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Moción de 4 puntos sobre Cuba impulsan 
  Perú, Uruguay, Costa Rica y Argentina 
Uruguay tiene decidido el retiro del embajador en Cuba
 Finalmente ayer se conoció el contenido del borrador que está 
  circulando en los pasillos de la Comisión de DDHH de la ONU en Ginebra 
  y en varias cancillerías latinoamericanas. El impulsor central es Perú, 
  no contiene una condena explícita pero sí contempla una vieja 
  aspiración de EEUU: que una inspección internacional llegue a 
  la isla. 
  Paralelamente se mantuvo en Montevideo la tensa situación diplomática 
  con Cuba, mientras no se produjo la respuesta oficial del gobierno de Fidel 
  Castro, el presidente Jorge Batlle confió a legisladores colorados y 
  colaboradores la decisión de retirar al embajador uruguayo de La Habana. 
  
  Batlle dijo que Enrique Estrázulas, que fue llamado en consulta a Montevideo, 
  no volverá a Cuba y se retrocederá un paso en la relaciones diplomáticas 
  con la isla, pero "no se irá más lejos". Fuentes políticas 
  y diplomáticas señalaron a LA REPUBLICA que la única 
  posibilidad de que esta decisión no se efectivice es que Cuba oficialmente 
  rectifique los dichos de su canciller Felipe Pérez Roque, extremo bastante 
  improbable. 
  Historia de una moción de cuatro puntos 
  Perú está haciendo circular entre los gobiernos de América 
  Latina un documento con una moción de cuatro puntos sobre Cuba, para 
  presentar en la próxima reunión de la Comisión de Derechos 
  Humanos de la ONU, en Ginebra, según una versión que publica el 
  diario La República, de Lima. El diario dice que ese documento es el 
  fruto de las presiones de Washington sobre el presidente peruano Alejandro Toledo, 
  pero que no condena a La Habana sino que insiste para que el mandatario cubano, 
  Fidel Castro, reciba una delegación de la ONU para verificar la situación 
  de los derechos humanos en la isla. 
  La moción, dice La República, "mantiene el espíritu del 
  documento que fue filtrado al Departamento de Estado y fuera descubierto por 
  Cuba" y "complacería a Estados Unidos". 
  Los países involucrados en la iniciativa serían Uruguay, Chile, 
  Costa Rica y Guatemala aunque no se descarta que Perú asuma el liderazgo 
  y lo haga individualmente, según la versión. 
  El proyecto de resolución que estaría en consulta por los países 
  latinoamericanos incluidos en este intento, contiene los siguientes puntos: 
  
  1. Reconocer los avances obtenidos por Cuba en la realización de los 
  derechos sociales de la población, pese al embargo que sufre la isla. 
  
  2. Procurar que en Cuba se hagan avances también en los derechos civiles 
  y políticos, en una perspectiva de afirmación del Estado de Derecho. 
  
  3. Buscar que Cuba, a semejanza del resto de los países latinoamericanos, 
  sea parte del Pacto de Derechos Civiles y Políticos y del Pacto de Derechos 
  Económicos y Sociales. 
  4. Buscar una modalidad constructiva de participación de Mary Robinson, 
  Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU, para lograr que su Oficina 
  coopere con Cuba de manera similar al convenio ya firmado con la República 
  Popular China en materia de derechos humanos. 
  El texto del documento de cuatro puntos divulgado por La República es 
  una ruptura de la tradición del Estado peruano respecto a Cuba, que es 
  la de absoluto respeto a su soberanía y a sus asuntos internos, entendieron 
  en Lima el ex presidente Valentín Paniagua Corazao y el ex canciller 
  Javier Pérez de Cuéllar. 
  La participación uruguaya 
  Según pudo saber LA REPUBLICA de fuentes diplomáticas y 
  políticas, Batlle en su último viaje a Nueva York se comprometió 
  ante el gobierno de EEUU a impulsar una moción para que el tema Cuba 
  se considerara en Ginebra. Cuando comenzó los contactos se encontró 
  que Perú estaba elaborando una propuesta. Dicha propuesta fue analizada 
  por el presidente Toledo con Bush en Lima, y por altos funcionarios peruanos 
  con Otto Reich secretario para América Latina de EEUU y vinculado al 
  exilio cubano en Miami. Según las fuentes Uruguay ha tenido destacada 
  presencia en la elaboración de la propuesta y fundamentalmente en los 
  contactos políticos para viabilizarla. 
  El propio canciller Didier Opertti, experto en derecho internacional, habría 
  participado personalmente en la conformación de los puntos 3 y 4 de la 
  misma. Fernando Henrique Cardoso le comunicó a Batlle que Brasil no vota 
  nada referido a Cuba en Ginebra. 
  La moción no contempla una condena como quería EEUU, pero sí 
  recoge la aspiración norteamericana de una inspección internacional 
  en la Isla. Este último aspecto ha sido rechazado históricamente 
  por Cuba y el embajador cubano en nuestro país, reiteró ese rechazo 
  ayer en conferencia de prensa. La mención a las conquistas sociales y 
  al embargo (no bloqueo) es un precio que Washington acepta pagar a cambio de 
  que por primera vez países latinoamericanos encabecen el tratamiento 
  del tema Cuba. En la moción también se establece que Cuba adhiera 
  a instrumentos jurídicos que rigen el sistema interamericano pero no 
  a las instancias políticas como la OEA, otra concesión a Washington. 
  Sin embargo de aprobarse esta propuesta sería la primera vez desde 1996 
  que Cuba no sería condenada explícitamente. *