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De qué hablamos cuando hablamos de "Imperio"
 El sábado 27 de abril a las 19 se presentará en la Feria del Libro "Imperio e imperialismo", la respuesta de Atilio Boron a Toni Negri y Michael Hardt. Este es un anticipo.    
  
  Por Atilio Boron 
 
  Son muchas las razones que nos movieron a escribir el pequeño libro que 
  el lector ahora tiene en sus manos. En primer lugar, la necesidad de considerar 
  muy seriamente una obra producida por dos autores del calibre intelectual de 
  Michael Hardt y Toni Negri. Su trayectoria intelectual y política, dilatada 
  y fecunda especialmente en el caso del segundo de los nombrados, los hace merecedores 
  de todo respeto y nos obliga, por eso mismo, a examinar muy cuidadosamente el 
  mérito de los planteamientos que desarrollan a lo largo de un libro tan 
  polémico y de tan notable impacto público como Imperio... En segundo 
  término, por la importancia sustantiva del tema que se aborda en ese 
  libro: el imperio o, tal vez, en una definición que nos parece más 
  apropiada, el sistema imperialista en su fase actual. 
  Las dificultades para acometer una empresa de este tipo no son pocas. Se trata 
  de dos intelectuales con quienes compartimos una postura crítica en relación 
  al capitalismo y a la mundialización neoliberal y que, por añadidura, 
  tuvieron la valentía de abordar el examen de un tema de crucial importancia 
  en la coyuntura actual. En efecto, por profunda que sea nuestra disidencia teórica 
  con la interpretación que Hardt y Negri acaban proponiendo es preciso 
  reconocer que una revisión y una puesta al día como la emprendida 
  por nuestros autores era necesaria. Por una parte, porque las deficiencias de 
  los análisis convencionales de la izquierda en relación a las 
  transformaciones experimentadas por el imperialismo en el último cuarto 
  de siglo eran inocultables y exigían una urgente actualización. 
  Por la otra, porque las falencias del "pensamiento único" sobre 
  esta materia –divulgado urbi et orbi por el FMI, el Banco Mundial y las agencias 
  ideológicas del sistema imperial– y que se plasma en la teoría 
  neoliberal de la "globalización" son aún mayores. Para 
  quienes, como el autor de este libro, la misión fundamental de la filosofía 
  y la teoría política es cambiar el mundo y no sólo interpretarlo 
  –para citar la recordada Tesis Onceava de Marx sobre Feuerbach– una teoría 
  correcta se constituye en un instrumento insustituible para que los movimientos 
  populares que resisten la mundialización neoliberal puedan navegar con 
  un margen razonable de certidumbre en las turbulentas aguas del capitalismo 
  contemporáneo. Uno de los factores que más nos impulsó 
  a escribir esta pequeña obra es la rotunda convicción de que la 
  respuesta que ofrecen Hardt y Negri a este desafío es altamente insatisfactoria 
  y que puede ser fuente de renovadas frustraciones en el terreno de la práctica 
  política. 
  Es evidente que un fenómeno como el del imperialismo actual –su estructura, 
  su lógica de funcionamiento, sus consecuencias y sus contradicciones– 
  no se lo puede comprender adecuadamente procediendo a una relectura talmúdica 
  de los textos clásicos de Hilferding, Lenin, Bujarin y Rosa Luxemburg. 
  No porque ellos estuvieran equivocados, como le gusta decir a la derecha, sino 
  porque el capitalismo es un sistema cambiante y altamente dinámico que, 
  como escribieran Marx y Engels en El Manifiesto Comunista, "se revoluciona 
  incesantemente a sí mismo". Por consiguiente, no se puede entender 
  al imperialismo de comienzos del siglo XXI leyendo solamente a estos autores. 
  Pero tampoco se lo puede comprender sin ellos. No se trata, por supuesto, de 
  la monótona y estéril reiteración de sus tesis. El objetivo 
  es avanzar en una reformulación que partiendo desde la revolución 
  copernicana producida por la obra de Marx –y que nos suministra una clave interpretativa 
  imprescindible e irreemplazable para explicar a la sociedad capitalista– reelabore 
  con audacia y creatividad la herencia clásica de los estudios sobre el 
  imperialismo a la luz de las transformaciones de nuestro tiempo. El imperialismo 
  de hoy no es el mismo de hace treinta años. Ha cambiado, y en algunas 
  de sus facetas el cambio ha sido muy importante. Pero no se ha transformado 
  en su contrario, como nos propone la mistificación neoliberal, dando 
  lugar a una economía "global" donde todos somos "interdependientes". 
  Sigue existiendo y oprimiendo a pueblos y naciones, y sembrando a su paso dolor, 
  destrucción y muerte. Pese a los cambios conserva su identidad y estructura, 
  y sigue desempeñando su función histórica en la lógica 
  de la acumulación mundial del capital. Sus mutaciones, su volátil 
  y peligrosa mezcla de persistencia e innovación, requieren la construcción 
  de un nuevo abordaje que nos permita captar su naturaleza actual. Esta continuidad 
  del imperialismo es precisamente la que ha sido pasada por alto en la obra de 
  Hardt y Negri. El precio de tamaña negación es lo que estos autores 
  denominan "imperio". Lo que trataremos de demostrar en este libro 
  es que la realidad del imperialismo no se disuelve conmovida por fantasías 
  discursivas o por un mero cambio de nombre, tal como las murallas de Jericó 
  no se derrumbaron pese al empeño de Josué y los sacerdotes que 
  daban vueltas en su alrededor haciendo sonar sus trompetas. 
  No es un dato menor el hecho de que una reflexión como la que nos proponen 
  Hardt y Negri tenga lugar en momentos en que la dependencia de la periferia 
  y la dominación imperialista se hayan profundizado hasta llegar a niveles 
  desconocidos en nuestra historia. Por ello, la necesidad de contar con un renovado 
  instrumental teórico para comprender al imperialismo y luchar contra 
  él es más urgente que nunca. Sin pecar de teoreticistas, nos parece 
  que será muy difícil librar con éxito dicha batalla si 
  no se comprende muy claramente cuál es la naturaleza del fenómeno. 
  Es precisamente debido a esa necesidad de saber que Imperio... ha tenido tan 
  extraordinario impacto entre las enormes masas de jóvenes y no tan jóvenes 
  que desde Seattle en adelante se han movilizado en todo el mundo para poner 
  coto al sistemático genocidio que el imperialismo practica a diario en 
  los países de la periferia capitalista, a la regresión social 
  y la desciudadanización que tienen lugar en las sociedades más 
  avanzadas y atrasadas por igual, a la criminal destrucción del medio 
  ambiente, al envilecimiento de los regímenes democráticos maniatados 
  por la tiranía de los mercados y al paroxismo militarista que, desde 
  el atentado a las Torres Gemelas y el Pentágono, se ha adueñado 
  de la Casa Blanca y otros lugares privilegiados desde los cuales se toman las 
  decisiones que afectan las vidas de miles de millones de personas en todo el 
  mundo. Pese a sus nobles intenciones y la honestidad intelectual y política 
  de sus autores, temas sobre los cuales no puede existir la menor duda, este 
  libro –saludado por muchos como "el Manifiesto Comunista del siglo XXI" 
  o como un redivivo "librito rojo" de los mal llamados "globalifóbicos"– 
  contiene gravísimos errores de diagnóstico e interpretación 
  que, en caso de pasar desapercibidos y ser aceptados por los grupos y organizaciones 
  que hoy pugnan por derrotar al imperialismo, podrían llegar a ser la 
  causa intelectual de nuevas y más duraderas derrotas, y no sólo 
  en el plano de la teoría. Es por eso que nos hemos aventurado a plantear 
  nuestras críticas y a asumir los costos y riesgos que conlleva el cuestionamiento 
  a un texto que, por distintas razones que no viene al caso examinar aquí, 
  se ha convertido en una importante referencia teórica para los movimientos 
  críticos de la globalización neoliberal. Creemos que un debate 
  franco y sincero con las tesis planteadas en Imperio... puede ser un poderoso 
  antídoto para despejar tales acechanzas.