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Latinoamérica

Trabajadores, trabajadoras:


Con las banderas desplegadas y las consignas exigiendo pan y libertad en alto; con la decisión de fortalecer la unidad popular, la clase obrera y los pueblos del Ecuador marchan hermanados este 1 de mayo, para demostrar la fuerza de su movimiento y la justeza de sus planteamientos que acabarán con el sistema de explotación y miseria y en su lugar construir el Poder Popular, la sociedad de los trabajadores.
Teniendo la mira en el futuro, peleamos en el presente en contra de la dependencia y explotación del imperialismo y de la burguesía. En la unidad de los explotados está la fuerza, en la lucha su arma indispensable para doblegar al enemigo. Con ellas derrotamos a los gobiernos corruptos del roldosista Abdalá Bucaram y del demócrata popular Jamil Mahuad; y con ellas hemos hecho retroceder al actual gobierno en sus pretensiones de privatizar las empresas eléctricas, de elevar el costo de sus tarifas y las del sector telefónico, así como la intención de subir el precio del gas de consumo doméstico. Con ellas los pobladores de Sucumbíos, Orellana y El Oro obligaron a Noboa que atienda derechos que quería burlarlos, entre otras acciones de lucha victoriosas.
No obstante la importante batalla desarrollada por el pueblo en contra de la política antipopular del régimen, éste insiste en entregar las empresas estatales al capital privado nacional o extranjero. La privatización del sector eléctrico ahora la esconde tras el nombre de concesión; la antesala de la privatización de la educación y de la salud la camufla con la municipalización, a lo cual rechazamos y combatimos.
Mientras la oligarquía vende patria sueña con los millones de dólares que festinará por la venta de las empresas estatales y hace intensa propaganda de una recuperación económica de la que se han beneficiado sólo unos pocos burgueses, los estómagos vacíos de los niños hambrientos y los lamentos de quienes se ven forzados a abandonar el país para caer en las redes de la misma explotación capitalista en otras regiones, son una clara muestra de que la crisis va en aumento, que el desempleo persigue a los hogares pobres, que los salarios cada día alcanzan para menos: que la dolarización ha fracasado.
La injusticia es la regla en el país, la pobreza ha atrapado a ocho de cada diez ecuatorianos; pero en contraparte hay un reducido grupo que aumenta sus riquezas a costa de la explotación y de la corrupción. Uno tras otro saltan los negociados, los atracos a los fondos públicos, ya sea en las Fuerzas Armadas, en la Policía, en la contratación de la obra pública, en fin... en una clara demostración de la podredumbre en la que se mueve la moral burguesa, expresión de la decadencia del capitalismo.
A la par que los trabajadores y los pueblos enfrentan la pobreza, las clases dominantes preparan el juego electoral. Los candidatos de la burguesía han saltado ya a la palestra y la gran prensa hace esfuerzos por concentrar la atención del pueblo en los viejos políticos de la oligarquía, en los "esfuerzos" que +estos despliegan por formar sus frentes electorales con los que piensan atrapar un electorado que les permita mantenerse o llegar a las instituciones estatales para continuar engañando y explotando al pueblo.
Los procesos electorales no son más que una maniobra de la burguesía para adormecer la conciencia del pueblo. Sin embargo, debemos aprovechar los mismos para convertirlos en escenario de confrontación entre pobres y ricos, entre explotados y explotadores. Para que el pueblo pueda encarar en mejores condiciones a las empresas electorales de la burguesía, las organizaciones populares y revolucionarias debemos cumplir con el sentimiento arraigado entre los trabajadores y campesinos, en el movimiento indio, juvenil y popular en general de conjuntar nuestra energías y la voluntad de luchar, por lo que respaldamos la propuesta formulada por el Movimiento Popular Democrático de constituir un frente de unidad de las organizaciones de izquierda y populares que, escogiendo a consecuentes abanderados comprometidos con el combate popular, levante un programa que dé salida a la crisis del país rompiendo con la dependencia extranjera y golpeando los privilegios de las clases dominantes criollas. Mas, reiteramos que a través de los procesos electorales no resolverán los problemas del pueblo; la única alternativa se encuentra en el triunfo de la revolución social del proletariado, que se hará efectiva con la insurrección armada del pueblo.
Levantar la lucha en contra
de la dominación del imperialismo
Luego de los acontecimientos del 11 de septiembre pasado, el imperialismo ha acentuado su agresividad, con la complicidad de las otras superpotencias. Tras diezmar Afganistán, y para consolidar sus posiciones en Medio Oriente, ahora sus misiles apuntan a Irak, mientras apoya las masacres cometidas por el Estado sionista de Israel en contra del pueblo palestino, que lucha por alcanzar el derecho a proclamar un Estado independiente.
En América Latina, el imperialismo acelera la ejecución de sus planes político – militares para asegurar su dominación. En Colombia, apoyado en una burguesía servil, busca acabar con las fuerzas guerrilleras, para lo cual les declararon la guerra. En Venezuela, los gringos y la rancia oligarquía fracasaron en su intento de destituir al gobierno del coronel Hugo Chávez e imponer un dictadura reaccionaria que les sea dócil en la ejecución de sus planes. En nuestro país, son reiterados los planteamientos -internos y desde el extranjero- que busscan oficializar una abierta acción militar norteamericana en contra de las fuerzas guerrilleras colombianas desde la Base Aérea de Manta en lo que denominan el combate contra el terrorismo. Todo esto ocurre en el marco de la aplicación del Plan Colombia que pronto envolverá a la región en una gran confrontación militar, instigada por el gobierno norteamericano, y de la cual los únicos afectados serán los pueblos de la región.
La crisis del sistema capitalista afecta a todos países. La recesión golpea a lo pueblos del mundo y los intentos de la burguesía para obtener mayores ganancias intensificando la explotación a los trabajadores ha generado la respuesta de la clase obrera y los pueblos. Huelgas parciales y generales se producen en varias regiones. En América, el pueblo argentino con su lucha hizo saltar a un gobierno neoliberal. Contra regímenes similares combaten los pueblos en Perú, Bolivia, Chile, Brasil. En todos las latitudes los trabajadores se alzan en contra de la dominación y agresión imperialista, enemigo número uno de los pueblos mundo. Expresamos nuestra solidaridad con los trabajadores y pueblos de la tierra que luchan, al igual que nosotros, por abrir el mundo de la solidaridad, la sociedad socialista.
Partido Comunista Marxista Leninista del Ecuador
Comité Central
1 de mayo 2002