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6 de Marzo de 2002
Jamás saldrá de Cuba quien entre por la
fuerza en una embajada
POR ARSENIO RODRIGUEZ --del diario Granma--
El Presidente Fidel Castro, reiteró anoche a la opinión pública
nacional e internacional que "no saldrá jamás de Cuba el que entre
por la fuerza en una embajada", en Mesa Redonda Informativa que concluyó
ayer su segundo día de valoración sobre los acontecimientos recientes
en la Embajada de México.
Al valorar los hechos, Fidel se refirió a la habitual cruzada de los
Estados Unidos contra Cuba en la Comisión de Derechos Humanos en Ginebra
y afirmó que "nosotros conocemos todas las maniobras que el Departamento
de Estado ha hecho en este hemisferio", para agregar que "sabemos con quiénes
cuentan y con quiénes no cuentan".
Mencionó la reciente visita a Cuba del Presidente mexicano Vicente Fox,
recordando los lazos históricos entre ambos países, y precisó
el excelente clima que se mantuvo hasta el final. Destacó que sus conversaciones
con Fox, oficiales y personales, fueron buenas y muy francas.
Comentó que durante la preparación del programa de esa visita
nunca se dijo una palabra sobre el encuentro con los llamados "disidentes".
Alguien inventó ese desayuno.
Más adelante agregó que la SINA se encarga usualmente de organizar
estos encuentros, con los elementos contrarrevolucionarios de cuanto político
norteamericano o de otro país que visite a la Isla, pero Fox debe ser
excluido de cualquier acto desleal.
Él me habla del tema antes de la cena, porque es un hombre de honor,
y me explica que los famosos disidentes tendrían una reunión con
el canciller Castañeda, y que él los iba a saludar. Efectivamente
eso fue lo que hizo, saludarlos, precisó.
Más adelante, al comentar que los cables de prensa mencionaban el hecho
como una reunión, recordó que había dicho a Fox: "Usted
no va a tener ningún problema conmigo, mi preocupación es que,
por ser un tema muy sensible a nuestra población, ello vaya a dañar
su imagen ante nuestro pueblo".
Acerca de las relaciones bilaterales, precisó que con México no
ha surgido la más mínima fricción, refiriéndose
a las palabras del canciller Castañeda en Miami, que fueron manipuladas
por las emisoras anticubanas. Sobre el tema, afirmó que la perfidia fue
utilizar dos frases y empatarlas en un titular para confundir a personas con
características como las de los que se introdujeron en la sede diplomática
azteca, los cuales se mueven hasta por rumores.
Todo esto no cambia en lo más mínimo nuestra opinión sobre
la visita del Presidente Fox, reiteró.
Aclaró que no estaba acusando a Castañeda, "lo estoy exonerando
de culpa, porque no creo que haya tenido intención de hacer eso, ni que
se haya puesto de acuerdo para hacerlo, diferencias políticas aparte".
Posteriormente nuestro Presidente explicó en orden cronológico
todo lo acontecido los días 27 y 28 de febrero y 1ro. de marzo, y cómo
tuvo que interrumpir un diálogo que sostenía con Joaquín
Lavín, alcalde de Santiago de Chile, de visita en esos días, y
acudir a la zona de la Embajada de México en horas de la noche del 27.
Fidel reiteró que se había cumplido con el deber de proteger la
sede diplomática y comentó que en las primeras horas de los hechos,
de madrugada, había recibido una llamada del Presidente Fox para darle
las gracias por lo que habíamos hecho, refiriéndose a las medidas
de protección de la Embajada.
Narró los acontecimientos posteriores, la llegada del Vicecanciller mexicano
y la intención de este de lograr que los ocupantes ilegales salieran
voluntariamente de la sede diplomática, lo que no pudieron obtener. Posteriormente,
el alto funcionario solicitó a las autoridades cubanas que de forma discreta
y sin uso excesivo de la fuerza fueran evacuados del lugar.
La solicitud expresa de desalojo por la parte mexicana fue presentada por escrito
a las 12:35 de la noche y la respuesta se le da a las 3:45 de la madrugada del
1ro de marzo, informándosele que a las 4:30 se realizaría la operación.
El operativo se hizo en 4 minutos y 33 segundos, apuntó Fidel, sin el
menor incidente, destacando que la coordinación con el personal diplomático
fue precisa y útil. Respecto a declaraciones del embajador Ricardo Pascoe
sobre supuestas condiciones planteadas para el desalojo, Fidel dijo que era
una lástima verse en el deber de decir con exactitud cómo fueron
las cosas.
Expresó que en el primer punto, respecto a que México no entablaría
ninguna demanda jurídica contra los asaltantes era cierto, pero el segundo
y el tercero eran ficción.
El Presidente dio lectura a la carta del Embajador de México donde se
solicitaba a las autoridades cubanas el desalojo y precisó que la mención
a que no se emplearan armas y el mínimo de violencia fue sugerida por
él mismo, para más adelante destacar el papel de los combatientes
que primero impidieron una mayor entrada de asaltantes y luego cumplieron cabalmente
sus instrucciones.
Luego de referir el peligro que significaría admitir la impunidad de
los que pretenden exigir la salida del país mediante la violencia contra
las sedes diplomáticas, agregó: "De aquí no saldrá
jamás nadie que penetre en una embajada por la fuerza, jamás saldrá
nadie", añadiendo: "No lo vamos a permitir, esa es nuestra facultad y
nuestro deber". De permitirlo se convertirían en residentes permanentes
y ninguna Embajada lo quiere.
Calificó de ridículo el boicot de los terroristas de Miami contra
México, para concluir que cuánta verdad había en la primera
nota que se publicó en la que se especificaba que se trataba de lumpens
y delincuentes los que se introdujeron en la sede diplomática.
Mencionó que había 122 personas arrestadas por intentar penetrar
en la Embajada y que todos eran delincuentes y lumpens, sancionados más
de una vez, o están bajo fianza o han sido procesados. Escoria irresponsable
y marginal, comentó.
No hay entre ellos ni un solo profesional, ni un intelectual, ni un artista,
ni un solo estudiante universitario. Esto justifica, dijo, el colosal esfuerzo
que hace el país con sus programas sociales para incorporar a la vida
social útil a todas aquellas personas que por una u otra causa están
marginadas.
En medio de toda la confusión, agregó, un individuo saltó
la verja de la Oficina de Intereses de los Estados Unidos y las autoridades
cubanas se quedaron esperando a ver qué sucedía, toda vez que
el vocero del Departamento de Estado había estado presionando a México
con los elementos que penetraron en la Embajada. Los funcionarios norteamericanos
lo sacaron muy discretamente y lo llevaron para su casa. Se trataba de una persona
enferma mentalmente.
Al referirse a la situación de los mexicanos que emigran hacia Estados
Unidos, planteó que los norteamericanos, tan preocupados con estimular
el éxodo de cubanos, debían abrir las puertas de la frontera sur,
las mismas que piden se abran a los cubanos y se preguntó por qué
no legalizan la situación de más de cuatro millones de mexicanos
ilegales en Estados Unidos y de los miles que desean emigrar y no se les permite.
Añadió que no pediríamos una Ley de Ajuste para otros países
porque esa es una Ley asesina.
Preguntó que si se han abierto las fronteras para el tránsito
de capitales y mercancías, por qué no se abren para el tránsito
de personas.
Informó que muchos de los detenidos serán presentados ante los
tribunales de justicia y según la gravedad de los delitos cometidos,
recibirán las sanciones correspondientes.
Ya al final de su intervención, anunció que habían sido
capturados los autores del repugnante crimen cometido en la Autopista nacional
a fines del pasado año. De todo ello, agregó, habrá que
sacar también lecciones.
En la Mesa Redonda participaron además, bajo la conducción habitual
de Randy Alonso, los periodistas Rogelio Polanco, director de Juventud Rebelde;
Reinaldo Taladrid y Eduardo Dimas, de la Televisión Cubana; Arleen Rodríguez,
editora de la revista Tricontinental, y Lázaro Barredo.
Señalaron que, curiosamente, la algarabía que se formó
en Miami se da en el contexto en que los Estados Unidos presenta un informe
sobre la situación de los derechos humanos en el mundo, como si fuera
un juez mundial y no el principal violador de los derechos humanos.
El informe fue retardado en su presentación y "coincidió" con
la provocación en la Embajada de México y la diatriba de los personeros
de la contrarrevolución. El documento condena a Cuba, con una retórica
mucho mayor que la empleada en anteriores ocasiones, aunque con la mentira de
siempre.
Los televidentes pudieron ver las imágenes del operativo durante el que
fueron desalojados los lumpens que ocupaban la sede diplomática y cómo
nuestro Presidente, concluida la evacuación, conversaba con los combatientes
que destacada y heroicamente lo realizaron.
Finalmente, Fidel dio lectura a opiniones de nuestro pueblo sobre los hechos
y la acción, donde se reitera la disposición de seguir adelante
y condenar toda provocación que viole la soberanía de las sedes
diplomáticas en nuestro país.