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Param Cumaraswamy presentó en Ginebra el informe sobre su visita al país
Impunidad y corrupción, ''tremendo problema social'' en México, afirma relator de la ONU
Hoy podría recibir la respuesta a sus recomendaciones por 
  parte del gobierno de Fox 
  KYRA NUÑEZ Y VICTOR BALLINAS 
  
  La impunidad y la corrupción constituyen en México ''un tremendo 
  problema social'', sostiene en su informe el relator especial de la ONU sobre 
  la Independencia de Jueces y Abogados, Dato Param Cumaraswamy. Resalta que en 
  su visita al país, en mayo de 2001, el procurador general de la República, 
  Rafael Macedo de la Concha, le informó que ''la corrupción había 
  alcanzado niveles muy altos, pues los funcionarios públicos se valen 
  de sus cargos para enriquecerse y resulta muy complicado detectar ese fenómeno''. 
  
  En Ginebra, ante la 58 Comisión de Derechos Humanos de la ONU, el relator 
  presentó el informe de su visita a México, realizada del 13 al 
  23 de mayo del año pasado, y espera la respuesta del gobierno mexicano 
  a su informe y recomendaciones, que se prevé sea entregada hoy. 
  Cumaraswamy sostiene en dicho documento que la corrupción afecta a entre 
  50 y 70 por ciento de los jueces del nivel federal, y explica que recibió 
  informes de que ''ese fenómeno se está extendiendo en el seno 
  de los órganos judiciales debido a la influencia de los traficantes de 
  droga''. 
  Asevera que la impunidad en el país para todo tipo de delitos es de 95 
  por ciento, y que parte de ese problema radica en la ineficacia de las investigaciones 
  penales, pues ''tan sólo 10 por ciento de los juicios abiertos desembocan 
  en condena''. 
  Da cuenta también de la reunión de trabajo que sostuvo en la Secretaría 
  de Relaciones Exteriores (SRE) con el equipo intersecretarial, donde expuso 
  que ''la población había perdido confianza en las instituciones 
  de procuración y administración de justicia, y que un funcionario 
  lo corrigió: no es que hayan perdido la confianza, sino que nunca la 
  han tenido''. 
  
  Vigentes, recelo y desconfianza en las instituciones 
  
  El relator especial refiere que a pesar de que en 1994 se realizó una 
  reforma constitucional que pretendió consolidar el sistema de procuración 
  y administración de justicia, lo cierto es que ''sean cuales fueren los 
  cambios introducidos éstos no se aprecian en realidad; siguen vigentes 
  el recelo, la falta de fe y la desconfianza en esas instituciones''. 
  Abunda en el informe -que hoy recibirá respuesta del gobierno mexicano- 
  que en su visita de diez días al país se le dijo que cuando un 
  abogado se presenta en una prisión de máxima seguridad para visitar 
  a un cliente por primera vez, lo hacen esperar en promedio tres horas, y que 
  a menudo se les niega el acceso a los detenidos con el pretexto de que se requiere 
  la autorización de un juez. ''Y en la práctica es imposible obtener 
  esa autorización.'' 
  En el amplio informe detalla las quejas que recibió de viva voz de los 
  abogados, quienes le expusieron que ''los funcionarios penitenciarios no permiten 
  al abogado entregar documentos directamente al acusado e insisten en que deben 
  pasar por mano de los auxiliares de servicio en la cárcel. Tampoco se 
  autoriza a los abogados llevar consigo sus notas cuando van a la cárcel, 
  ya que éstas le son entregadas más tarde por el personal de la 
  prisión una vez que se encuentra ya en el interior. Asimismo, sacan copias 
  a esas notas''. 
  De las reuniones que sostuvo con defensores de derechos humanos, el relator 
  especial destaca en dicho documento que ''en México el hostigamiento 
  a los defensores de derechos humanos es un problema constante. Especialmente 
  en Chiapas, Guerrero y Oaxaca, los defensores viven un estado de inseguridad 
  permanente''. 
  Cumaraswamy dice que recibió denuncias de parte de los defensores de 
  que se les amenaza de muerte, sufren secuestros, persecuciones, intimidaciones, 
  intervención de sus teléfonos, agresiones físicas, asaltos, 
  intentos de asesinato y difamación. Parece ser, agrega el relator, que 
  los responsables de esos acosos son las autoridades, los políticos locales, 
  los grupos armados y otras organizaciones, en general con el respaldo de las 
  autoridades. ''Estos actos quedan en la impunidad más absoluta.'' 
  La gravedad de ese problema se hace presente con el asesinato de la abogada 
  Digna Ochoa y Plácido, perpetrado el 19 de octubre del año pasado. 
  ''En una carta que se halló junto al cadáver de la defensora de 
  derechos humanos se proferían amenazas contra los miembros del Centro 
  Miguel Agustín Pro Juárez, con los que la señora Ochoa 
  había colaborado en el pasado. Esas amenazas no son las primeras recibidas 
  por ese centro; en agosto su director, el sacerdote David Fernández, 
  recibió por teléfono amenazas de muerte y posteriormente se pusieron 
  en circulación escritos difamatorios contra él.'' 
  Refiere el relator especial de la ONU que el 5 de enero de 1996 dos miembros 
  del Centro Pro fueron asaltados por dos personas que más tarde fueron 
  identificados como miembros de la policía judicial. En septiembre de 
  1999 se recibieron en las oficinas de la ONG diversas amenazas de muerte por 
  escrito en tres días distintos. En octubre de ese mimo año forzaron 
  la puerta de la oficina y la saquearon. Las investigaciones sobre las amenazas 
  nunca llevaron a ninguna detención. 
  Ya en el actual gobierno, los ataques contra defensores continúan. Da 
  cuenta del allanamiento e incendio en contra del Comité de Derechos Humanos 
  Fray Pedro Lorenzo de la Nada, en Chiapas, y las amenazas de muerte recibidas 
  por Abel Barrera Hernández, director del Centro de Derechos Humanos Tlachinollan, 
  de la Montaña de Guerrero. 
  En el informe se apunta que la Comisión Nacional de Derechos Humanos 
  (CNDH) ''no goza de una posición sólida, ya que no es lo suficientemente 
  influyente para obligar a las autoridades a respetar las recomendaciones que 
  emite''. Asegura Param Cumaraswamy que las autoridades no han cumplido la mayoría 
  de las recomendaciones del organismo y apunta que entre la sociedad ''hay preocupación 
  de que el ombudsman nacional entregue a las autoridades expedientes confidenciales''. 
  
  Hace notar su preocupación de que en México conoció un 
  caso de trabajadores migrantes quienes le señalaron que viven en condiciones 
  análogas a la esclavitud: ''Fueron contratados para trabajar en una granja 
  agrícola en Chihuahua; 60 días de trabajo ininterrumpido, incluidos 
  los domingos, con pagos de 60 pesos por jornada que se reducían a la 
  mitad si no se alcanzaba la cuota de producción y sin descanso. No se 
  les permitía salir de la plantación, en cuya tienda tenían 
  que adquirir sus artículos de primera necesidad; carecían de seguro 
  médico y recibían un trato humillante. Los indígenas denunciaron 
  que las autoridades se mostraron indiferentes a su quejas y se ponían 
  del lado de los empleadores. Estas prácticas son recurrentes en los estados 
  donde hay muchos migrantes indígenas'', señala el informe. 
  En sus conclusiones, el relator especial resalta: ''La impunidad y la corrupción 
  parecen no haber perdido fuerza en México. Sean cuales fueren los cambios 
  y las reformas introducidas, no se aprecian en la realidad. Siguen patentes 
  el recelo, la falta de fe y la desconfianza de la población en las instituciones 
  de administración y procuración de justicia''. 
  Cumaraswamy manifiesta su preocupación por los ataques y hostigamiento 
  contra defensores y abogados, y expresa su inquietud por la situación 
  de los indígenas ante la imposibilidad de que se les haga justicia, la 
  falta de intérpretes y de sensibilidad del estamento judicial por sus 
  tradiciones jurídicas. 
  En Ginebra, el relator especial de la ONU se dijo convencido del compromiso 
  político del gobierno de Vicente Fox para cumplir en forma cabal y expedita 
  las 16 recomendaciones hechas para la reforma del sistema de justicia en México 
  -que debe ser coordinado, imparcial e independiente-, emitidas luego de su misión 
  investigadora en el país, realizada en mayo del año pasado. 
  No habiendo tiempos límites para el cumplimiento gubernamental de recomendaciones 
  de la ONU, ''seguiré monitoreando la situación, de la cual informaré 
  nuevamente el año entrante, sobre cuáles recomendaciones fueron 
  cumplidas y qué resultados tuvieron, pero también cuáles 
  no lo fueron y las razones de ello'' afirmó el malayo a La Jornada. 
  
  Ejemplo de la voluntad política del gobierno es la designación 
  de un procurador especial para esclarecer las detenciones en los 70, pero ''está 
  por verse si será capaz de hacerlo, ya que en México la causa 
  que lo impediría es el alto grado de impunidad que sigue existiendo''. 
  
  El funcionario de la Organización de Naciones Unidas ennumera algunas 
  de las más ''sorprendentes'' situaciones encontradas en México, 
  que dieron pauta para la serie de conclusiones a la misión llevada a 
  cabo. Cita como primer problema de envergadura la falta de una reforma integrada 
  del sistema de justicia, ''porque no puede funcionar bien cuando las procuradores, 
  jueces, magistrados, defensores y abogados trabajan cada quien por su lado''. 
  
  Explica que, como es obligatorio, este informe de la misión del relator 
  especial debe presentarse ante la Comisión de los Derechos Humanos; en 
  ocasiones similares es de esperarse una respuesta formal de la delegación 
  del gobierno aludido. En este caso, el referente a México ha sido hecho 
  público para los trabajos actuales de la 58 sesión del órgano 
  de la ONU sobre los derechos civiles y políticos, entre los que se tiene 
  la independencia de jueces y abogados. 
  Cumaraswamy cree que existe voluntad política y determinación 
  gubernamental para atacar el problema, como se ejemplificaría con la 
  designación de un procurador especial para resolver los abusos revelados 
  por la Comisión Nacional de Derechos Humanos sobre el caso de desaparecidos 
  y la apertura de los archivos de inteligencia de los años 1970 a 1985; 
  éstos son ''pasos en la dirección correcta para combatir la impunidad 
  prevaleciente en el país'', concluye.