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25 de abril del 2002
Masivo pedido de visas en Ecuador para emigrar a España
Kintto Lucas
  IPS 
  
  Más de 30.000 ecuatorianos presentaron su solicitud de visas para 
  trabajar en España ante la cancillería de Ecuador en el marco 
  de un acuerdo migratorio entre los dos países. 
  Sin embargo, muchos emigrantes verán frustrada por ahora su pretensión 
  de radicarse en España porque las propuestas de empleo necesarias para 
  que se haga efectiva se han demorado. 
  Leonardo Carrión, jefe de la Dirección de Ecuatorianos Residentes 
  en el Exterior, una oficina de la cancillería, explicó que además 
  llevará meses entrevistar a todos los postulantes debido a la alta demanda 
  de postulantes. 
  El funcionario espera que "en el transcurso de este mes" comiencen a llegar 
  las solicitudes de trabajo, requisito imprescindible según la nueva Ley 
  de Extranjería de España. 
  "Me inscribí en la cancillería porque si surge un trabajo me permite 
  viajar con papeles. Si eso no ocurre, la salida es ir ilegal (sin documentación) 
  como tantos compatriotas", declaró a IPS uno de los solicitantes mientras 
  esperaba para entregar sus papeles en la cancillería. 
  Varias de las personas consultadas por IPS dicen que primero esperarán 
  la oferta de trabajo, pero si esta se demora, la solución es instalarse 
  sin documentación. 
  La intención de viajar como turistas y quedarse a trabajar en España 
  sin los documentos correspondientes fue el común denominador de las personas 
  consultadas por IPS, por eso prefirieron no revelar su identidad. 
  La Asociación de Emigrantes Ecuador Llactacaru, de Barcelona, señaló 
  en un comunicado que "la aplicación de la Ley de Extranjería y 
  de su reglamento está empeorando la situación de los inmigrantes 
  en España". 
  "En enero, contraviniendo su propia legislación, el gobierno español 
  clausuró el régimen general de visas, impidiéndonos la 
  posibilidad de regularización, incluso con oferta de trabajo", explicó. 
  
  La Asociación añadió que "la represión contra los 
  emigrantes va en aumento", porque la policía los persigue y "han aumentado 
  las detenciones y deportaciones". 
  Ecuador Llactacaru dijo, además, que la Ley de Extranjería llevó 
  a que las personas sin documentos sirvan de "mano de obra barata y sin derechos". 
  
  Esa norma dejó a los inmigrantes "indefensos ante las mafias que venden 
  falsos contratos o ante empresarios sin escrúpulos que fuerzan a trabajar 
  en situaciones de gran precariedad, facilitando así la discriminación 
  social y laboral", puntualizaron. 
  La Ley de Extranjería establece un sistema de cupos de inmigración 
  para Marruecos, Ecuador, Colombia y Polonia, que son los países que tienen 
  acuerdo bilateral con España. 
  Los inmigrantes que se inscribieron en la cancillería de sus países 
  de origen para una visa de trabajo pueden lograr contratos que, "en su mayoría, 
  tienen una duración de seis meses, improrrogables y con obligación 
  de retorno", indica la asociación de inmigrantes radicada en Barcelona. 
  
  "Este sistema sirve además de justificación al gobierno para mantener 
  sin papeles a los inmigrantes actualmente residentes en el Estado Español", 
  como muchos de los ecuatorianos que viven en Catalunia, aseguró el comunicado. 
  
  La Subdirección General de la Regulación de la Inmigración 
  y las Migraciones Interiores, dependiente del Ministerio de Trabajo y Asuntos 
  Sociales de España, informó que fueron aceptadas 37.964 solicitudes 
  de regularización de papeles de ecuatorianos de las 48.551 presentadas 
  el año pasado. 
  Los inmigrantes que no lograron su visa de residencia por esta vía ya 
  no lo podrán hacer porque con la nueva Ley de Extranjería sólo 
  se otorgarán documentos mediante convenios de trabajo. 
  Al mismo tiempo que en Ecuador terminaba el periodo de inscripciones para solicitar 
  visas de trabajo para este año, el diario español El País 
  informaba que muchos "inmigrantes ilegales viven una situación muy difícil" 
  debido a su precariedad laboral y económica. 
  El alto precio de los alquileres, la exigencia de excesivas garantías 
  y los recelos de los propietarios hacia los emigrantes en España redujo 
  la oferta inmobiliaria y muchos han sido condenados a vivir hacinados, pagando 
  excesivos subarriendos, agregó el diario. 
  Asociaciones de ciudadanos marroquíes, colombianos y ecuatorianos pidieron 
  ayuda pública para poder acceder a viviendas dignas. 
  Raúl Jiménez, de la Asociación Ecuatoriana de Emigrantes 
  Rumiñahui, apuntó que era necesario crear "programas de vivienda 
  de alquiler social o subvenciones que ayuden a pagar el alquiler cada mes". 
  
  Mustafá Al-Mrabet, de la Asociación de Trabajadores Inmigrantes 
  Marroquíes en España (ATIME), explicó que la falta de vivienda 
  es el principal impedimento para que los inmigrantes "puedan integrarse al país". 
  
  Por eso pidió a los ayuntamientos "que cedan terrenos para la construcción 
  de viviendas con alquileres baratos". 
  "Aquí no queremos moros" es la respuesta más frecuente que escuchan 
  sus compatriotas de parte de los propietarios cuando intentan alquilar, comentó 
  Al-Mrabet. 
  Por su parte, Pedro Arias, de la Asociación de Colombianos en Madrid 
  (Acoma), también se quejó de que para los propietarios españoles 
  un "colombiano es sinónimo de un delincuente". 
  El ecuatoriano Raúl Jiménez también narra que compatriotas 
  suyos a veces son explotados por inmigrantes de este mismo país. 
  La migración de ecuatorianos a España creció a fines de 
  la década del 90, como consecuencia de la crisis económica que 
  afectó el país. 
  Datos del Ministerio del Interior de España indican que en la actualidad 
  los ecuatorianos constituyen el grupo más grande de inmigrantes en Madrid 
  y uno de los más importantes del país. 
  El gobierno municipal de Madrid informó el año pasado que el número 
  de ecuatorianos residentes en esa ciudad aumentó 15 veces en dos años, 
  pasando de 4.915 en 1999 a 75.527. Según fuentes de Quito, en España 
  residían en 2000 más de 350.000 ecuatorianos, pero solo 130.000 
  tenían la documentación en regla. Para Ecuador las remesas de 
  los emigrantes representan el segundo rubro de entrada de divisas, con 1.250 
  millones de dólares al año, monto solo superado por las exportaciones 
  de petróleo