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[Textos para una Justicia
Universal] La ponencia que difundimos, corresponde al Simposio "Violaciones
de Derechos Humanos en America Latina y la universalizacion de los derechos
humanos: aspectos morales y legales" recien clausurado en Haifa (Israel, 14-16
de Enero 2002), patrocinado por la Catedra Helena Lewin de Estudios Latinoamericanos
y las Facultades de Humanidades y Derecho de la Universidad de dicha ciudad.
Agradecemos al autor las facilidades dadas a REDH para la difusion de su ponencia,
asi como su ejemplo persistente en la lucha contra la impunidad, como jurista
y a traves de su testimonio personal -es miembro destacado de la Comision
Provincial por la Memoria-; y la oportunidad que nos brinda de compartir esta
causa, su experiencia y conocimiento.
LA IMPUNIDAD COMO ESENCIA DEL TERRORISMO DE ESTADO
HUGO CAÑON: Fiscal
de la Corte Federal de Bahia Blanca, Argentina.
Si hemos de referirnos al Estado, corresponde señalar -en primer termino-
que no existe una definicion o concepto que este unanimemente aceptado o que
tenga, al menos, una mayoritaria consideracion. Se pueden realizar aproximaciones
al concepto de Estado, partiendo de diversas acepciones y se suelen clasificar
las definiciones en grandes grupos, segun sean deontologicas, sociologicas,
juridicas o politicas.
Pero como el interes de mi abordaje del tema es al solo efecto de analizar
una forma patologica de funcionamiento (una de las mas graves) y dentro de
ello, ver como es de la esencia de esa diferenciacion la garantia de impunidad
para sus responsables, solo hare algunas consideraciones juridicas al respecto.
Siguiendo el criterio de Jellinek, tres son los elementos constitutivos del
Estado: la "poblacion", el "territorio" y el "poder" o "vinculo juridico".
Brevemente podemos decir que "territorio" es el espacio en el cual
el Estado desenvuelve su actividad especifica, aunque para Kelsen el territorio
es el ambito espacial de validez del derecho. Dentro de ese espacio el poder
extraño no puede ejercer autoridad y en sentido positivo todas las
personas que viven en el estan sometidas al poder propio. La "poblacion"
es el conjunto de hombres y mujeres que habitan un Estado, siendo cada uno
de sus integrantes titular de derechos y obligaciones "civiles", en tanto
como pueblo existen derechos y obligaciones politicas del conjunto de los
ciudadanos. Para Jellinek el pueblo esta formado por aquellos que pueden "plantear
una exigencia juridica al poder del estado". Finalmente estan los aspectos
juridicos del "poder", o ese "vinculo" que existe entre el gobierno y los
habitantes del territorio. El poder llega a ser estatal en la medida en que
se institucionaliza, o sea cuando es el poder que normativamente se puede
atribuir a una institucion como el Estado. No hay Estado sin derecho ni hay
poder politico estatal sin normatividad juridica. El Estado a lo largo
del tiempo no ha tenido el mismo rol, sino que ha ido evolucionando y actuando
de modos diversos. El primer Estado es el Estado liberal o Estado gendarme.
El mismo se desarrolla a partir del advenimiento de la revolucion francesa
(poco despues de la revolucion industrial) y se lo caracteriza como un sujeto
que no debia intervenir en la actividad de los particulares, pues ello resultaba
pernicioso. De ese esquema de Estado liberal surgia que el mismo debia cumplir
fines concretos tales como preservar la seguridad interior, la defensa, las
relaciones exteriores y la justicia. El bienestar de los individuos debia
ser procurado por ellos mismos. Posteriormente se pasa a un Estado mas intervencionista,
benefactor, sobre todo a partir de la Revolucion Mexicana de 1917 y de la
Constitucion de Weimar de Alemania, de 1919. En nuestro pais en 1922 se da
el primer fallo donde se acepta la limitacion de la libertad contractual -en
aplicacion de una ley de 1921- para proteger a los locatarios de inmuebles
que debian abonar sumas elevadas por viviendas que no poseian. Esta
breve consideracion que acabamos de realizar apunta a una descripcion muy
generica del Estado, pero lo que quiero rescatar es que mas alla de las definiciones
y conceptos, y mas alla tambien de la ingerencia mayor o menor de cada Estado
a traves del tiempo y el espacio, el mismo se caracteriza por una sujecion
a un marco normativo determinado, teniendo como principio basico la Constitucion
del pais. Ademas, se caracteriza por una interaccion entre el pueblo que habita
un territorio y el gobernante que ejerce el poder. Esos marcos normativos
determinan las facultades y atribuciones de cada organo de gobierno y basicamente
-al menos en el caso argentino- respetando los principios republicanos de
division de poderes, de publicidad de los actos de gobierno, de periodicidad
en las funciones y demas elementos que conforman el sustrato de un sistema
democratico. En este sentido es importante destacar que cuando un gobernante
asume su funcion, al prestar juramento por la Constitucion y las leyes, tiene
acotadas sus facultades y no puede sobrepasar el marco normativo al que juro
someterse. Cuando esto no se respeta se incurre en violacion del ordenamiento
juridico y se es responsable politicamente y aun penalmente por la transgresion
realizada.
Lo que acabamos de manifestar no se ve respetado con normalidad y en general
el poder tiende a desbordarse. Por eso la importancia de que existan contrapesos
o controles para evitar cualquier tipo de abuso en el ejercicio del poder.
Pero esa anormalidad que se advierte en cualquier tipo de gobierno (en unos
mas, en otros menos), cambia cuantitava y cualitativamente cuando media un
golpe de estado y se quiebra el sistema institucional. Los regimenes dictatoriales
no cometen meros desbordes o excesos, sino que arrasan con la institucionalidad
y -en casos extremos- llegan a utilizar el aparato formal del Estado como
comando de una banda, asociacion ilicita o grupo criminal, con lo cual cabe
preguntarse si estamos ante un Estado o solo frente a un aparato que semeja
ser tal.
En nuestro pais existe una larga experiencia en este sentido, y despues de
la organizacion nacional concretada a mediados del siglo XIX, comienzan las
interrupciones del orden constitucional a partir del golpe de Estado de 1930,
los que se repiten en 1943, 1955, 1962, 1966 y 1976. Todas estas desviaciones
autoritarias condujeron a diversas formas de dictaduras, pero con modalidades
e intensidades diferentes, desbordando todos los limites la ultima dictadura
militar instaurada a partir del 24 de marzo de 1976.
Esta dictadura militar usurpo el poder con el alegado motivo de combatir contra
la subversion que -segun se sostenia- hacia peligrar la vida institucional
de la republica. A este respecto debemos señalar: 1º) Que practicamente
la guerrilla habia sido desactivada con anterioridad al golpe. El ultimo acto
o combate significativo habia sido el del intento de la toma del cuartel de
Monte Chingolo, en diciembre de 1975 (oportunidad en que se tendio una emboscada
mediante la informacion de un infiltrado del ejercito y se masacro a los combatientes
que intentaron ocupar la unidad militar, como asi tambien a vecinos de barrios
aledaños) y 2º) Corroborando lo manifestado en el punto anterior, no
era necesaria la interrupcion del precario orden constitucional, pues se contaba
con normas adecuadas para controlar la situacion.
En el fallo a las ex-juntas de comandantes el Tribunal sostuvo que "el Gobierno
Constitucional contaba, al momento de su derrocamiento con los medios necesarios..."
y cita informes del propio ejercito que da cuenta que "a traves de su estrategia,
habia logrado el desgaste progresivo del oponente, privandolo de infraestructura,
aislandolo de la poblacion y causandole importantes bajas y disminucion de
capacidad, obteniendo por su parte un adecuado control del territorio y de
la poblacion". Por otra parte la Camara Federal señala que los medios
de que disponia el Gobierno Constitucional no eran insuficientes, y tanto
es asi que "no sufrio cambios sustanciales despues de su derrocamiento, aunque
en lugar de usar en plenitud tales poderes legales, el gobierno militar prefirio
implementar un modo clandestino de represion".
El golpe se realizo, entonces, para inaugurar una politica de persecucion
clandestina de un grupo nacional que superaba al tema en particular de la
subversion -como grupos guerrilleros o combatientes- para abarcar a toda persona
que no comulgara con el regimen, pues su mano exterminadora llegaba al simpatizante
y aun al indiferente o a quienes no adherian incondicionalmente a los postulados
de esa dictadura. Segun el informe de la Conadep el 62 % de las detenciones
fue en los hogares de las victimas y sobre todo en horas de la noche, lo cual
es mas que demostrativo de que se trato de una caceria de opositores y no
de una lucha contra supuestos combatientes.
Lo importante de esta cuestion es la implementacion del plan criminal clandestino
que segun palabras de uno de los jueces de la Corte Suprema de Justicia de
la Nacion en el fallo a las ex-juntas militares, era una metodologia que "consistia
basicamente en: a) capturar a los sospechosos en tener vinculos con la subversion,
de acuerdo con los informes de inteligencia; b) conducirlos a lugares situados
en unidades militares o bajo su dependencia; c) interrogarlos bajo tormentos,
para obtener los mayores datos posibles acerca de otras personas involucradas;
d) someterlos a condiciones de vida inhumanas para quebrar su resistencia
moral; e) realizar todas esas acciones en la mas absoluta clandestinidad,
para lo cual los secuestradores ocultaban su identidad, obraban preferentemente
de noche, mantenian incomunicadas a las victimas negando a cualquier autoridad,
familiar o allegado el secuestro y el lugar del alojamiento; y f) dar amplia
libertad a los cuadros inferiores para determinar la suerte del aprehendido,
que podia ser luego liberado, puesto a disposicion del Poder Ejecutivo Nacional,
sometido a proceso militar o civil, o eliminado fisicamente. Esos hechos debian
ser realizados en el marco de las disposiciones legales existentes sobre la
lucha contra la subversion, pero dejando sin cumplir las reglas que se opusieron
a lo expuesto Asimismo, se garantizaba la impunidad de los ejecutores mediante
la no interferencia en sus procedimientos, el ocultamiento de la realidad
ante los pedidos de informes, y la utilizacion del poder estatal para persuadir
a la opinion publica local y extranjera de que las denuncias realizadas eran
falsas y respondian a una campaña orquestada tendiente a desprestigiar
al gobierno. Para permitir su cumplimiento, los comandantes dispusieron que
los ejecutores directos fueran provistos de los medios necesarios: ropa, vehiculos,
combustible, armas, municiones, lugares de alojamiento de los cautivos, viveres
y todo otro elemento que se requiriera. Finalmente, se dio por probado que
las ordenes impartidas dieron lugar a la comision de un gran numero de delitos
de privacion ilegal de la libertad, tormentos y homicidios, fuera de otros
cometidos por los subordinados, que pueden considerarse -como los robos producidos-
consecuencia del sistema adoptado desde el momento en que los objetos se depositaban
en los centros militares que utilizaban como base de operaciones los grupos
encargados de capturar a los sospechosos" (conf. Fallos de la CSJN, T. 309-2,
p. 1773/4).
Volvemos a insistir en que la "guerra sucia" desatada por los golpistas contra
la sociedad argentina importo la ejecucion de un plan criminal clandestino
que les permitia iniciar una cruzada "redentora" para imponer la ideologia
"occidental y cristiana". Mucho tuvo que ver en este sentido la actividad
de la Iglesia Catolica que -salvo honrosas excepciones- alento esta actividad
y encubrio a sus autores. Las Fuerzas Armadas han aludido abundantemente al
mito de la "nacion catolica" para legitimar la "reorganizacion nacional" que
la dictadura proponia. Y buena parte del episcopado habia concedido su aval
a tal profesion de fe.
El provicario castrense -al dia siguiente del golpe- se apresuro a declarar:
"¿acaso las Fuerzas Armadas no son los guardianes del patrimonio espiritual
condensado en la formula "Dios, Patria y hogar? ¿De la Nacion Catolica, en
definitiva?".
Los capellanes militares llegaron a avalar el uso de la tortura para obtener
las confesiones de los prisioneros (como lo revelo el General Bignone -catolico
practicante- a guisa de justificacion, en 1983, en un encuentro con la Conferencia
Episcopal).
El aludido provicario castrense (luego Vicario) Mons. Victorio Bonamin, saludo
a los militares "purificados en el Jordan de la sangre para ponerse al frente
de todo el pais". En otra ocasion dijo que el mundo esta dividido por dos
filosofias incompatibles perfiladas por las fronteras ideologicas: "el materialismo
ateo y el humanismo cristiano".
Las Fuerzas Armadas, representaban a su juicio la civilizacion occidental
y cristiana y deben utilizar todos los medios para combatir a su enemigo.
"La lucha antiguerrilla es una lucha por la Republica Argentina, por su integridad,
pero tambien por sus altares... Esta lucha es una lucha en defensa de la moral,
de la dignidad del hombre, en definitiva es una lucha en defensa de Dios...
Por ello pido la proteccion divina en esta "guerra sucia" en que estamos empeñados"
(la Nacion 6.5.76 y 11.10.76).
El desarrollo de ese plan apuntaba a garantizar impunidad y por eso sostenemos
que la impunidad esta en la esencia del Terrorismo de Estado. El Estado se
deformo de manera perversa y desde el plano de lo que debe ser el ejercicio
de la autoridad se implementaron formas aberrantes de comportamiento humano.
Y al no asumirse cada una de las responsabilidades se busco preservar esa
impunidad. Las normas juridicas estaban, pero no se aplicaban o, mejor dicho,
se aplicaban en lo que era la "pantalla legal", mientras subterraneamente
funcionaba ese otro mundo oculto de secuestro, tortura y muerte. Sistema ezquizofrenico
del ser y el parecer.
Algunas defensas y varios procesados han pretendido que en la guerra no rige
el derecho, ni el interno, ni el internacional, ni el natural. Sencillamente
la guerra no tiene normas. Menos aun si se la ha ganado. Tratariase de una
postura maquiavelica: "de las intenciones de los hombres, y mas aun de las
de los principes, como no pueden someterse a la apreciacion de los tribunales,
hay que juzgar por los resultados. Cuanto haga un principe por conservar su
poder y la integridad de sus Estados se considerara honroso y se alabaran
todos, porque el vulgo se deja guiar por las apariencias y solo juzga por
los acontecimientos..." ("El Principe", capitulo XIII, traduccion del italiano
de Luis Navarro, editado por Libreria de la Ciudad, de Hernando y Cia. en
Madrid, 1895, p. 66).
Tambien se ha intentado argüir que el Estado terrorista actuo en legitima
defensa, pero sabido es que cesada la agresion, la persistencia en el empleo
de la violencia deja de ser legitima defensa para configurar una venganza
innecesaria o una persecucion con fines de exterminio de un grupo nacional
como efectivamente ocurrio. La invocacion de la legitima defensa -como lo
dijo la Camara Federal de Buenos Aires- "resulta etica y juridicamente inaceptable".
Por otro lado ninguna regla escrita o consuetudinaria del ordenamiento juridico
argentino autoriza a emprender una guerra fuera de toda normatividad, como
parecieron entenderlo y aun pretenden sostener los autores del genocidio argentino.
Y resulta repudiable -ademas de insostenible- que el argumento de base de
esa "guerra sucia" emprendida, fuera un decreto emanado de un gobierno constitucional
que fue derrocado precisamente por quienes lo invocaron e invocan aun actualmente.
Por otra parte al momento de dictarse el decreto, por parte del gobierno derrocado,
la Constitucion Nacional estaba vigente, lo mismo que el resto de la legislacion
nacional y los tratados suscriptos por la Nacion con las potencias extranjeras.
En ninguno de esos dispositivos puede encontrarse una nota, un signo, un atisbo,
de que la Republica Argentina abandono, por algun momento, sus tradicionales
metodos de respeto al derecho y a las garantias individuales, para abrazar,
sin mas, a traves de un mero decreto presidencial, la causa de la guerra total,
absoluta, sin restricciones, ni limites, ni cortapisas. Ello resulta, frente
al derecho, totalmente inadmisible (conf. Fallos de la CSJN, T. 309-2, p.
1548/49).
Un parrafo aparte merece el trasfondo del Terrorismo de Estado instaurado
en Argentina en marzo del ´76. Se busco impunidad para aplicar ese plan de
exterminio contra un grupo nacional, pero tambien para implementar un plan
economico que respondia a los intereses de los sectores que representaba la
dictadura militar. Las razones ideologicas, tenian su correspondencia con
determinados intereses economicos. La diferencia con el grupo nacional perseguido
pasaba, fundamentalmente, por el tipo de proyecto de pais que cada sector
tenia. La dictadura estaba decidida a paralizar todo, a dejar a todo el mundo
quieto y en posicion de firmes. De ese modo se decretaba el fin de los conflictos
obrero- patronales o de los diversos reclamos populares, y se decretaba el
fin de la economia, cerrandose fuentes de produccion y apostandose a una patria
financiera. Se solicitaron grandes prestamos, se levantaron las barreras aduaneras,
comenzo la importacion y se vivio el tiempo de la "plata dulce", mientras
se ejecutaba el plan criminal de exterminio. La estructuracion de esa economia
-llamada "liberal"- iniciada hace 26 años, se prolongo -con matices-
aun con los gobiernos democraticos posteriores a la dictadura, observandose
en el presente las consecuencias de ese nefasto plan, cuando todo se ha vaciado,
cuando todo el patrimonio social acumulado durante años se ha malvendido
por monedas, cuando el pais se ha endeudado como ningun otro en el mundo en
una cifra que ronda los ciento cincuenta mil millones de dolares. Hoy ese
plan ha hecho crisis, los indices de desocupacion son los mas altos de la
historia (ronda el 20 %), la clase media se ha depauperado, el 40 % de la
poblacion esta por debajo de la linea de pobreza, y la diferenciacion social
entre ricos y pobres ha generado una abismal conflictividad que esta al borde
del permanente estallido social.
Todo este cuadro de crisis socio-economica tambien ha sido posible (es posible)
por el nivel de impunidad que rige en la Argentina y que tiene su origen en
aquella impunidad garantizada por la dictadura militar cuando instaura el
Terrorismo de Estado.
El gobierno formado a partir del golpe de estado del ´76 no solo fue usurpador
del poder institucional que -mal o bien- regia en Argentina, sino que se instalo
en base a un plan criminal clandestino, que buscaba actuar a la sombra de
cualquier tipo de control. Y me refiero a controles aun ajenos al propio sistema
dictatorial instaurado.
Porque la dictadura militar, elimino todo tipo de control posible. Esto, que
es propio de un sistema democratico de gobierno, en el cual existen contrapesos,
equilibrios, para que el poder no se vuelva absoluto, incontrolable, no existia
en el gobierno de facto. Obviamente la dictadura, en cuanto tal, no admite
esta posibilidad. En todo caso establecio controles internos, pero para responder
a las directivas del dictador y lograr una mejor administracion del poder
absoluto. En el caso argentino, se advirtio una suerte de control interno
o espionaje entre las tres fuerzas armadas, que se dividieron el poder en
un 33 % para cada una (Es interesante, como ejemplo, que cada una de ellas
administraba como interventor un canal de television "privado"). Esos "controles",
por supuesto, respondian a fines bastardos, por disputas de espacio de poder,
y no para garantizar transparencia a los actos que realizaban.
Y decia que la dictadura elimino todo tipo de control interno (salvo el espionaje
mencionado y el control de "inteligencia" de toda la sociedad), pero ademas
persiguio toda posibilidad de que se pudiese conocer -interna o externamente-
que sucedia en esa guerra contra la sociedad argentina.
El paraguas protector para esa ausencia de conocimiento y control, era la
clandestinidad. Se procedia con nombres cambiados, informes falsos, campañas
de accion psicologica, ordenes secretas, destruccion de documentos, etc. De
ese modo fueron tejiendo una red de impunidad formidable, pues nadie se hacia
cargo. Nadie firmaba una sentencia de muerte. Nadie impartia una orden escrita
de detencion. Y, por supuesto, nadie ordenaba aplicar la picana electrica,
como elemento de tortura, para obtener informacion. Si un familiar requeria
informacion se negaba la existencia del hecho y aun se negaba la detencion
ante un pedido "oficial" por parte de un juez al tramitar un "habeas corpus".
La clandestinidad da una impronta terrible a la dictadura argentina, pues
significa diluir responsabilidades, esconderse en las sombras de la negacion
del hecho. Todo lo que no se nombra no existe. Negando la realidad, se imagino
que la misma podia presentarse de modo distinto. El lector de esa realidad,
debia observarla del modo en que se la presentaba. Si alguien osaba desmentirla,
se lo tildaba de complice de la subversion o antiargentino. Generalmente las
denuncias de los hechos atroces venian desde el exterior y quienes las formulaban
eran "traidores" que hacian una campaña contra el pais. Baste citar
como ejemplo las denuncias que formulaba Julio Cortazar desde Paris, y las
criticas que se formulaban en su contra, para comprender de que estamos hablando.
Esto iba acompañado con las frases enunciadas en esa epoca. "El silencio
es salud". "Si lo llevaron por algo sera". "Los argentinos somos derechos
y humanos".
Hace unos cuantos años se hizo una pelicula formidable, interpretada
-entre otros- por Marcello Mastroiani, que se llamaba "De eso no se habla".
Y claro, se referia a una mujer que tenia una hija enana, pero de esa condicion
no se hablaba y se presentaban los hechos de modo tal que pareciera que esa
hija no era enana. La negacion, siempre la negacion. Asi actuaban los dictadores.
Por eso se hablaba de un pais "jardin de infantes". La poblacion era tratada
como niños incapaces de comprender que sucedia, y -por lo demas- era
mejor que no supieran. Le hacian un bien, los cuidaban, ocultando esa realidad
tan cruda y dolorosa. Es el tipico rol de padre autoritario, que impide que
su hijo decida por si, que conozca el espacio en el que se mueve, y se lo
condena a la permanente "proteccion" para que no se contamine mirando lo que
no debe ver. Asi como lo relativo al sexo debe negarse porque el hijo se puede
degenerar, tambien el funcionamiento del plan criminal debe ocultarse para
que los "niños buenos" no resulten dañados.
Pero este fin caritativo de los padres de la patria que supieron usurpar el
poder para salvarnos de todos los males, encierra dos cuestiones fundamentales.
Por un lado la veta mesianica de esos seres omnipotentes qu e hacen cosas
que los humanos mortales no podremos comprender (y lo hacen por nuestro bien),
pero por el otro lado esconde una profunda cobardia que no les permite asumir
sus propias responsabilidades y las diluyen en ese ocultamiento colegiado.
Respecto al primer tema, me permito hacer referencia a una situacion por mi
vivida que refleja este pensamiento. En una cena realizada en un ambito oficial,
me toca compartir una mesa -junto con un juez- que estaba integrada por un
coronel y un comandante detenden sostener los autores del genocidio argentino.
Y resulta repudiable -ademas de insostenible- que el argumento de base de
esa "guerra sucia" emprendida, fuera un decreto emanado de un gobierno constitucional
que fue derrocado precisamente por quienes lo invocaron e invocan aun actualmente.
Por otra parte al momento de dictarse el decreto, por parte del gobierno derrocado,
la Constitucion Nacional estaba vigente, lo mismo que el resto de la legislacion
nacional y los tratados suscriptos por la Nacion con las potencias extranjeras.
En ninguno de esos dispositivos puede encontrarse una nota, un signo, un atisbo,
de que la Republica Argentina abandono, por algun momento, sus tradicionales
metodos de respeto al derecho y a las garantias individuales, para abrazar,
sin mas, a traves de un mero decreto presidencial, la causa de la guerra total,
absoluta, sin restricciones, ni limites, ni cortapisas. Ello resulta, frente
al derecho, totalmente inadmisible (conf. Fallos de la CSJN, T. 309-2, p.
1548/49).
Un parrafo aparte merece el trasfondo del Terrorismo de Estado instaurado
en Argentina en marzo del ´76. Se busco impunidad para aplicar ese plan de
exterminio contra un grupo nacional, pero tambien para implementar un plan
economico que respondia a los intereses de los sectores que representaba la
dictadura militar. Las razones ideologicas, tenian su correspondencia con
determinados intereses economicos. La diferencia con el grupo nacional perseguido
pasaba, fundamentalmente, por el tipo de proyecto de pais que cada sector
tenia. La dictadura estaba decidida a paralizar todo, a dejar a todo el mundo
quieto y en posicion de firmes. De ese modo se decretaba el fin de los conflictos
obrero- patronales o de los diversos reclamos populares, y se decretaba el
fin de la economia, cerrandose fuentes de produccion y apostandose a una patria
financiera. Se solicitaron grandes prestamos, se levantaron las barreras aduaneras,
comenzo la importacion y se vivio el tiempo de la "plata dulce", mientras
se ejecutaba el plan criminal de exterminio. La estructuracion de esa economia
-llamada "liberal"- iniciada hace 26 años, se prolongo -con matices-
aun con los gobiernos democraticos posteriores a la dictadura, observandose
en el presente las consecuencias de ese nefasto plan, cuando todo se ha vaciado,
cuando todo el patrimonio social acumulado durante años se ha malvendido
por monedas, cuando el pais se ha endeudado como ningun otro en el mundo en
una cifra que ronda los ciento cincuenta mil millones de dolares. Hoy ese
plan ha hecho crisis, los indices de desocupacion son los mas altos de la
historia (ronda el 20 %), la clase media se ha depauperado, el 40 % de la
poblacion esta por debajo de la linea de pobreza, y la diferenciacion social
entre ricos y pobres ha generado una abismal conflictividad que esta al borde
del permanente estallido social.
Todo este cuadro de crisis socio-economica tambien ha sido posible (es posible)
por el nivel de impunidad que rige en la Argentina y que tiene su origen en
aquella impunidad garantizada por la dictadura militar cuando instaura el
Terrorismo de Estado.
El gobierno formado a partir del golpe de estado del ´76 no solo fue usurpador
del poder institucional que -mal o bien- regia en Argentina, sino que se instalo
en base a un plan criminal clandestino, que buscaba actuar a la sombra de
cualquier tipo de control. Y me refiero a controles aun ajenos al propio sistema
dictatorial instaurado.
Porque la dictadura militar, elimino todo tipo de control posible. Esto, que
es propio de un sistema democratico de gobierno, en el cual existen contrapesos,
equilibrios, para que el poder no se vuelva absoluto, incontrolable, no existia
en el gobierno de facto. Obviamente la dictadura, en cuanto tal, no admite
esta posibilidad. En todo caso establecio controles internos, pero para responder
a las directivas del dictador y lograr una mejor administracion del poder
absoluto. En el caso argentino, se advirtio una suerte de control interno
o espionaje entre las tres fuerzas armadas, que se dividieron el poder en
un 33 % para cada una (Es interesante, como ejemplo, que cada una de ellas
administraba como interventor un canal de television "privado"). Esos "controles",
por supuesto, respondian a fines bastardos, por disputas de espacio de poder,
y no para garantizar transparencia a los actos que realizaban.
Y decia que la dictadura elimino todo tipo de control interno (salvo el espionaje
mencionado y el control de "inteligencia" de toda la sociedad), pero ademas
persiguio toda posibilidad de que se pudiese conocer -interna o externamente-
que sucedia en esa guerra contra la sociedad argentina.
El paraguas protector para esa ausencia de conocimiento y control, era la
clandestinidad. Se procedia con nombres cambiados, informes falsos, campañas
de accion psicologica, ordenes secretas, destruccion de documentos, etc. De
ese modo fueron tejiendo una red de impunidad formidable, pues nadie se hacia
cargo. Nadie firmaba una sentencia de muerte. Nadie impartia una orden escrita
de detencion. Y, por supuesto, nadie ordenaba aplicar la picana electrica,
como elemento de tortura, para obtener informacion. Si un familiar requeria
informacion se negaba la existencia del hecho y aun se negaba la detencion
ante un pedido "oficial" por parte de un juez al tramitar un "habeas corpus".
La clandestinidad da una impronta terrible a la dictadura argentina, pues
significa diluir responsabilidades, esconderse en las sombras de la negacion
del hecho. Todo lo que no se nombra no existe. Negando la realidad, se imagino
que la misma podia presentarse de modo distinto. El lector de esa realidad,
debia observarla del modo en que se la presentaba. Si alguien osaba desmentirla,
se lo tildaba de complice de la subversion o antiargentino. Generalmente las
denuncias de los hechos atroces venian desde el exterior y quienes las formulaban
eran "traidores" que hacian una campaña contra el pais. Baste citar
como ejemplo las denuncias que formulaba Julio Cortazar desde Paris, y las
criticas que se formulaban en su contra, para comprender de que estamos hablando.
Esto iba acompañado con las frases enunciadas en esa epoca. "El silencio
es salud". "Si lo llevaron por algo sera". "Los argentinos somos derechos
y humanos".
Hace unos cuantos años se hizo una pelicula formidable, interpretada
-entre otros- por Marcello Mastroiani, que se llamaba "De eso no se habla".
Y claro, se referia a una mujer que tenia una hija enana, pero de esa condicion
no se hablaba y se presentaban los hechos de modo tal que pareciera que esa
hija no era enana. La negacion, siempre la negacion. Asi actuaban los dictadores.
Por eso se hablaba de un pais "jardin de infantes". La poblacion era tratada
como niños incapaces de comprender que sucedia, y -por lo demas- era
mejor que no supieran. Le hacian un bien, los cuidaban, ocultando esa realidad
tan cruda y dolorosa. Es el tipico rol de padre autoritario, que impide que
su hijo decida por si, que conozca el espacio en el que se mueve, y se lo
condena a la permanente "proteccion" para que no se contamine mirando lo que
no debe ver. Asi como lo relativo al sexo debe negarse porque el hijo se puede
degenerar, tambien el funcionamiento del plan criminal debe ocultarse para
que los "niños buenos" no resulten dañados.
Pero este fin caritativo de los padres de la patria que supieron usurpar el
poder para salvarnos de todos los males, encierra dos cuestiones fundamentales.
Por un lado la veta mesianica de esos seres omnipotentes que hacen cosas que
los humanos mortales no podremos comprender (y lo hacen por nuestro bien),
pero por el otro lado esconde una profunda cobardia que no les permite asumir
sus propias responsabilidades y las diluyen en ese ocultamiento colegiado.
Respecto al primer tema, me permito hacer referencia a una situacion por mi
vivida que refleja este pensamiento. En una cena realizada en un ambito oficial,
me toca compartir una mesa -junto con un juez- que estaba integrada por un
coronel y un comandante de gendarmeria (y las esposas de ambos). Era dificil
tener un tema de conversacion comun, pero se me ocurrio que una cuestion para
hablar era la postura que habia asumido el jefe del estado mayor del ejercito
de ese entonces, General Martin Balza, respecto a la autocritica que se debian
las fuerzas armadas por la actividad ilegal desplegada durante la dictadura
(recuerdese que el general Balza habia dicho que nunca pueden justificarse
-ni acatarse- las ordenes inmorales o ilegales). Basto hacer mencion a este
tema para que se desatara una discusion, oponiendose el coronel a esa postura
de Balza, criticandolo y descalificandolo. La cosa no termino bien, pero lo
que quiero rescatar, es el comentario de dicho coronel, quien mas o menos
me dijo: "lo que ocurre doctor, es que usted analiza las cosas desde la ley,
y esto es una cuestion que esta en un plano distinto y superior". Es decir,
que nosotros -pobres hombres de derecho- no podiamos comprender la cruzada
redentora de estos salvadores de la patria, que por encima de nosotros estaban
limpiando la maleza para que nos quedara el trigo. Para el yo integraba -seguramente-
el jardin de infantes, y no alcanzaba a comprender la magnifica obra realizada,
pues si lo hubiese comprendido, tendria que haberle dado las gracias por los
patrioticos servicios prestados. Respecto a la segunda cuestion mencionada,
esto es la clandestinidad, el sistema de ocultamiento, cabe referir que se
han dado varios argumentos, como -por ejemplo- que el mundo no aceptaria una
ejecucion masiva de personas. Que el Papa reaccionaria. Las ONG tambien. Entonces
se opto por ese plan, generandose la figura del desaparecido. "Los desaparecidos
no estan ni muertos ni vivos. Estan desaparecidos", explico, docente -mientras
agitaba las manos-, el dictador Videla. Incluso se habia cambiado la terminologia
de los reglamentos militares -antes del golpe- para no respetar las Convenciones
de Ginebra en relacion al trato de prisioneros. Entonces no hablaban de "guerra",
sino de "lucha antisubversiva", no decian "prisionero" sino "detenido", no
"enemigo" sino "delincuente", no "campo de concentracion o de prisioneros",
sino "lugar de reunion de detenidos".
RECUPERACION DE LA JURIDICIDAD PARA LA CONSTRUCCION DEMOCRATICA
El mismo dia en el cual
se puso en ejecucion el plan criminal nacieron otras formas y otros caminos
para buscar justicia. Cada negacion trae su propia afirmacion. A la destructividad
se contrapone la vida.
La apuesta de muerte de los represores era mas amplia que la mera eliminacion
fisica del "oponente" o el combate contra el pensamiento, se incluyo -tambien-
la "muerte" de la Verdad. Para este objetivo se buscaba distorsionar las referencias
acerca de los hechos, muchas veces con la mascara de supuestas "acciones sicologicas"
para confundir a la poblacion sobre la cierta configuracion de los comportamientos
criminales. Las desgarradoras flagelaciones infligidas a la sociedad argentina
durante los años de plomo, dejaron terribles secuelas: quebrantamiento
de elementales lazos de solidaridad, consecuente individualismo y aislamiento,
el partir en pedazos la historia personal y colectiva, miedos profundamente
internalizados frente al poder (sobre todo si este se manifiesta uniformado).
Por supuesto que, durante el periodo ´76 al ´83 (sobre todo en los primeros
años), los controles dictatoriales impedian desentrañar como
funcionaba el sistema clandestino de represion y no existian mecanismos idoneos
para articular los reclamos. A ello se sumaba la instalacion del terror que
operaba como factor paralizante. (Cuando se imprime el terror, el sujeto se
defiende contra la informacion mediante la "resistencia"). Ante la mordaza
impuesta (externa e interna), algunas voces se hacen escuchar, sobre todo
en el exterior. El primer documento de significacion fue el informe de la
Comision Interamericana de Derechos Humanos de la O.E.A., elaborado cuando
ya la dictadura llevaba tres años y dado a conocer a los cuatro.
Cuando a los siete años los uniformes manchados y blanqueados con una
autoamnistia, dan media vuelta para mirar desde el cuartel; timidamente la
sociedad flagelada comienza a despojarse de "resistencias" y lentamente levanta
la vista para mirarse en el espejo, reconocerse y buscar al otro, a los otros
(hijos, padres, hermanos, amigos, vecinos), para abrazarlos o para enterrarlos.
Juntamente con ello se reclama saber como, quien, donde y a reclamar Juicio
y Castigo para los culpables.
La CONADEP realiza una primera aproximacion al conocimiento del horror, descendiendo
a los infiernos alimentados por el Terrorismo de Estado.
El juicio a las ex- juntas militares es la primera experiencia valida para
que se concrete el "juicio y castigo"
Lentamente fuimos enderezando nuestros cuerpos, reparando nuestras heridas
internas y aproximandonos a visualizar los caminos legales que se podian recorrer
para que el Derecho y la Verdad desmantelaran el esqueleto de la fuerza bruta
y la mentira. Pero el camino no fue ascendente ni lineal. El poder democratico
fue zigzagueante y claudicante y los caminos de luz, de verdad y justicia,
se fueron cerrando con telones de olvido, punto y aparte, vista al ¡frente!.
En sintesis con garantias de impunidad. Con esta realidad cargamos nuestra
mochila en tiempos de transicion hacia una vida democratica.
La Justicia no dio en su momento una respuesta completa, sino parcial, a la
mas alta criminalidad imaginable y, por el contrario, sucesivas claudicaciones
eticas o negociaciones bastardas del poder politico -como ya reiteradamente
señalamos-, fueron vaciando de contenido a esa via insustituible.
La Justicia es una alternativa excluyente por su capacidad reconstitutiva,
y es el medio a traves del cual se logra, no solo la sancion, sino el conocimiento
de la Verdad, como requisito ineludible para lograr la recomposicion personal
y social (juntar los pedazos y poder elaborar proyectos a futuro, sobre la
base de la Verdad y la Justicia).
Escamoteada esta posibilidad, queda la herida abierta y es necesario buscar
caminos que conduzcan a esclarecer los hechos. Dichos caminos no pueden ser
de cualquier tipo y menos accediendo a vias que importen nuevas formas de
claudicacion etica. El camino valido a recorrer es a traves de la Justicia.
Asi lo establecen aquellas resoluciones que obligan al Gobierno Argentino
-y que este ha aceptado- a esclarecer lo sucedido con las personas desaparecidas.
El derecho a la verdad es una obligacion de medios y no de resultados. Aquellos
deben mantenerse hasta que se alcancen los resultados que tienen caracter
imprescriptible. Pero tambien lo demanda el sentido comun. ¿Que otro poder
del Estado esta llamado a dar una respuesta imparcial, independiente de las
coyunturas politicas, si no lo es el Poder Judicial, con la actuacion indelegable
del Ministerio Publico Fiscal?
Sobre esta base elemental, se estan desarrollando en distintos puntos del
pais los llamados "Juicios por la Verdad". Estos juicios importan un camino
de exploracion, de aproximacion a la verdad, con un resultado aun incierto;
pero no por ello deja de ser un intento valido para el esclarecimiento de
los hechos criminales ocurridos durante la llamada "guerra sucia". Por supuesto
que esta actividad, de ninguna manera, invalida, excluye o desplaza, a aquellas
tareas que -interna o internacionalmente- se realizan (o se puedan concretar
a futuro) para lograr el juzgamiento de los responsables de tales hechos criminales,
incluyendo la posibilidad amplia de punicion.
"Punto Final" y "Obediencia Debida", dos "leyes" del primer gobierno constitucional,
Indultos, "decretos" del segundo gobierno constitucional. Todas piezas desgraciadas
que, a contrapelo del derecho, querian imponer un cierre obligatorio, para
no mirar, para no saber, para no reclamar, y para obligarnos a tomar de la
misma copa con el genocida que recorria nuestras calles con una libertad regalada
con pedazos de dignidad.
Pero la impunidad que se intento consagrar en la Argentina, fue abriendo nuevos
caminos. Ningun Estado es propietario de los sufrimientos que engendra o ampara,
porque el sufrimiento de las victimas es universal. Por eso en cualquier lugar
del mundo se puede buscar justicia y desde cualquier lugar del mundo se debe
dar respuesta. Eso es la Justicia Universal.
Y esto no es una cuestion voluntarista sino que se sostiene en la propia red
juridica internacional, que es anterior y superior a las estructuras juridicas
nacionales. El Derecho esta. Pero debieron producirse grandes catastrofes
para que se advirtiera que esos mecanismos legales existian.
El Derecho de gentes tiene una larga historia y el derecho positivo de muchos
paises lo ha previsto explicitamente, como incluso el ordenamiento juridico
argentino. Mientras en la Argentina comenzo una lenta recuperacion de la etica
y el derecho, buscando conocer el destino de los desaparecidos y haciendo
justicia en los supuestos en los cuales se podia, como lo es el caso de la
apropiacion de menores nacidos en cautiverio, en distintos puntos del mundo
se avanzo en el juzgamiento de los grandes crimenes de lesa humanidad cometidos
en nuestro pais.
Los juicios de Madrid (con sus ordenes de captura internacional), los de Paris
y Roma (con condenas en ausencia), los de Estados Unidos, Suiza y Alemania,
permitieron articular persecuciones penales por delitos de genocidio, torturas,
desaparicion forzada de personas, terrorismo de Estado. El fallo de Mexico,
ordenando la extradicion del represor Ricardo Miguel Cavallo a España,
por pedido del Juez Baltasar Garzon, es otra pieza juridica mas que se incorporo
al desarrollo de la Justicia Universal. Por su parte, el gobierno mexicano
y la Audiencia Nacional de España, ratificaron todos los pasos dados
hasta el presente para que se efectivice dicha extradiccion a Madrid.
Pero este gran desarrollo en la aplicacion de las normas vigentes para reprimir
los crimenes de lesa humanidad, se encontraban con un enorme deficit: en Argentina
se seguia sosteniendo un sistema de impunidad.
Y el sistema de impunidad importaba no solo la proteccion al delincuente,
sino la violacion del ordenamiento juridico, desconociendo las normas sobre
las que descansa. Esta situacion ha llegado a un limite muy definido. El fallo
del Juez Gabriel R. Cavallo, dictado el 6 de marzo de 2001, como el del Juez
Claudio Bonadio, del 2 de octubre de 2001 y sobre todo el de la Camara Federal
de Buenos Aires (Tribunal Superior de Segunda Instancia), del 9 de noviembre
de 2001, importan un punto de inflexion en cuanto a aquella claudicacion etica
y juridica que antes mencionaramos. Nada es igual despues de estas decisiones,
pues al invalidar articulos de la ley 23.492 y 23.521, y declarar su inconstitucionalidad
y nulidad insanable, se ha reafirmado el Derecho. Se abre una senda que posibilita
el fin de la impunidad, esto es, q ue el territorio argentino no sirva de
guarida para los criminales, y -por otro lado- se intenta integrar a la Argentina
al concierto de las naciones civilizadas, respetando los tratados internacionales,
y su propia Constitucion Nacional.
La claridad meridiana de los fundamentos de esas sentencias, exime de hacer
comentarios a ese respecto. Son argumentos juridicos evidentes que hacia falta
ponerlos por escrito y hacerlos operables.
Y asi estamos. Siguen los "Juicios por la Verdad" y tenemos ademas un avance
cualitativo con los fallos que anulan las leyes de impunidad. Solo podria
torcerse este rumbo si interfieren mezquinos intereses de grupo o politicos.
Por la salud de la republica, aspiramos que esto no ocurra y que prevalezca
la sensatez, el respeto a la ley. El poder politico -hasta ahora- a jugado
un rol lamentable, llegando a desconocer tratados internacionales. La ultima
expresion de este rol encubridor lo es el decreto 1581 del 5 de diciembre
de 2001. De cualquier modo, si algun interes torvo intentara bloquear este
camino de Verdad y Justicia plenos, quedan expeditos otros caminos para que
se respeten estos principios de Justicia Universal.
Y no me refiero solamente a las actividades jurisdiccionales en tramite o
que puedan abrirse en otros paises, sino a la operatividad que tiene un reciente
fallo de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. La Corte establecio
que las leyes de amnistia son incompatibles con la Convencion Americana sobre
Derechos Humanos y, en consecuencia, carecen de efectos juridicos. Dicha decision
se dicto el 14 de marzo del año 2001, en el caso "Barrios Altos" (Chumbipuma
Aguirre y otros vs. Peru), y por tal sentencia la Republica de Peru se encuentra
obligada a investigar los hechos criminales amnistiados, para determinar las
personas responsables de las violaciones a los Derechos Humanos y sancionarlos
como en derecho corresponda. Este precedente es de enorme significacion, pues
no solo se establece con respecto a un pais en particular, como lo es Peru,
sino que sirve de base para otros casos y puede requerirse un identico pronunciamiento
de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, para situaciones analogas
como la de Argentina.
La adecuada aplicacion del derecho por parte de los jueces que siguieron la
correcta senda, debe ser confirmado por la Corte Suprema de Justicia de la
Nacion (Tribunal seriamente cuestionado por su dudoso apego a la ley). Pero
de no ocurrir esto asi, tenemos la seguridad que el camino de la Verdad y
la Justicia esta habilitado, debiendose acudir -en tal caso- a la Corte Interamericana
de Derechos Humanos.
Dije que estos fallos son un punto de inflexion en la historia argentina.
Instalo la confianza como para poder acceder a la justicia, esa necesidad
humana esencial. Es hora de seguir trabajando en esta apertura de puentes
de verdad, de vida, de justicia, de memoria, frente a tanto muro construido
para preservar la impunidad, la muerte, la destruccion de prueba, la mentira,
el olvido.
Nuestro andar por este camino es, como decia el poeta Roberto Juarroz: Caer
de vacio en vacio, Como un pajaro que cae para morir Y de pronto siente que
va a seguir volando.
Dr. Hugo Cañon Enero de 2002 REDH (Red Solidaria por los Derechos Humanos)