VOLVER A LA PAGINA  PRINCIPAL
Latinoamérica

5 de abril del 2002
Chile: Ante una encrucijada: escoger entre "dos derechas"

Sergio Ramírez

El gobierno de Lagos culmina su proceso de derechización. Un análisis de su gestión así lo ratifica. Comienzan a intensificarse las manifestaciones de rechazo a tal proceso, pese a maniobras y eficacia del aparato propagandístico del oficialismo. La disconformidad y crítica a la agenda económica liberal se extiende por la propia Concertación. El documento "Chile entre dos derechas" del diputado Sergio Aguiló (PS) provoca un verdadero terremoto político en La Moneda y el comienzo de una rebelión en sectores de la Concertación.
Las maniobras comunicacionales del gobierno de Lagos se han perfeccionado en los 2 años de su administración. El estímulo del slogan "Piensa positivo" se ofrece como prueba de que la gente algo ganó. Pero aumentan las manifestacionrs de disconformidad y rechazo al modelo económico y sus administradores. Es que la inclinación de gobierno a la derecha es cada día mayor. La mantención y defensa del modelo económico, en beneficio de la empresa por sobre los trabajadores, impone un sacrificio insoportable a la mayoría de la población. Un examen de las políticas impulsadas por la administración Lagos, basta para determinar el curso adoptado.
Durante el actual gobierno se aprobaron las reformas laborales. Ellas no modificaron realmente al Código Laboral heredado de la dictadura. Se conservó el artículo 16, que autoriza a despedir "por necesidades de la empresa". Así, los patrones han podido eliminar de sus plantillas a quienes organizan o se afilian a un sindicato. Se implantó además una multa irrisoria a la contratación de rompehuelgas. No se consideraron los convenios 87 y 98 de la OIT que establecen normas referentes a libertad sindical y negociación colectiva, ambos suscritos y ratificados por el Estado chileno. Además, otro ejemplo es el seguro de desempleo. Más allá de las críticas, recientemente se aprobó que los fondos del seguro serán entregados a una AFP para su administración, cosa que los trabajadores rechazaban. Mientras que la privatización de las empresas sanitarias es otro botón de muestra, que corresponde a la continuidad de la política privatizadora. Además, la reforma a la salud amenaza ser una operación similar, que reportará excelentes resultados para los empresarios que inviertan en el "negocio" de la salud y un azote para los usuarios.
Crecer con equidad ha sido una consigna del gobierno. Pero la realidad indica su fracaso en gobernar equitativamente para las empresas y los trabajadores. Estos últimos han salido perjudicados, junto a la mayoría ciudadana. La falta de reactivación de la economía y la alta cesantía son la peor lacra del modelo, si se considera, en contraste, que las grandes empresas aumentan sus ganancias año a año. Así incrementaron sus utilidades en 2001 en un 49%. En tanto, las expectativas de crecer se reducen "moderadamente". Efectivamente, es difícil que la economía crezca cuando no hay reactivación y el poder adquisitivo de los trabajadores ha caído en forma sostenida. Lo descrito se agrava cuando Lagos conduce al país a suscribir un Acuerdo de Libre Comercio con EE.UU., lo que se traducirá en que la economía chilena sea devorada por la del gigante del norte, como sostienen diversos economistas y lo demuestra la experiencia de México: el proceso conduce a una nueva forma de colonización.
En política internacional, dos rasgos de la derechización: el voto condenatorio contra Cuba en la ONU en 2000, por supuestas violaciones a los DD.HH., y el apoyo incondicional a EE.UU. en su "guerra contra el terrorismo" y, en consecuencia, a los bombardeos sobre Afganistán, respecto a los que la Canciller, Soledad Alvear (DC), sostuvo que eran indispensables aun cuando acarrearan un costo lamentable como fue la muerte de miles de civiles incluidos niños, y el desplazamiento de miles de refugiados. Mientras que en Chile el comportamiento de las "fuerzas de orden" no fue a la zaga. Reiteradas denuncias de tortura y malos tratos a manos de ambas policías se registran diariamente. A lo que se agrega la represión contra los mapuches, destacándose la contra quienes resisten en el Alto Bío Bío que sus tierras sean inundadas para la construcción de la Central Hidroeléctrica Ralco, por Endesa España.
La consolidación del giro a la derecha del gobierno fue su respaldo a la Mesa de Diálogo sobre DD.HH., en la cual las FF.AA. entregaron falsa información respecto al paradero de detenidos desaparecidos, algo que los hechos no tardaron en demostrar, como sucedió con el hallazgo en el Fuerte Arteaga (Colina) de los restos de Juan Rivera Matus, a quien el informe de las FF.AA. señalaba como lanzado al mar tras haber sido asesinado. Mientras que el rescate de Pinochet desde Londres, protegiéndolo de la justicia internacional, es una las más inconsecuentes maniobras del gobierno de Lagos. Pero, la lista es extensa. Incluye la mantención de la institucionalidad dictatorial, con un antidemocrático sistema electoral binominal que beneficia a la derecha. Conserva la inamovilidad de los comandantes en jefe de las FF.AA. y el rol tutelar de éstas sobre la sociedad civil. Además, brega por dar vuelta la página respecto de las violaciones a los DD.HH., invocando las falacias de la "convivencia democrática" y la "cohesión social".
"SON DE DERECHA, SIN MAS"
La constatación de la derechización de la Concertación y su gobierno ha provocado reacciones inesperadas para Lagos y su "círculo de hierro". El diputado socialista por Talca, Sergio Aguiló, ha remecido al oficialismo con una carta enviada al PS y al ministro José Miguel Insulza. En este documento, titulado "Chile entre dos derechas", hace una autocrítica por su labor parlamentaria y anuncia que no comprometerá su apoyo a las iniciativas gubernamentales. Dice: "Tengo perfecta conciencia de que en estos doce años en que he ejercido como diputado, he votado favorablemente leyes cuyos efectos sociales aquí critico. (...) Me ha parecido necesario, para ser mínimamente correcto con lo que aquí he expresado, renunciar al cargo de jefe de la bancada de diputados socialistas y al rango de miembro de la comisión política del partido (...) Asimismo, he estimado indispensable informarle al gobierno mi disposición de votar favorablemente sólo aquellos proyectos que, en mi opinión, vayan en la dirección de ir construyendo un país que crece con igualdad". Además, agrega: "Si alguien pregunta cómo me defino, creo que desde el punto de vista de lo que pienso me defino como socialista democrático, pero desde lo que he hecho en estos doce años me defino como un demócrata derechista".
Aguiló denuncia que las políticas oficiales lo dejaron frente a una encrucijada: escoger entre "dos derechas", una democrática -la Concertación- y otra autoritaria, en referencia a la Alianza por Chile: "Las agendas de la Concertación y de la Alianza por Chile son, en lo fundamental, idénticas. Son de derecha, sin más. Y ese es el principal problema político de nuestro país en estos tiempos: tener que optar entre dos derechas (...) Ambas dibujando el mismo horizonte para Chile, a través de programas y proyectos que en cualquier debate intelectual serio y sin censuras serían catalogados de derechas". Y, agrega: "En 4 años más, cuando estas alternativas estén planteadas directamente en el terreno electoral, es muy probable que los chilenos tiendan a optar, como lo advirtiera con preocupación Carlos Huneeus en una reciente entrevista, por el original y no por la copia". Pero, no es lo único, considera que "si no hay cambios y siguen las privatizaciones sin políticas sociales ni de redistribución del ingreso, se está aplicando la receta de Lavín. Cuando se aplica el programa de otro, el que termina ganando es el otro; es decir, sin cambios gana Lavín sin duda alguna…"
Sus críticas se centran en la agenda económica de Lagos. "Si la Concertación sigue levantando como su receta la privatización, la desregulación, el crecimiento sin políticas sociales, la gente no va a ver ninguna diferencia entre las dos propuestas". A su juicio, da lo mismo -en materia económico y social- que el país esté hoy gobernado por Lagos o Lavín. Dice: "… Si algún amigo quisiera ser irónico en esta respuesta, podría decir que Lavín (en el gobierno) habría introducido en la reforma a la salud la preocupación que ha mostrado en estos días por el sistema de atención primario cubano, que es enteramente público y sin la intromisión de privados. O sea, en esa materia habría quedado claro quién es más de derecha todavía."
Aguiló representa el sector de la Concertación que sostiene que si La Moneda sigue el rumbo a la derecha trazado por la agenda del Ministro de Hacienda, Nicolás Eyzaguirre, Lavín se convertirá en el sucesor de Lagos en las presidenciales del 2005, pues se impondrá la lógica de que "es mejor el original". No es el único. Ya lo dijo Carlos Huneeus (DC) al igual que personeros del PS, como el senador Ominami ("El gobierno no puede tener exactamente la misma agenda que la Sofofa", 13.01.2002) y Camilo Escalona, presidente de esa colectividad ("Lagos es el líder de la coalición, no es mi jefe. Yo respondo a una autoridad colectiva en la mesa, a la comisión política y a la dirección nacional del PS. Esas son mis autoridades", 24.03.2002). En efecto, las críticas de Aguiló son el reflejo de un "malestar" presente en círculos de la Concertación, cuyo objetivo es reanudar el debate truncado en 1997, cuando desde diversos sectores del oficialismo se enfrentaron "autoflagelantes" y "autocomplacientes", a través de dos documentos: Uno respaldando las políticas adoptadas por el oficialismo, y otro cuestionando la influencia de los sectores liberales en la agenda del gobierno de Frei.
En tal sentido, Aguiló, denuncia a algunos asesores de Lagos, como Eugenio Tironi (PPD), "autocomplaciente" que dijo que la UDI era un partido democrático. "Las encuestas dicen que Lavín será el próximo presidente. Y probablemente no se equivoquen. Lo que encuentro dramático es que importantes asesores externos de La Moneda encuentran que eso es lo más normal del mundo. Tengo incluso la impresión de que estarían hasta felices. Son aquellos intelectuales que dicen que la derecha, incluida la UDI, es enteramente democrática y que no hay problema en que haya alternancia en el Gobierno. No voy a dar nombres, pero son públicos".
Sergio Aguiló puede desatar una rebelión. Su alegato personal alcanza a la plana mayor del PS y amenaza con impactar también al resto de los partidos de la Concertación. Y es que el diputado hizo público en su documento un juicio compartido por amplios sectores del oficialismo: que Lagos optó por una agenda económico-social liberal.
LA REACCION DEL GOBIERNO
El documento de Aguiló se conoció en el momento en que el PS acusaba los efectos de tres golpes en su contra: Uno, la reciente negociación por la presidencia del Senado, en que Lagos apoyó a la DC, postergando al PS. Dos, un cambio de gabinete donde el PS fue perjudicado en el cuoteo. Y, tres, una nula participación en la confección de la agenda 2002-2006, donde los criterios impuestos por Nicolás Eyzaguirre (PPD), son contrarios al pensamiento del PS en materias como la reforma a la salud y otras.
El contenido del documento de Aguiló es una crítica muy dura a Lagos y un aliento a la rebelión. Su opinión no sólo es apoyada en el PS -donde creen que Lagos se entregó a una agenda de derecha-, sino que también el diputado Cristián Pareto (DC) advirtió que su voto no está comprometido con la Moneda. En definitiva, los sectores cupulares de la Concertación están realineándose a raíz del análisis del diputado PS. Este hecho disminuye el margen de acción de Lagos, mientras que la DC ha dado señales de querer cambiar la política económica impulsada por Eyzaguirre, aumentando el gasto público.
La reacción del gobierno no se hizo esperar. El ministro del Interior, José Miguel Insulza, cual capataz de fundo, asumió la tarea de alinear al PS. Para ello comenzó criticando la actitud de Aguiló. En referencia a la afirmación de Aguiló de que el gobierno ha adoptado la agenda económico-social de la oposición, Insunza dijo: "yo no sé a qué agendas iguales se refiere". Además, calificó como "equivocada" la decisión del diputado PS de renunciar a la jefatura de bancada y a la comisión política de su partido en rechazo a la "derechización" que sufrió la agenda gubernamental. Y, respecto a la "derechización" que, según Aguiló, ha sufrido la Concertación en los últimos años, Insulza manifestó que se llevan doce años de Democracia y a algunos diputados se les olvidó lo que es la derecha: "yo espero que no tengan la oportunidad de comprobarlo con sus actitudes".
Basado en tales argumentos, pidió disciplina al PS para que el resto no siga los pasos del diputado. "Ciertamente sus declaraciones han provocado tropezones", dijo. Y luego lanzó una directa advertencia a la plana mayor de su partido: "Si cada uno de sus diputados actúa como se le da la gana, entonces (el PS) no es partido de gobierno. Eso tienen que entenderlo Camilo Escalona y su directiva. No creo que este asunto deba traer consecuencias y espero que recapacite". Su llamado de atención no tuvo efecto. El vicepresidente del PS, diputado Juan Bustos, dijo: "el PS siempre ha sido un partido muy disciplinado, pero crítico. No veo por qué sorprende el hecho de que nosotros planteemos críticas o determinadas observaciones". Además, defendió a Aguiló: "Los temas de fondo que Aguiló trata en su documento son bastante compartidos en el partido". En tanto, el diputado del PS, Alejandro Navarro, atribuyó las declaraciones de Insulza al "temperamento" del jefe de gabinete. Y señaló que "el punto central de la discusión es si este modelo da para el cumplimiento del programa de la Concertación (...) Ojalá mande el Presidente Lagos y no el ministro Eyzaguirre...", señaló.
"Tengo que trabajar con mayor fuerza para que no esté tan disconforme", dijo Lagos en referencia a las críticas de Aguiló. Y, bajándole el perfil a la discusión, agregó: "Todos quisiéramos tener mayores recursos para poder dar más. Nadie puede estar en contra de eso".