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"Automotores Orletti".
Allí funcionó uno de los centros clandestinos de detención.
El informante que
dio los datos para ubicar a Simón afirmó que fueron entregados
a los militares uruguayos
Los desaparecidos de Orletti fueron trasladados a Uruguay
Serían 27 uruguayos y 5 argentinos que permanecían en el centro
de torturas en octubre de 1976. La fuente, un represor argentino, reconoce las
muertes de Gatti, Duarte y Julien. Los 32 casos deberán incorporarse
a la lista de desaparecidos en Uruguay. Comisión del Senado tratará
el tema el lunes.
- ROGER RODRIGUEZ
Un grupo de 32 uruguayos y argentinos que se encontraban en el centro clandestino
de torturas "Automotoras Orletti" fue entregado a fuerzas militares uruguayas
en octubre de 1976 y habría sido trasladado a Uruguay para su "disposición
final", según el testimonio del informante que dio los datos que llevaron
a localizar el paradero de Simón Riquelo.
La fuente, un argentino que estuvo directamente vinculado con la represión
coordinada de fuerzas militares rioplatenses en el marco del llamado Plan
Cóndor, participó en los procedimientos de detención
de los uruguayos secuestrados en Buenos Aires entre junio y octubre de 1976.
El informante fue contactado por este cronista, en el marco de la investigación
realizada junto al senador Rafael Michelini durante el año pasado,
a través de la cual, luego de una serie de entrevistas e indagaciones,
se obtuvo la información que permitió descubrir la actual identidad
del hijo de Sara Méndez.
La información, que este periodista adelantó el viernes dentro
de un informe para Posdata Folios, determina un nuevo giro en las investigaciones
para el esclarecimiento de la situación de los desaparecidos, porque
implica que se deben agregar los nombres de 27 uruguayos y 5 argentinos que
se buscaban en Buenos Aires a la lista de desaparecidos en Uruguay.
Fuentes parlamentarias, consultadas por LA REPUBLICA, indicaron ayer
que el tema será planteado el lunes en la Comisión de Defensa
Nacional del Senado, cuya presidencia probablemente asuma ese día el
legislador del Encuentro Progresista, Eleuterio Fernández Huidobro.
Los 22 sobrevivientes
Desde fines de 1975 se registran casos de uruguayos desaparecidos en Argentina.
Las denuncias de personas que eran detenidas por fuerzas de seguridad se incrementan
en los primeros meses de 1976, hasta que, el 20 de mayo, se verifica el asesinato
de Zelmar Michelini, Héctor Gutiérrez Ruiz, Rosario Barredo
y William Whitelaws.
A partir del 1º de junio de ese año, fecha en la que un agente de la
SIDE, Eduardo Ruffo (el miembro de la banda de Aníbal Gordon, que se
quedó con la hoy recuperada niña desaparecida Carla Cantilo),
arrienda el taller Automotores Orletti, todos los uruguayos secuestrados pasaron
a ser recluidos en sus instalaciones.
Diversos testimonios indican que Gerardo Gatti Antuña, secuestrado
el 9 de junio, fue uno de los primeros detenidos en Orletti. A partir de entonces
se intensifican los operativos que llevan a una masiva detención de
uruguayos, que caen a mediados de ese mes.
Una de las víctimas de la larga noche del 13 de junio fue la propia
Sara Méndez, detenida en su domicilio de la calle Juan Azurduy 3164,
donde le acompañaban su amiga Asilú Maceiro y su hijo Simón
Riquelo. Esa noche no estaba su compañero, Mauricio Gatti, quien tiempo
después logró exilarse en Europa y falleció en 1993,
sin poder reencontrarse con su hijo.
Méndez y otros veintiún uruguayos que fueron secuestrados esos
días y torturados en Automotores Orletti terminaron siendo trasladados
clandestinamente a Montevideo diez días más tarde, en un vuelo
no registrado de un avión de la Fuerza Aérea Uruguaya (FAU).
Los 22 trasladados de Orletti permanecieron en condición de desaparecidos
en una casona de Punta Gorda y alojados luego en la vieja sede del Servicio
de Información y Defensa (SID) de la calle Bulevar Artigas, hasta que
fueron "blanqueados" en un falso operativo del 26 de octubre de 1976, en el
que se los presentó públicamente como un grupo sedicioso capturado
en un chalé del balneario Shangrilá.
Ese grupo de uruguayos que, con la excepción del veterano periodista
Enrique Rodríguez Larreta Piera, fueron condenados por la Justicia
Militar y permanecieron varios años en la cárceles de la dictadura,
son los únicos adultos que sobrevivieron a Automotores Orletti.
Junto a ellos se ha logrado la recuperación de varios niños,
algunos secuestrados y otros nacidos en cautiverio. Desde Amaral García,
pasando por Mariana Zaffaroni y Victoria Moyano, hasta llegar a la nieta de
Juan Gelman y, ahora, a Simón Riquelo.
Los seis asesinados
Automotores Orletti cerró su cortina metálica a fines de octubre
de 1976, luego de que los secuestrados José Ramón Morales y
su esposa Graciela, pudieron tomar un fusil y en medio de un tiroteo lograron
escapar del lugar y exiliarse en México.
Desde junio hasta octubre de ese año se ha denunciado la desaparición
de 33 uruguayos en Buenos Aires. Los trabajos del Instituto de Antropología
Forense de Argentina han permitido esclarecer tres de los casos y las circunstancias
de sus muertes fueron oficialmente reveladas por la gubernamental Comisión
para la Paz.
Francisco Edgardo Candia y José Hugo Méndez Donadio desaparecieron
el 15 de junio y, según la información oficial, fueron asesinados
cinco días después como represalia por la muerte de un comisario
argentino en manos de una militante del Movimiento Montonero.
Luis Alberto Camacho, desaparecido el 15 de agosto de ese año, fue
abatido en un operativo en la calle Gahona y Talcahuano, según informó
a sus familiares la Policía Federal Argentina. Su cuerpo pudo recuperarse
a través de los estudios forenses argentinos: estaba enterrado en el
cementerio de Morón.
Ninguno de estos tres casos había pasado por Automotores Orletti.
El informante argentino que proporcionó los datos que permitieron localizar
a Simón Riquelo, sólo confesó conocer el destino de otros
tres uruguayos desaparecidos en Argentina. Según su testimonio, Gerardo
Gatti Antuña, León Gualberto Duarte Luján y Mario Roger
Julien Cáceres murieron en Buenos Aires.
Gatti y Duarte perecieron como consecuencia de apremios físicos, luego
de un fallido intento de extorsión en el que los militares uruguayos
y argentinos que comandaban Orletti procuraron, a través de Washington
"Perro" Pérez, exigir un rescate de dos millones de dólares
a las organizaciones políticas y sociales a las que pertenecían.
Roger Julien, afirma la fuente, ingirió una cápsula de cianuro
en el momento de su detención. El informante, que participó
de ese operativo, explicó en detalles el procedimiento en el que fue
capturada su esposa, Victoria Grisonas y sus dos hijos, Anatole y Victoria
Julien, quienes años más tarde aparecieron en Santiago de Chile.
Los aún desaparecidos
Si se resta la situación de esos seis casos, el listado de uruguayos
desaparecidos en Orletti se reduce a 27, entre los que se incluye a Josefina
Modesta Klein Lledo, de nacionalidad paraguaya, pareja de un uruguayo, secuestrada
el 23 de setiembre de aquel 1976. El informante argentino indicó que
Automotores Orletti, efectivamente se cerró luego de aquella fuga de
la pareja Morales, pero sostuvo que también incidió en la clausura
de ese centro de torturas la situación de desconfianza que en los argentinos
generó la aparición de los 22 sobrevivientes de Shangrilá.
La fuente subrayó que los militares argentinos se sintieron "traicionados"
por los militares uruguayos, ya que los detenidos que abordaron aquel vuelo
del avión de la FAU a fines de junio habían sido entregados
para su "disposición final" en Uruguay.
Según ese y otros testimonios obtenidos en el marco de la investigación
en conjunto que quien suscribe realizó con el senador Rafael Michelini,
luego del viaje de junio se produjeron otros traslados de detenidos de Automotores
Orletti hacia Uruguay.
En la indagación se pudo saber que una mujer, acompañada por
dos militares, viajó a Montevideo en un vuelo de línea comercial.
Su hermano fue traído en otro viaje similar. En un cuarto traslado,
vinieron la nuera del poeta Juan Gelman, María Claudia García
de Gelman (aún embarazada) y los niños Anatole y Victoria Julien.
Esos 27 uruguayos detenidos en Orletti, más otros cinco argentinos
que también se encontraban en el centro de torturas, fueron entregados
a los efectivos militares uruguayos a fines de octubre para su "disposición
final" y a esos efectos llegó a viajar a Buenos Aires otro avión
de la Fuerza Aérea Uruguaya.
"De Uruguay a los argentinos nos han cobrado todo y mucho ha salido a la luz.
Pero que no nos adjudiquen esas desapariciones. A los que no murieron en Orletti
nosotros los devolvimos. No sabíamos que los del primer viaje estaban
vivos, así que cuando cerraba Orletti se planificó otro viaje
grande en el que se incluyó a todos los que quedaban, incluso cinco
argentinos. No participé en la entrega, pero creo que a esos últimos
tienen que buscarlos en Uruguay", dijo la fuente, cuya credibilidad está
dada en la veracidad de los datos que permitieron recuperar a Simón
Riquelo. *