Los platos rotos de Londres que a lo mejor se pagan en Paris
Por lo visto, el gobierno contorsionista está convencido de que los chilenos somos imbéciles. Los medios de comunicación tampoco lo hacen mal. Así por ejemplo, Radio Chilena y Primera Línea informan (13/SEPT/02) que "Esgrimiendo la tradicional posición del gobierno respecto a que los casos pendientes de derechos humanos sólo caen en la esfera judicial, el canciller (s) Cristián Barros se refirió a la detención en Argentina del ex jefe del regimiento Tacna, general (R) Luis Ramírez Pineda, requerido por la justicia francesa por la desaparición de un ciudadano galo luego del golpe militar.
¿"La tradicional posición del gobierno respecto a que los casos pendientes de derechos humanos sólo caen en la esfera judicial"? ¿Desde cuándo esa tradición? ¿Desde la detención de Pinochet en Londres? Era lo mismo, ¿no? Pero no, no lo era, el inefable del José Insulza y su acólito el Juan Valdés, con los demás faranduleros y la venia del rey bufo desde dentro del closet, se jugaron enteros por salvarle el pellejo. Se trataba del Primer Infante de la Patria, el Honorable Senador Vitalicio, señor general don José Ramón Muy Augusto Pinochet, con todas las FF.AA. cuadradas detrás. Por tanto, sus siempre seguros servidores tuvieron que bailar la cueca que les tocaron al ritmo del tambor mayor... Hasta que consiguieron afanárselo pa' Chile. Con el cuento de la "soberanía nacional" y que en Chile era "juzgable", ¿recuerdan? ¡Por supuesto que recuerdan! ¡Yo también! Pero el gobierno cree que somos imbéciles y ahora nos viene con el cuento del tema judicial, como si el otro no lo hubiera sido. ¿O es que era político? Y si era político como afirmaron en más de una ocasión, ¿por qué no lo es éste? No, ¡no hay caso! ¡Imposible pedir consistencia conceptual! ¡Eso es pajeo pa' hueones académicos como yo! El gobierno está en otra: la cueca de la política con botas.
¿Y después? ¿Después que se lo afanaron pa' Chile? Pues, siguieron bailando la misma cueca, pero esta vez detrás de las bambalinas -había que guardar las apariencias- y lo más probable es que hasta llegaron a marchar al ritmo de Lili Marleen. Sea como sea, el hecho es que consiguieron el sobreseimiento vitalicio al mismo tiempo que afirmaban con la cara 'e palo de siempre que se trataba de un tema judicial...
Así es como surgió la mentada "tradición de la presciendencia judicial del gobierno". El resto es cuento.
¿Y qué pasa con este otro, el detenido de Buenos Aires? Pues, no pasa nada, es un simple peón retirado sin peso político alguno. Su función será la de servir de chivo expiatorio... Y como se nos escapó el chancho gordo, tal vez con algo de suerte, podamos comer chivo asado.
Por cierto, no habrá golpes de estado blancos a través del Consejo de Seguridad Nacional. ¿Recuerdan cómo y cuántas veces los milicos acorralaron al Eduardo Frei chico? Tampoco habrá viajes intempestivos de todo tipo de suches portando la antorcha de la libertad desde la Cancillería a Buenos Aires. Mucho menos una reunión secreta entre conspicuos socialistas internacionales con el inefable Felipe Gonzalez a la cabeza para salvar la candidatura presidencial de nadie pues simplemente no estamos en tiempos de elección.
Si todo resulta así y a menos que El Chacal del Mapocho se recupere sorpresivamente y comience a rugir mientras esgrime el sable que esconde dentro del bastón, el miserable y -por cierto- despreciable y perfectamente basureable general en retiro Luis Ramírez Pineda, ex-comandante del Regimiento Tacna, militarmente responsable de la tortura, asesinato y posterior dinamitación de los cuerpos de los defensores de La Moneda por estos días hace 29 años, parece estar condenado a pagar los platos rotos de Londres y la gallina de los huevos de oro que se robó y comió Pinochet. Todo sea por el principio de la obediencia debida y la lealtad militar. Tal vez podamos celebrar en Paris.
Germán F. Westphal, Ph.D.
Universidad de Maryland Sede Baltimore, EE.UU.