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24 de abril del 2002
¿De qué hablamos cuando hablamos de "Imperio"?
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  El sábado 27 de abril a las 19 horas se presentará en la Feria 
  del Libro "Imperio e imperialismo", la respuesta de Atilio Boron al libro de 
  Michael Hardty Toni Negri. Este es un anticipo. 
  
  Son muchas las razones que nos movieron a escribir el libro que el lector ahora 
  tiene en sus manos. En primer lugar, la necesidad de considerar muy seriamente 
  una obra producida por dos autores del calibre intelectual de Michael Hardt 
  y Toni Negri. Su trayectoria intelectual y política, dilatada y fecunda 
  especialmente en el caso del segundo de los nombrados, los hace merecedores 
  de todo respeto y nos obliga, por eso mismo, a examinar muy cuidadosamente el 
  mérito de los planteamientos que desarrollan a lo largo de un libro tan 
  polémico y de tan notable impacto público como Imperio. En segundo 
  término, por la importancia sustantiva del tema que se aborda en ese 
  libro: el imperio o, tal vez, en una definición que nos parece más 
  apropiada, el sistema imperialista en su fase actual. 
  
  Las dificultades para acometer una empresa de este tipo no son pocas. Se trata 
  de dos intelectuales con quienes compartimos una postura crítica en relación 
  al capitalismo y a la mundialización neoliberal y que, por añadidura, 
  tuvieron la valentía de abordar el examen de un tema de crucial importancia 
  en la coyuntura actual. En efecto, por profunda que sea nuestra disidencia teórica 
  con la interpretación que Hardt y Negri acaban proponiendo es preciso 
  reconocer que una revisión y una puesta al día como la emprendida 
  por nuestros autores era necesaria. Por una parte, porque las deficiencias de 
  los análisis convencionales de la izquierda en relación a las 
  transformaciones experimentadas por el imperialismo en el último cuarto 
  de siglo eran inocultables y exigían una urgente actualización. 
  Por la otra, porque las falencias del "pensamiento único" sobre esta 
  materia divulgado urbi et orbi por el FMI, el Banco Mundial y las agencias 
  ideológicas del sistema imperial y que se plasma en la teoría 
  neoliberal de la "globalización" son aún mayores. Para quienes, 
  como el autor de este libro, la misión fundamental de la filosofía 
  y la teoría política es cambiar el mundo y no sólo interpretarlo 
  para citar la recordada Tesis Onceava de Marx sobre Feuerbach una teoría 
  correcta constituye en un instrumento insustituíble para que los movimientos 
  populares que resisten la mundialización neoliberal puedan navegar con 
  un margen razonable de certidumbre en las turbulentas aguas del capitalismo 
  contemporáneo. Uno de los factores que más nos impulsó 
  a escribir esta obra es la rotunda convicción de que la respuesta que 
  ofrecen Hardt y Negri a este desafío es altamente insatisfactoria y que 
  puede ser fuente de renovadas frustraciones en el terreno de la práctica 
  política. 
  
  Es evidente que un fenómeno como el del imperialismo actual su estructura, 
  su lógica de funcionamiento, sus consecuencias y sus contradicciones 
  no se lo puede comprender adecuadamente procediendo a una relectura talmúdica 
  de los textos clásicos de Hilferding, Lenin, Bujarin y Rosa Luxemburg. 
  No porque ellos estaban equivocados, como le gusta decir a la derecha, sino 
  porque el capitalismo es un sistema cambiante y altamente dinámico que, 
  como escribieran Marx y Engels en El Manifiesto Comunista , "se revoluciona 
  incesantemente a sí mismo." Por consiguiente, no se puede entender al 
  imperialismo de comienzos del siglo XXI leyendo solamente a estos autores. Pero 
  tampoco se lo puede comprender sin ellos. No se trata, por supuesto, de la monótona 
  y estéril reiteración de sus tesis. El objetivo es avanzar en 
  una reformulación que partiendo desde la revolución copernicana 
  producida por la obra de Marxy que nos suministra una clave interpretativa 
  imprescindible e irreemplazable para explicar a la sociedad capitalista reelabore 
  con audacia y creatividad la herencia clásica de los estudios sobre el 
  imperialismo a la luz de las transformaciones de nuestro tiempo. El imperialismo 
  de hoy no es el mismo de hace treinta años. Ha cambiado, y en algunas 
  de sus facetas el cambio ha sido muy importante. Pero no se ha transformado 
  en su contrario, como nos propone la mistificación neoliberal, dando 
  lugar a una economía "global" donde todos somos "interdependientes." 
  Sigue existiendo y oprimiendo a pueblos y naciones, y sembrando a su paso dolor, 
  destrucción y muerte. Pese a los cambios conserva su identidad y estructura, 
  y sigue desempeñando su función histórica en la lógica 
  de la acumulación mundial del capital. Sus mutaciones, su volátil 
  y peligrosa mezcla de persistencia e innovación, requieren la construcción 
  de un nuevo abordaje que nos permita captar su naturaleza actual. Esta continuidad 
  del imperialismo es precisamente la que ha sido pasada por alto en la obra de 
  Hardt y Negri. El precio de tamaña negación es lo que estos autores 
  denominan "imperio." Lo que trataremos de demostrar en este libro es que la 
  realidad del imperialismo no se disuelve conmovida por fantasías discursivas 
  o por un mero cambio de nombre, tal como las murallas de Jericó no se 
  derrumbaron pese al empeño de Josué y los sacerdotes que daban 
  vueltas en su alrededor haciendo sonar sus trompetas. 
  
  No es un dato menor el hecho de que una reflexión como la que nos proponen 
  Hardt y Negri tenga lugar en momentos en que la dependencia de la periferia 
  y la dominación imperialista se hayan profundizado hasta llegar a niveles 
  desconocidos en nuestra historia. Por ello, la necesidad de contar con un renovado 
  instrumental teórico para comprender al imperialismo y luchar contra 
  él es más urgente que nunca. Sin pecar de teoreticistas, nos parece 
  que será muy difícil librar con éxito dicha batalla si 
  no se comprende muy claramente cuál es la naturaleza del fenómeno. 
  Es precisamente debido a esa necesidad de saber que Imperio ha tenido tan extraordinario 
  impacto entre las enormes masas de jóvenes y no tan jóvenes que 
  desde Seattle en adelante se han movilizado en todo el mundo para poner coto 
  al sistemático genocidio que el imperialismo practica a diario en los 
  países de la periferia capitalista, a la regresión social y la 
  desciudadanización que tienen lugar en las sociedades más avanzadas 
  y atrasadas por igual, a la criminal destrucción del medio ambiente, 
  al envilecimiento de los regímenes democráticos maniatados por 
  la tiranía de los mercados y al paroxismo militarista que, desde el atentado 
  a las Torres Gemelas y el Pentágono, se ha adueñado de la Casa 
  Blanca y otros lugares privilegiados desde los cuales se toman las decisiones 
  que afectan las vidas de miles de millones de personas en todo el mundo. Pese 
  a sus nobles intenciones y la honestidad intelectual y política de sus 
  autores, temas sobre los cuales no puede existir la menor duda, este libro saludado 
  por muchos como "el Manifiesto Comunista del siglo XXI" o como un redivivo "librito 
  rojo" de los mal llamados "globalifóbicos" contiene gravísimos 
  errores de diagnóstico e interpretación que, en caso de pasar 
  desapercibidos y ser aceptados por los grupos y organizaciones que hoy pugnan 
  por derrotar al imperialismo, podrían llegar a ser la causa intelectual 
  de nuevas y más duraderas derrotas, y no sólo en el plano de la 
  teoría. Es por eso que nos hemos aventurado a plantear nuestras críticas 
  y a asumir los costos y riesgos que conlleva el cuestionamiento a un texto que, 
  por distintas razones que no viene al caso examinar aquí, se ha convertido 
  en una importante referencia teórica para los movimientos críticos 
  de la globalización neoliberal. Creemos que un debate franco y sincero 
  con las tesis planteadas en Imperio puede ser un poderoso antídoto para 
  despejar tales acechanzas.