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Es la segunda ocasión en poco más de un mes que la isla denuncia guerra sucia de EU
Gerardo Arreola Corresponsal
Diplomáticos estadunidenses pidieron a latinoamericanos rapidez y disciplina
en su respuesta
La Habana, 4 de marzo. Por segunda ocasión en poco más
de un mes, Cuba acusó a Estados Unidos de presionar a países latinoamericanos
para que voten en favor de un proyecto de resolución que condene a la
isla durante el 58 periodo de sesiones de la Comisión de Derechos Humanos
(CDH) de la Organización de Naciones Unidas (ONU), que inicia sus labores
dentro de dos semanas.
Con lenguaje sarcástico y tono coloquial, que casi ninguna autoridad
cubana emplea en textos oficiales, un comunicado fechado en Nueva York este
lunes y suscrito por la misión permanente de la isla en la ONU relató
que, como parte de una "guerra sucia contra Cuba", el embajador estadunidense
en el organismo mundial, John D. Negroponte, ofreció un desayuno el pasado
15 de febrero a un grupo de jefes de misión de América Latina,
para hablar sobre diversos temas de la agenda multilateral, en un encuentro
que "devino una encerrona".
La declaración cubana, difundida aquí, no mencionó por
su nombre a Negroponte y se abstuvo de precisar quiénes asistieron al
encuentro. Los actuales miembros de la CDH en la región son 11: Argentina,
Brasil, Chile, Costa Rica, Cuba, Ecuador, Guatemala, México, Perú,
Uruguay y Venezuela.
La CDH, que anualmente sesiona en Ginebra durante seis semanas, a partir de
la tercera de marzo, discute desde hace una década la situación
de Cuba. Esta vez la reunión será del 18 de marzo al 26 de abril.
En los últimos años el proyecto de resolución en ese punto
ha sido presentado por la República Checa. El canciller cubano, Felipe
Pérez Roque, declaró a fines de enero pasado que Washington buscaba
ahora que la iniciativa fuera patrocinada por algún latinoamericano.
Actuación de la República Checa
Negroponte pidió "encarecidamente el voto de los miembros latinoamericanos
en la CDH para condenar a Cuba", según el comunicado de la isla de este
lunes. "Con especial celo, prácticamente leyeron los calumniosos talking-points
(apuntes) que el Departamento de Estado ha venido distribuyendo secretamente
en otras capitales, en los que han afirmado que la República Checa presentará
otra vez la resolución estadunidense contra Cuba, pero sólo a
condición de que Estados Unidos le ofrezca garantías absolutas
de que conseguirán los votos necesarios para imponerla.
"Por eso, en el delicioso desayuno (los diplomáticos estadunidenses)
dijeron tener apuro y reclamaron a América Latina disciplina y rapidez
en su respuesta", señaló el texto.
"Curiosamente, esta vez no insistieron demasiado en el copatrocinio latinoamericano
y olvidaron mencionar que han estado ejerciendo intensas presiones buscando
un cómplice en la región para que sirva de autor de la resolución
y ayude a la República Checa a que se cumpla su deseo de terminar su
onerosa e increíble responsabilidad en este espinoso y desprestigiado
tema.
"Ofrecieron palos y zanahorias, como es usual. Dijeron (¿amenaza o soborno?)
que el presidente George Bush tratará personalmente el asunto en las
cumbres Centroamericana y Andina en marzo, en ocasión de su visita a
países de la región", agregó la declaración.
"Fue un desayuno callado, sin el menor entusiasmo. Pero el menú fue excelente.
¿Habrá más invitaciones? ¿Con qué criterio Lseleccionarán
a los próximos invitados?"
La declaración agrega que el jefe de la Oficina para Cuba del Departamento
de Estado, James Carragher, y la jefa de la Sección de Intereses de Estados
Unidos en La Habana, Vicki Huddleston, "quien se autotitula 'un general en el
terreno', viajaron juntos a Miami el 20 y el 21 de febrero precisamente para
tratar el mismo tema con los terroristas de la dividida y desprestigiada Fundación
Nacional Cubano-Americana".
Añade: "Es momento de informar a los Estados miembros de Naciones Unidas
de lo que tras bambalinas está pasando. Otros episodios de esta guerra
sucia contra Cuba se darán a conocer cuando resulte oportuno".
La nota señaló, asimismo, que Negroponte trató la exclusión
de Estados Unidos de la CDH, acordada el año pasado, al no resultar elegido
ese país como miembro del organismo, mediante el sistema de permanencia
rotatoria.
La CDH se integra mediante un sistema de cuotas por regiones. Estados Unidos
es parte del grupo Europa Occidental y otros Estados, que tiene ahora diez asientos.
El año pasado no hubo consenso en el grupo para definir tres vacantes
por dos años y en votación secreta eligió a Austria, Francia
y Suecia.
Según la nota cubana, frente a la renovación de membresía
este año, Negroponte dijo en el desayuno que su país "de ninguna
manera se someterá a una votación y en caso de que fracase un
arreglo, buscará la forma de actuar contra la CDH, sin aclarar cómo.
"El embajador de Estados Unidos declaró patéticamente que su cargo
depende del regreso de su país" a la comisión y "pidió,
sin ambages, que América Latina presione a la Unión Europea para
lograr que dos de los candidatos europeos (este año) se retiren para
dejar vía expedita y segura a Estados Unidos y de paso evitar que crezca
el desempleo en Nueva York con los colegas de la misión estadunidense."
Versiones de prensa han reportado que Estados Unidos alienta una fórmula
que le asegure su permanencia en la CDH, sin someterse a la votación
anual. Ese mecanismo sería que el grupo regional acordara un nuevo sistema
interno de cuotas, en el que, por ejemplo, ese país tendría asegurada
su membresía durante 18 años, Gran Bretaña y Francia 17,
Alemania 15, Italia 14, Canadá 11, Portugal 5 y así, sucesivamente,
hasta concluir con pequeños países como Andorra, Malta y San Marino,
que tendrían dos años cada uno.