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29 de abril del 2002
Grabacion y denuncia que revelan infamias anticubanas
Sergio Ramírez 
  
  Fidel Castro reveló la conversación telefónica que sostuviera 
  con Vicente Fox antes de la Cumbre de Monterrey, donde el mandatario azteca 
  le solicitó que no asista a la reunión y que, si lo hace, se retire 
  anticipadamente. Rol destacado en la trama siniestra, que denuncia el líder 
  cubano, lo desempeñó el canciller azteca. Los detalles de la grabación 
  y las declaraciones de Fidel Castro han estremecido a la opinión pública 
  mundial 
  
  Vicente Fox y su canciller Carlos Castañeda negaron haber 
  presionado al líder cubano para que no participara o para que se fuera 
  anticipadamente de esa reunión Cumbre de Monterrey. También descartaron 
  presiones de EE.UU. "No hubo en ningún momento presión por parte 
  de ningún funcionario mexicano a Fidel Castro para que se fuera antes 
  de lo previsto", dijo Castañeda. Según el analista político 
  mexicano, Alberto Aziz Nasif la denuncia cubana significaba "…un efecto terrible 
  para Fox en cuanto a su credibilidad. Esto es un golpe muy duro al Presidente 
  porque él dijo que no había presionado a Fidel en la Cumbre de 
  Monterrey". Tras las negativa de las presiones ejercidas, en el diario Granma 
  se denunció a Castañeda por su responsabilidad en el incidente 
  en la reunión internacional. El editorial del órgano oficial del 
  PC Cubano terminaba expresando: "Que no se obligue a Cuba a presentar la prueba 
  que poseemos". 
  Desde que asumió la Cancillería del gobierno de Fox, Castañeda 
  intensificó su odio al pueblo cubano y su revolución. Su figura 
  ligada a EE.UU., después de haber posado como izquierdista, produjo una 
  seriela de provocaciones del gobierno azteca contra el cubano. En efecto, por 
  ejemplo, es responsable de haber instado a ciudadanos cubanos a ingresar violentamente 
  a la Embajada de México en La Habana a través de unas declaraciones 
  provocadoras que repitió la "gusana" Radio Martí de EE.UU hacia 
  territorio isleño. En efecto, a fines de febrero, Castañeda dijo 
  en Miami que las puertas de México y de la sede diplomática de 
  su país en Cuba "estarían abiertas para cualquier ciudadano cubano...". 
  Al día siguiente, un grupo de antisociales ingresó ilegalmente 
  a la legación. Las declaraciones del canciller azteca alentaron ese hecho. 
  Luego vendría la asistencia de Castro a la Cumbre de Monterrey (21.04). 
  Su temprano retiro se debió, según denunciara el mandatario cubano, 
  "a una situación especial creada por mi participación". También 
  Castañeda fue el promotor del encuentro de Fox con "disidentes" en la 
  embajada de México, en el primer encuentro de este tipo de un jefe de 
  Estado mexicano durante un viaje de trabajo a Cuba. Además, causó 
  malestar en La Habana cuando dijo que ahora las relaciones de México 
  eran con "la República de Cuba y no con la Revolución Cubana". 
  Y, según Fidel Castro, el canciller mexicano ha sido un protagonista 
  destacado del voto contra Cuba en las NU y lo sucedido en Monterrey ya colmó 
  el vaso de la paciencia. 
  Cinco días después de la Conferencia, Granma denuncia a Castañeda. 
  Lo sindica como "el culpable de lo ocurrido en Monterrey". En el editorial señala 
  que era "el diabólico y cínico arquitecto" de la política 
  mexicana y de llevar adelante una "política maquiavélica y provocadora". 
  Además, lo acusa de haber ideado, junto con el Departamento de Estado 
  norteamericano, el plan para que México, Argentina y "otra Cancillería 
  latinoamericana", presentaran un proyecto para condenar a Cuba en la CDH en 
  Ginebra. Lo cual así ocurrió. Incluso, Granma publicó que 
  Castañeda había solicitado, hace años, cuando posaba de 
  "izquierdista", instrucción militar para apoyar a grupos guerrilleros 
  de centroamericanos. El diario "Reforma" publicó las fotos del ahora 
  canciller vistiendo uniforme militar y disparando. 
  En el trasfondo de la permanente actitud anticubana del canciller mexicano estaría 
  su ambición "presidencial" y aspiración de convertirse en una 
  especie de supuesto interlocutor-promotor del "diálogo democrático" 
  y de una "transición política" en Cuba, aprovechando su cargo 
  político en México y, obviamente, su condición de "perro 
  faldero" de la administración Bush y sus vínculos, nunca desmentidos, 
  con las agencias de inteligencia norteamericanas. 
  ANTECEDENTES Y CONTENIDO DE LA GRABACIÓN 
  La conversación telefónica entre ambos mandatarios tuvo lugar, 
  según Fidel "el 19 de marzo entre las 11.30 y las 11.50 horas de la noche, 
  aproximadamente". Para respaldar la autenticidad de la grabación, afirmó 
  que si la grabación no fuera cierta estaría dispuesto a renunciar 
  a todos sus cargos como máximo líder de la Revolución. 
  Además, aclaró que no quería presentar la prueba de la 
  llamada telefónica. Responsabiliza al canciller Castañeda de haber 
  llevado las cosas a un punto de rompimiento. "Mi renuencia a presentar las pruebas 
  de lo ocurrido en Monterrey, que me obligó a retirarme el mismo día 
  de mi discurso en la Cumbre, se debía a que el señor Castañeda 
  había arrastrado en su descocada aventura al presidente Vicente Fox. 
  No podía revelarlas sin implicar al propio jefe de Estado mexicano". 
  Y agregó Fidel: "El aventurero canciller mexicano arrastró en 
  su perfidia nada menos que al Presidente de México. No podían 
  usarse pruebas sin implicarlo". Fidel Castro tomó esa decisión 
  porque tanto Fox como Castañeda habían afirmado que no hubo presiones 
  para que abandonara antes de tiempo la Cumbre que se efectuó en Monterrey 
  El gobierno cubano estaba en tela de juicio. Además, Castañeda 
  no cesaba su campaña anticubana. 
  Fidel Castro realizó el encuentro con periodistas mexicanos, unos 70 
  corresponsales extranjeros y de los medios cubanos. En el Palacio de las Convenciones, 
  en el barrio de Miramar, por el sistema de audio se pudo escuchar una conversación 
  telefónica, de poco más de 17 minutos, entre el jefe de Estado 
  cubano y el Presidente de México. En ella, en síntesis, Fox le 
  dice a Castro que su presencia en la cumbre de Monterrey le suponía "una 
  buena cantidad de problemas", por lo que le solicita que se marche luego del 
  discurso que tenía programado pronunciarr. También, le pide que 
  en su discurso no ataque a EE.UU. 
  En la conversación revelada, Fox le dice varias veces a su homólogo 
  cubano que asista a la Cumbre sólo el día jueves, almuerce y se 
  regrese a Cuba de inmediato. Le solicitó: "Y que me dejaras libre, y 
  es la petición que te hago, el viernes, para que no me compliques el 
  viernes". La complicación era evitarle al Presidente de EE.UU, George 
  Bush, que se topara con Fidel Castro. Pero, Fox no terminó ahí. 
  "Fidel, ¿te puedo pedir otro favor?". "Dígame" le dijo en tono duro Fidel. 
  El mandatario mexicano le planteó que no hablara del asunto del ingreso 
  violento de cubanos a la sede diplomática de México en La Habana. 
  Sí, le dijo el jefe de Estado cubano y le reviró: "Dígame, 
  ¿en qué más puedo servirlo?". Fox no lo dudó: "Pues, básicamente 
  no agredir a EE.UU o al presidente Bush..." Los hechos eran claros: el Presidente 
  de México le pedía al Presidente de Cuba que se retirara antes 
  de una Cumbre convocada por las NU y además le solicitaba que no perturbara 
  al Presidente de EE.UU. 
  Después de la difusión de la conversación telefónica, 
  el gobierno mexicano emitió una declaración. Rodolfo Elizondo, 
  vocero de la Presidencia, leyó el comunicado elaborado en una reunión 
  de más de tres horas entre Fox, Castañeda y el Secretario de Gobernación 
  (Interior) Santiago Creel. Se consideró "inaceptable que se haya violado 
  la privacidad" de una conversación confidencial, rompiendo "un acuerdo 
  de confianza y buena fe". Para el gobierno mexicano la decisión de Cuba 
  fue "indebida", y precisó que "el gobierno de México no graba 
  ni difunde conversaciones". Mientras que Fidel Castro dijo que reveló 
  el contenido de la conversación debido a "que la gota que derramó 
  la copa" fue el voto de México en la CDH en Ginebra a favor de enviar 
  un delegado para que observe el cumplimiento de los DD.HH en Cuba. Además, 
  denunció que había un compromiso por parte de México de 
  no condenar a Cuba. 
  REPUDIO GENERALIZADO A LOS GOBERNANTES MEXICANOS 
  Aparte de pueriles declaraciones de los que tratan de justificar a Fox, 
  mediante críticas a Castro por dar a conocer la conversación, 
  amplios sectores de la sociedad mexicana, incluidos parlamentarios de todos 
  los colores políticos, han exigido a Fox que explique por qué 
  pidió la salida anticipada del líder cubano de territorio mexicano 
  y por qué quiso proteger a Bush. Al respecto, Rosario Robles, líder 
  de la oposición, declaró que "el Presidente le miente a su pueblo 
  en un tema tan delicado como la política exterior", y que "el gobierno 
  ha pasado a la alineación de nuestro país a los intereses del 
  gobierno norteamericano". Al mismo tiempo, los diarios mexicanos reaccionaron 
  con duras críticas a Fox por haber mentido sobre lo que ocurrió 
  en la Cumbre de Monterrey y, para defender lo indefendible, algunos enjuician 
  a Fidel por haber revelado una conversación que se suponía privada. 
  
  "El jefe del Ejecutivo (mexicano) mintió y quedó, a su pesar, 
  como escudero o abogado de George Bush", escribió el diario Reforma. 
  El diario La Jornada calificó como "una muestra de falta de ética" 
  de parte de La Habana la divulgación de la cinta que, afirma, "recuerda 
  la bajeza semejante cometida por Fox en tiempos de su campaña presidencial" 
  en 2000. Como candidato, el actual Presidente llamó por teléfono 
  a sus oponentes Cuauhtémoc Cárdenas y Francisco Labastida para 
  pactar un acuerdo y difundió lo conversado, sin que ninguno de los otros 
  dos supiera que lo que creían un acto privado, se había convertido 
  en público a través de los medios. Por su parte, Castro defendió 
  su derecho a grabar sus conversaciones con otros jefes de Estado o Gobierno, 
  práctica que calificó de necesidad política e histórica. 
  "Una conversación entre dos jefes de Estado no es una carta amorosa, 
  es política, (...) no es una confesión", dijo el Mandatario cubano, 
  quien agregó que "los gobiernos tienen necesidad (de dejar constancia), 
  negarlo es una hipocresía, y el (gobernante) que no lo haga, no funciona". 
  
  Las declaraciones de los diferentes sectores políticos grafican el malestar 
  en México. El alcalde de Ciudad de México, Andrés Manuel 
  López Obrador, sostuvo que "es indispensable una explicación del 
  Presidente de la República al pueblo de México". Además, 
  acusó que Fox había violado el precepto de no intervención 
  en otros países, establecido en el artículo 89 de la Constitución 
  azteca. "El Presidente debe pedir disculpas", señaló el edil y 
  comparó la situación de Fox con la de Richard Nixon y Bill Clinton, 
  quienes tuvieron que reconocer públicamente que habían mentido, 
  llegando incluso, en el caso de Nixon, a renunciar a su cargo de Presidente 
  de EE.UU. Mientras que el jefe de bancada de diputados del PRD, Marti Batres, 
  aseguró que lo sucedido "es un descalabro muy fuerte para el gobierno 
  mexicano, una grave derrota política, el mayor descrédito de la 
  política exterior que ha tenido México en su historia moderna". 
  Y, agregó que "el hecho fundamental está en la enorme subordinación 
  del gobierno mexicano al de EE.UU" y, en caso de que se demuestre que no existió 
  presión de Washington para que Castro se retirara de la Cumbre de la 
  Conferencia Internacional sobre Financiación para el Desarrollo de la 
  ONU, "el asunto es más grave, porque significa que oficiosamente el gobierno 
  mexicano asume una tarea de guardián de los intereses de EE.UU". Una 
  opinión similar dieron los miembros del PRI, quienes le pidieron explicaciones 
  al Mandatario. "México abandonó la zona de equilibrio que mantuvo 
  por décadas entre Cuba y EE.UU", dijo el diputado del PRI Efraín 
  Leiva. 
  Silvia Hernández, del PRI, presidenta de la Comisión de Relaciones 
  Exteriores del Senado, indicó que "más allá de las formas, 
  no hay transparencia en el manejo de la política exterior" porque Fox 
  y Castañeda negaron que se pidiera la salida del mandatario cubano y 
  ahora se comprueba que sí hubo la solicitud. Mientras que la periodista 
  Blanche Petrich ("La Jornada"), asistente a la información dada por Fidel 
  Castro, expresó a una agencia de EE.UU: "a mí se me cae la cara 
  de vergüenza al haber oído al Presidente de mi país expresarse 
  en ese tono". 
  "EL TRASNOCHADO Y ABYECTO JUDAS" 
  En la misma conferencia en que fue revelado el diálogo telefónico, 
  el líder cubano también lanzó fuertes críticas contra 
  el Presidente de Uruguay, Jorge Batlle, quien presentó la resolución 
  en contra de Cuba en la CDH de la ONU: "El trasnochado y abyecto Judas que preside 
  Uruguay -y no digo más-, asumiendo el inglorioso papel de lacayo (...) 
  presentó el engendro contra Cuba concebido y fraguado con Washington 
  por el canciller (mexicano) Castañeda", declaró Castro. Además, 
  reveló que el mismo día en que "aquel infame proyecto fue presentado 
  por ellos", Cuba había enviado un avión hacia Uruguay donando 
  200 mil vacunas. 
  El gobierno uruguayo, enojado por lo que consideró insultos de las autoridades 
  cubanas, rompió sus relaciones diplomáticas con Cuba. El presidente 
  Jorge Batlle dijo: "Ha habido expresiones de subido tono de las que hemos tomado 
  debida nota y adoptado las condignas resoluciones"..(…).."El clima de agravios 
  no es hacia mi persona, sino hacia un país", y eso "genera un distanciamiento 
  que es inexorable". Fidel Castro recibió la noticia de la ruptura de 
  relaciones diplomáticas durante una intervención en televisión. 
  Preguntó en tono irónico "¿cómo se llama?", en alusión 
  al Presidente Batlle. "Nadie se acordará de él dentro de 8 o 10 
  años", dijo el jefe de Estado cubano. Posteriormente, Jorge Batlle, informó 
  que mantendrá relaciones diplomáticas con Cuba. El repudio del 
  pueblo uruguayo por su condición de "Judas"y la solidaridad con el pueblo 
  cubano explican el giro del "trasnochado" presidente.