Internacionales por el respeto a las personas y su dignidad; incorporando en
todos los ámbitos de la lucha valores colectivos y respetuosos de la
diversidad y la pluriculturalidad.
Declaramos que:
Rechazamos la privatización y la mercantilización de la vida,
comprometiéndonos a luchar por la conservación, defensa y resguardo
de la tierra y del mar: agua, flora, fauna y por la generación de políticas
sustentables que incluyan un enfoque transversal de género.
Exigimos que la soberanía alimentaria sea parte integral en la discusión
de una nueva concepción del desarrollo. La agricultura debe mantenerse
al margen de los Acuerdos de la Organización Mundial de Comercio. Y las
políticas del Fondo Monetario Internacional, del Banco Mundial y de otros
organismos creados por la ONU deben cumplir con el papel para el que fueron
creados, es decir el de preocuparse del desarrollo de los pueblos y no del capital.
Los gobiernos y la comunidad internacional deben desarrollar planes nacionales
para la eliminación de los productos tóxicos y contaminantes del
medio ambiente.
La protección de la tierra, el agua , la capa de ozono, los bosques,
la florestas, fauna y todo lo relacionados con la salud del planeta, debe ser
colocado como tema urgente y prioritario.
Es de suma urgencia, superar en el más corto plazo , todos los obstáculos
que impiden el desarrollo humano sustentable, la erradicación de la pobreza
y el logro de la justicia social ; estableciendo medidas redistributivas justas
como un recurso inapelable en la lucha contra el hambre y la pobreza.
Es imperativo la adopción de modelos económicos basados en el
desarrollo humano, la soberanía de los Estados y el mantenimiento de
la vida en el planeta.
Exigimos la exclusión de las actividades silvoagropecuarias, la pesca
artesanal y todas las cuestiones relacionadas con la producción de alimentos,
de los Acuerdos Internacionales de libre comercio, como condición para
asegurar la soberanía alimentaria de los pueblos y las naciones.
Se deben poner en marcha de manera inmediata políticas de reforma agraria
integral, y de incentivos a la pequeña y mediana agricultura local y
a la pesca artesanal
Se debe desarrollar un programa internacional de retorno de las campesinas /os
que han emigrado de sus tierras por las diversas formas de presión ejercidas
por el modelo, estas personas deben ser indemnizadas por los daños causados
y se deben reparar los costos humanos, culturales y ecológicos que resultan
de esta situación.
Reorientar las políticas públicas colocando la equidad social
y de género en el centro de las preocupaciones gubernamentales, revalorando
los principios de universalidad y solidaridad, cuyo objetivo central debe ser
la satisfacción de las necesidades y el aumento de la calidad de vida
de las personas, en el marco de un enfoque integral de políticas económicas,
sociales y sustentables. Así mismo, se debe garantizar el derecho de
las mujeres a permanecer en el campo y en la zona litoral, espacios que son
la identidad cultural y de vida de los pueblos.
Potenciar todos los mecanismos institucionales del Estado para el adelanto de
las mujeres y dotarlos de mandatos y recursos apropiados para priorizar el acceso
de ellas a la tecnología agrícola y piscícola, al desarrollo
de iniciativas productivas y de distribución. Así como de medidas
de acción afirmativa en todos los ámbitos de manera tal que las
mujeres puedan optimizar sus posibilidades y participar en igualdad de oportunidades;
Adoptar medidas legislativas y políticas y establecer mecanismos que
garanticen la participación social y ciudadana y eliminen las barreras
que limitan la representación de las mujeres en todos los niveles de
la toma de decisiones y la participación de las organizaciones de mujeres
en el diseño, la implementación, el seguimiento, evaluación
y monitoreo del conjunto de políticas públicas; y de manera especial
con todas aquellas que tienen que ver con el modelo económico y el desarrollo
rural y marino.
En consecuencia, las mujeres reafirmamos el derecho a la vida, a la libertad,
a la solidaridad como valores insustituibles para la humanidad y dejamos constancia
de nuestra inclaudicable voluntad de construir desde todas las esferas posibles
un mundo en que prevalezca la paz y la justicia social.
Rechazamos la aplicación del plan puebla Panamá, del plan Colombia
o del plan dignidad porque atentan contra la soberanía de nuestros pueblos.
Rechazamos el tratado de libre comercio de las Américas ALCA-, cuyo
enfoque es de priorizar las ganancias y los réditos de las corporaciones
y no el desarrollo de los pueblos.
Globalicemos la lucha, globalicemos la esperanza.
Comunidad Web de Movimientos Sociales
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