Brasil: Lula contra las ocupaciones de tierras del MST
Brecha
Una semana después de que comenzaran a emitirse los espacios gratuitos en la televisión, considerada un elemento clave para la definición del electorado, se han revolucionado todas las encuestas de los meses anteriores.
Según el Instituto Vox Pópuli, cuyo sondeo ha sido el primero en aparecer, el candidato de izquierda Luiz Inácio Lula da Silva se mantiene a la cabeza, aunque pierde un punto: pasa del 35 al 34 por ciento. Ciro Gomes, el candidato antigubernamental que propone un cambio en el sistema económico del país y que se presenta como de centroizquierda, comienza a hundirse, pasando del 32 al 25 por ciento, mientras que José Serra, el candidato del presidente Fernando Henrique Cardoso, que no conseguía salir del penúltimo lugar, da el salto del 10 al 15 por ciento. El candidato evangélico, Anthony Garotinho, se mantiene en la cola.
Una encuesta realizada sólo en San Pablo confirma dichos sondeos nacionales. Ese estado es decisivo ya que allí está concentrada buena parte del empresariado y de las finanzas del país, lo que demuestra que el capital comienza a abandonar a Gomes para apostar por Serra.
Serra, además de contar con más tiempo en televisión que los demás candidatos, se dedicó esta semana a atacar a Gomes sacando a la luz sus contradicciones. Gomes había dicho, por ejemplo, que había estudiado en escuelas públicas y Serra mostró documentos que prueban que estudió parte del bachillerato en dos colegios religiosos privados. Sin embargo, el tribunal electoral ha obligado a Serra a descontar en los programas futuros el tiempo dedicado a atacar a Gomes.
Mientras tanto, Lula, que está haciendo una campaña serena, sin ataques a nadie, intentando presentarse como estadista, ha llamado al Movimiento de los trabajadores Sin Tierra (mst), al que su partido, el Partido de los Trabajadores (pt), había siempre apoyado, recordándoles que si llega a la presidencia se van a acabar las ocupaciones y la violencia para conseguir las tierras. Les ha dicho que deberán colaborar con él de "forma positiva y constructiva" para conseguir una reforma agraria que conceda tierra a los que no la tienen y sobre todo que les ofrezca los medios económicos y tecnológicos para poder cultivarla.