El presidente ofreció entrenar en Argentina
a pilotos colombianos, revela el diario
En busca de apoyo del FMI, Duhalde trataría de intervenir en el combate a las FARC: Clarín
Regresarían así las "relaciones carnales" con Washington, impulsadas por Carlos Menem
STELLA CALLONI CORRESPONSAL
Buenos Aires, 17 de marzo. El gobierno argentino habría ofrecido que entrenen aquí pilotos colombianos de helicópteros para el combate antiguerrillero, reveló hoy el diario Clarín, en un gesto que atribuye a la desesperada carrera por lograr ayuda financiera estadunidense.
Así, la política exterior del presidente Eduardo Duhalde no se distinguiría de las de gobiernos anteriores, bautizadas por la propia administración de Carlos Menem (1989-99) de "relaciones carnales" con Washington, política repudiada por la mayoría de los argentinos, de acuerdo con encuestas locales.
Aunque ambiguo en sus respuestas durante una reciente entrevista con representantes de la prensa mexicana aquí, Duhalde dejó flotando la idea de que Argentina podría tener algún tipo de intervención en la virtual guerra de Estados Unidos en Colombia, y que siguiendo la línea de Menem y Fernando de la Rúa (1999-2001), este gobierno de transición votaría contra Cuba en la Comisión de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra.
Todos estos movimientos, según analistas, buscan desesperadamente lograr que el Fondo Monetario Internacional (FMI) descongele un tramo de ayuda.
Presiones de EU
Aunque el mandatario dice que no ha tomado aún posición en el tema de Cuba, habló sobre la "diferencia" entre los conceptos de derechos humanos que tienen los países socialistas y "nosotros", en una aparente teorización para suavizar su posición, ya que el pasado 14 de marzo el Senado exigió al gobierno que no vote contra Cuba mientras se mantenga el bloqueo estadunidense sobre la isla.
"El gobierno recibió fuertes presiones de Estados Unidos y confía lograr ayuda económica a cambio de su alineamiento político", sostuvo el matutino Página 12. Pero muchos analistas le recuerdan a Duhalde que si bien el gobierno de De la Rúa votó junto con Washington, el gobierno y el sector financiero estadunidenses luego le "soltaron la mano".
Según Clarín, una "calificada fuente del gobierno" habría admitido que la iniciativa de intervenir en Colombia partió de la cancillería, que maneja Carlos Ruckauf, y del Ministerio de Defensa.
De acuerdo con la fuente citada por Clarín, Ruckauf habría ofrecido entrenamiento para pilotos de helicópteros, y esto coincidiría con los dichos de Duhalde a la prensa mexicana acreditada aquí, en el sentido de que Argentina habría ayudado a Colombia con helicópteros, años atrás.
El ofrecimiento de Ruckauf dataría del pasado 29 de enero, durante la entrevista que sostuvo con el secretario de Estado estadunidense, Colin Powell, y con la consejera de seguridad nacional, Condoleeza Rice.
Con esto, Ruckauf pretendería mantener el alineamiento " carnal" con Washington que inauguró Menem. En todo esto cumple un papel especial el embajador argentino en Washington, Diego Guelar, ex funcionario del menemismo, al igual que Ruckauf, a quien algunos acusan de ser "el diplomático de Bush" en la sede argentina. Guelar habría sugerido que Duhalde pasara por Colombia en su viaje hacia Monterrey, aunque no pudo lograr consenso en el equipo de gobierno.
Nadie quiere hacerse cargo del tema Colombia ahora, y la Fuerza Aérea dice no saber nada, aunque se conoce que desde hace tiempo pilotos colombianos reciben entrenamiento en un simulador de vuelos de esta institución.
"La obediencia automática como rasgo sobresaliente de la política exterior aparece también en el gobierno de Duhalde, con el próximo voto de condena a Cuba y en el insólito ofrecimiento de asistencia militar a Colombia. Detrás de esa falsa sensación de coherencia, ¿quién diseña hoy la política exterior argentina? ¿En qué ámbitos? ¿Con base en qué intereses?", se pregunta Walter Curia en su análisis enClarín, en el cual advierte que la historia local muestra los riesgos de "sobreactuar" la relación con Estados Unidos.
En este sentido, se recuerda el envío de tropas a la Guerra del Golfo una década atrás, ordenado por Menem, tema al que muchos atribuyen haber colocado a Argentina en un camino de cruentos atentados como el de la embajada de Israel, del cual justamente se cumplen hoy diez años sin que se haya detenido a nadie, y el de la mutual judía AMIA de 1994, que dejaron un trágico saldo de un centenar de muertos, cientos de heridos, y la impunidad hasta hoy.
Varios analistas recuerdan también el papel de Estados Unidos en la Guerra de Malvinas, en 1982, cuando ayudó a Gran Bretaña, y otras "intervenciones locales", como la de represores de la última dictadura militar (1976-1983) enviados a las bases militares de la contra nicaragüense, sostenidas por Estados Unidos en Honduras.
Ahora, una acción de Argentina en el conflicto colombiano alejaría de nuevo al país del resto de la región, y especialmente sería una estocada al Mercado Común del Sur (Mercosur), en el que Menem actuó como caballo de Troya de Estados Unidos para malograr esta iniciativa de integración y debilitar a la subregión ante el ALCA.
En estos días, las famosas usinas de los servicios de información locales, que preconizan golpes de Estado cada fin de semana, mencionan que las guerrillas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia están en la provincia argentina de Salta, para justificar la extensión del Plan Colombia.
Nadie sabe qué hace la empresa de aviones Lockheed en la provincia de Córdoba, a la que Menem entregó en concesión la mayor fábrica de aviones del país, ni qué tipo de base se instalará en Tolhuim, en el extremo sur de Argentina.
"¿Qué está pasando a espaldas del pueblo, cada vez más hundido en la crisis que deja a unos 3 mil desocupados nuevos por día?", se preguntan las Madres Fundadoras de Plaza de Mayo, a escasos días del 24 de marzo, fecha en que se conmemora el golpe militar que en 1976 inauguró una dictadura que dejó 30 mil desaparecidos y el "terreno abonado para imponer el sistema neoliberal injusto y destructor que está produciendo un nuevo genocidio".
La pregunta vale ahora también que el tan esperado enviado del FMI, el indio Aloop Singh, se ha ido dando palmadas en la espalda de Duhalde, pero sin abrir la bolsa, pese a que cantidad de economistas opinan que en realidad ese organismo financiero debería "indemnizar a Argentina" por su actuación aquí, en lugar de seguir exigiendo ajustes, como ha hecho en la última década.
Y mientras el gobierno parece buscar gestos para agradar a Washington y al FMI, muchos atribuyen la negativa de ambos a ayudar a su mejor alumno a una conspiración para llevar al país a la hiper-inflación y la hiperdevaluación, lo que permitiría que finalmente capitales de Estados Unidos se apoderen por centavos de importantes activos locales y de los capitales europeos instalados aquí, y definitivamente, del país.