3 de septiembre del 2002
La singular evolución del MIR boliviano
Isaac Bigio
Un caso muy especial a nivel internacional es el del MIR boliviano. Se
trata del partido que más ha estado en el gobierno de dicho país
en las últimas 2 décadas. Si la actual coalición gubernamental
lograse completar su quinquenio constitucional, para el 2007 el MIR habría
estado en 21 de los últimos 25 años en posiciones de poder. No
hay partido significativo (desde la ultraizquierda hasta la derecha ex-dictatorial)
con quien el MIR boliviano no hubiera co- gobernado o tejido un frente estratégico.
En esta nota analizaremos como así el partido surgido en la tierra donde
murió el Ché se habría convertido en la organización
sudamericana de raiz castrista con mayor acceso al poder.
Los MIRes andinos
En América Latina han habido 2 revoluciones que produjeron el surgimiento
de nuevos partidos de izquierda. Los admiradores de la revolución rusa
de 1917 formarían los Partidos Comunistas y quienes se inspiraban en
la revolución cubana de 1959 fundarían una serie de nuevas organizaciones
que pregonizaban la lucha armada. En los Andes la sigla que muchos de estos
últimos solían utilizar fue la de MIR (Movimiento de Izquierda
Revolucionaria).
Estos nuevas fuerzas castro-guevaristas se autoproclamaban como la 'nueva izquierda'.
Sus cuadros podrían provener de esciciones de antiguos partidos nacionalistas,
a quienes acusaban de haberse constituido como fuerzas burguesas. Estos cuestionaban
a la 'vieja izquierda' conformada por los partidos comunistas a quienes criticaban
por plantear la vía parlamentaria o evolutiva al socialismo, o a los
trotskistas a quienes despreciaban por aferrarse a estrategias 'obsoletas' como
la de construir partidos obreros para hacer insurrecciones socialistas de consejos
obreros.
Los miristas seguían la estrategia del Ché Guevara. En vez de
conformar partidos que se centrasen en los sindicatos o en la arena electoral,
había que prepararse para ir a crear focos armados en las montañas
pues éstos lograrían electrizar a la población conduciendo
a una revolución liderada por comandantes guerrilleros.
Los MIR de Venezuela y Perú nacieron a inicios de los 1960s como rupturas
de Acción Democrática y del APRA, dos partidos hermanos inspirados
en las ideas de Haya de la Torre. Ambos MIRes organizarían focos armados.
En el Perú su dirigente máximo, Luis de la Puente Uceda, murió
en combate y uno de quienes inicialmente estuvo cerca a ellos, Carlos Malpica,
sería el primer candidato del frente electoral de la izquierda peruana
antes del golpe militar de 1968.
Durante la 'junta militar socialista' de Juan Velasco (1968-75) el MIR peruano
se desgajaría en diversas fracciones, algunas pro-chinas y otras pro-cubanas.
A inicios de los 1980s los miristas peruanos tendieron a definirse en torno
a dos proyectos. Los que apuntalaban el frente popular electoral Izquierda Unida
co-fundarían el Partido Unificado Mariateguista. Los que quisieron impulsar
una lucha armada inspirada en el sandinismo y crítica al senderismo darían
paso al Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA). Tapia, uno de los
jefes históricos de una fracción del MIR, evolucionaría
desde el primer camino hasta convertirse en uno de los principales asesores
en la lucha contra-subversiva. En cambio, Víctor Polay, líder
de otra ala mirista, se convirtió en la cabeza del MRTA.
En Venezuela el MIR se transformó en la segunda fuerza electoral de la
izquierda hasta que entraría en un proceso de dispersión. Una
gran parte de los miristas está ahora en el Polo Patriótico del
presidente Chávez.
En Argentina se formó un pequeño y efímero MIR en torno
al intelectual Silvio Frondizi. Este tenía influencia trotskista y de
allí saldrían Ricardo Napurí, primer senador trotskista
peruano, y Jorge Altamira, legislador del Partido Obrero argentino.
El MIR que llegaría a tener más fama fue el chileno formado a
mediado de los 1960. Durante el gobierno de la Unidad Popular (1970-73) el MIR
organizaba a millares de activistas buscando rebalsar a un presidente, como
Allende, al que tildaban de reformista. El golpe de Pinochet golpió duramente
a esta organización, la misma que sería una de las piezas claves
en la estructuración de la Junta de Coordinación Revolucionaria,
una alianza de organizaciones guerrilleras del cono sur que hacían frente
al Plan Cóndor de las dictaduras imperantes.Los miristas chilenos se
fueron dividiendo y hoy constituyen núcleos activos aunque sin fuerza
electoral.
Los miristas que más fuerza militar llegaron a tener fueron los del MRTA-MIR
Comandos Revolucionarios del Pueblo, los mismos que en su mejor momento llegaron
a organizar sendas columnas armadas en Junín y San Martín.
El MIR altiplánico
El último MIR en ser fundado fue el boliviano. Desde fines de 1970 hasta
Agosto 1971 Bolivia había tenido un gobierno 'socialista militar'. El
1 de Mayo de 1971 se había reunido la Asamblea del Pueblo en el local
del parlamento. Esta se basaba en la Central Obrera Boliviana y las organizaciones
de la izquierda y se proponía formar un poder paralelo que co-gobernase
con el presidente general Juan José Torres o le remplazase. Inmediatamente
después que el ejército dió el golpe del general Hugo Bánzer
apuntalado por el Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR) y la Falange,
el 7 de septiembre de 1971 una serie de ex-militantes de una fracción
disidente del MNR y de la Democracia Cristiana decidieron crear el MIR. Los
creadores de este nuevo partido se ubicaban a la extrema izquierda del trotskista
Partido Obrero Revolucionario (POR) y del Partido Comunista Boliviano, quienes
habían dominado a la Asamblea del Pueblo (de la cual algunos decían
debía ser el Soviet que llevase a la clase obrera al poder), y venían
sosteniendo que este organismo era una suerte de impotente tribuna de oradores
mientras que ellos se preparaban para la lucha armada.
El MIR no logró absorver al Ejército de Liberación Nacional
(ELN) que había sido la base de la derrotada guerrilla del Ché
Guevara. El ELN se disolvería y uno de sus principales allegados, Peredo,
ha sido el candidato vice-presidencial del MAS (el Movimiento Al Socialismo
de Evo Morales quien quedó segundo en los últimos comicios bolivianos).
En Colombia, el membrete del ELN sería usado por quienes fundaron un
nuevo foco castrista, el mismo que aún mantiene importantes acciones
militares, aunque ha generado alas que sean desmovilizado.
El MIR boliviano se fue diferenciando de los otros MIRes en dos aspectos. Desde
un primer momento y a través de toda su historia siempre buscó
conformar amplios frentes estratégicos. Por otra parte, antes que centrarse
en preparse para ir a las montañas siempre acentuó un extremo
pragmatismo.
Apenas creado el MIR boliviano se unió a todo el abanico de la izquierda,
desde los trotskistas hasta los partidarios del derrocado presidente Juan JoséTorres,
para vertebrar el Frente Revolucionario Antimperialista. Cuando la dictadura
de Bánzer (1971-78) llegaba a su fin, los miristas se unieron a gran
parte de los partidos democratizantes para formar un Comité Nacional
por la Democracia y luego se unirían al MNR de Izquierda y al Partido
Comunista en la formación de la Unidad Democrática Popular (UDP).
Jaime Paz Zamora, jefe histórico del MIR, se convertiría en el
candidato vicepresidencial de dicha alianza encabezada por el ex- presidente
Hernán Siles Suazo. Las elecciones generales de 1978, 79 y 80 no condujeron
al ganador al poder y se basaron en un clima de permanente inestabilidad, golpes
y huelgas generales.
En 1980 la UDP había ganado claramente los comicios. El golpe del general
García Meza quizo evitar que lo que ellos consideraban el 'extremismo'
llegase a palacio. El MIR era visto por la derecha golpista como la encarnación
de dicho demonio rojo. El 2 de julio de 1980 Paz Zamora se salvó de un
atentado contra su vida, el mismo que marcaría con quemaduras su rostro.
En 1982-85 el MIR boliviano se convertiría en el primer partido sudamericano
de orígen castro-guevarista en llegar constitucionalmente a la vice-presidencia.
El gobierno de la UDP sobrevivió atenazado entre la oposición
de un parlamento que estaba a su derecha y de poderosas huelgas y marchas sindicales
a su izquierda. El MIR fue presionando al presidente Siles para que renunciase
y en algún momento contempló la posibilidad de conseguir el aval
del MNR para remplazarlo.
En las elecciones de 1985 el MIR se presentó por primera vez sólo.
Quedó tercero y en el parlamento decidió votar por quien acabó
segundo, el MNR de Víctor Paz Estenssoro, para evitar que quien obtuvo
la primera mayoría, el ex-dictador Bánzer, llegase a palacio.
Durante 4 años el MIR colaboró con el nuevo gobierno del MNR,
el mismo que fue quien inició el nuevo modelo neo-liberal de privatizaciones
y ajustes monetaristas. En los comicios de 1989 Paz Zamora volvió a quedar
tercero pero esta vez el general Bánzer le devolvió la factura
al MNR, quien había acabado esta vez primero. Bánzer, quien quedó
segundo, se unió al MIR para hacer elegir a Paz Zamora como presidente
a condición que sus antiguos enemigos aplicaran su programa, aceptasen
ministros suyos y conformasen la llamada 'Alianza Patriótica'.
Este pacto entre viejos enemigos mortales no era nueva en los Andes. Después
de 1963 el APRA peruano se alió al general Odría quien en su dictadura
(1948-56) les persiguió y asesinó a su principal caudillo sindical.
Sin embargo, el pacto Paz Zamora-Bánzer sorprendió por la extrema
rapidez y porque inmediatamente dió paso a una coalición de gobierno.
Esta misma duró sus 4 años de mandato constitucional (1989-93)
y se volvió a revitalizar en el quinquenio banzerista (1997-2002).
Gracias a esta alianza se permitió que dos fuerzas que debutaron en política
ocupando los extremos antagónicos derecho e izquierdo, pudiesen colaborar
entre ellos para moverse al centro y hacia el poder. Mientras que Pinochet,
Videla y otros ex-dictadores anticomunistas del Cono Sur se aislaron o fueron
procesados, Bánzer recibió las credenciales de 'demócrata'
y se le permitió llegar a la presidencia (1997) liderando la mayor mega-coalición
de partidos que se haya visto en dicha nación.
Socialdemócratas
Mientras que los MIRes de los demás países se mantenían
relativamente marginales o se desintegraban, el boliviano sería el único
en llegar al poder.
El MIR boliviano es el único partido de orígen castro-guevarista
que se adhirió a la Internacional Socialdemócrata, de la cual
es hoy su sección oficial. El Partido Socialista de Chile es la única
otra organización socialdemócrata sudamericana que puede rivalizar
con los miristas bolivianos en haber llegado a la presidencia. En ambos casos
estas dos fuerzas hermanas se han acoplado al nuevo modelo de economías
neo-liberales. Mientras en Chile las fuerzas de Lagos han preservado el sistema
monetarista que sus enemigos pinochetistas construyeron, en Bolivia los miristas
han estado desde el primer momento coadyudando al MNR y a Bánzer a desarticular
el modelo estatista para dar paso a uno de privatizaciones y plena apertura
al capital internacional. Mientras los socialistas chilenos nunca han coaligado
con Pinochet y los miristas están a su izquierda, en Bolivia los miristas
han cogobernado con el antecesor de Pinochet y han hecho pactos con toda la
derecha política.
Lo interesante es que, pese a ser las únicas secciones socialdemócratas
en el poder en el continente, la colaboración entre los miristas altiplánicos
y los socialistas mapuches es limitada. El proyecto del gasoducto que lleve
hidrocarburos desde el sur boliviano al Pacífico puede transformarse
en el principal acuerdo comercial que han tenido dos países que desde
la guerra de 1879 han tenido una rivalidad histórica. El único
departamento boliviano donde el MIR tiene mayoría es Tarija (donde est'an
los yacimientos de oro negro) y el puerto de Mejillones en Chile (que es una
posible desembocadura de dicho ducto) fue patrocinado por el actual presidente
socialista Lagos.
Sin embargo, Paz Zamora dedicó parte de su campaña electoral a
cuestionar un posible ducto vía Chile y adaptándose a las fuertes
corrientes populares hostiles a Chile. El burgomaestre de El Alto de La Paz
es mirista y llama a que se vete el paso de dicho ducto por Chile.
Paz Zamora aduce que sus políticas han estado guiados por la responsabilidad
hacia la democracia y el amor a su patria. Para sacar adelante a su país
él sostiuene que se debió cruzar los ríos de sangre que
les dividían con sus ex-perseguidores.
Crisis
Este osado pragmatismo condujo a dos crisis importantes en el MIR. La primera
fue durante el gobierno de la UDP cuando el ala laboral se desprendiría
formando el MIR-Masas y se pasase a la oposición. En 1984 la secretaría
general de la Central Obrera Boliviana pasaría a manos de este fraccionamiento
del MIR. Más adelante el MIR-Masas iría entrando en un proceso
de fusiones y desgajamientos. El actual Movimiento Al Socialismo de Evo Morales
se nutre de algunas de esas corrientes en las que confluyó el MIR-Masas.
Después de la caída del gobierno Siles-Paz Zamora, el ala centrista
del MIR, timoneada por Antonio Araníbar, constituiría el Movimiento
Bolivia Libre. El MBL cuestionaba a su ex-partido por su giro hacia la derecha
y los pactos corruptos. Se auto-proclamaba como el 'Trigo Limpio' moralizador
y se asoció a los saninistas y al Partido de los Trabajadores brasilero
en el Foro de San Pablo. El MBL acabaría como socio minoritario del MNR.
En 1993-97 Gonzalo Sánchez de Lozada, del MNR, fue presidente y él
alentó una campaña de descrédito contra el MIR. En 1994
el MIR pudo haber pasado su peor momento. Se dieron a conocer evidencias donde
se mostraba a Paz Zamora y a varios jerarcas miristas en contubernio con el
'Oso' Echevarría, sindicado de narcotraficante, de quien se decía
había financiado la campaña de ese partido. Oscar Eid Franco,
el número dos del MIR, pasaría 4 años en carcel acusado
de contubernio con las mafias. A la plana mayor mirista los EEUU le retiraron
las visas de ingreso a dicho país. Paz Zamora anunció su retiro
irrevocable de la política.
Para los miristas ésta fue una maniobra del MNR encaminada a embrarralos
e impedir que ellos volviesen al poder en las siguientes elecciones. El MIR
lograría reconstituirse y en los comicios de 1997, así como en
los del 2002, acabaría en un clave cuarto lugar. En ambas oportunidades,
y pese a ser minoría, el MIR fue el factor que decidió en última
instancia quien llegaría a palacio.
Hacia el cogobierno MNR-MIR
Al conocerse los resultados de los comicios del 30 de junio del 2002, Paz Zamora
manifestó que su partido fue víctima de un 'terrorismo electoral'
orquestado por el MNR y que no podía gobernar junto a los 'culitos blancos'
de Sánchez de Lozada, considerado como el político más
'repudiado por el pueblo'. Un sarcástico artículo en Los Tiempos
de Cochabamba sugería que dicho partido había sustituído
la 'lucha de clases' por la 'lucha de culos'.
Buscando construir una mayoría parlamentaria el MNR se acercó
a Manfred Reyes, quien quedó tercero por apenas 800 votos de distancia,
para proponerle que sea su socio minoritario. Cuando el pacto estaba casi asegurado,
Paz Zamora fue a Cochabamba a entrevistarse con él para pedirle que cambiase
su actitud a fin que juntos controlasen el parlamento y de esta forma gobernasen
al país desde la oposición. Reyes fue tentado y a la media semana
de anunciar públicamente la ruptura con el MNR, el MIR apareció
proclamando que ellos ahora serían los nuevos socios de Sánchez.
Cuando el pacto MNR-MIR parecía improbable escribimos que a nuestro entender
la bravuconada mirista podría significar una forma de presionar para
conseguir mejores tajadas. Al final Paz Zamora ha conseguido el 40% de los ministerios
y diversas prefecturas y cargos de primer orden.
Cuando el MIR se fundó hace 31 años su objetivo era tomar el poder
por asalto. Ahora sus críticos le dicen que su único objetivo
sería llegar al poder para asaltarlo.
El ex-jerarca mirista Araníbar había declarado que el MIR tiene
como norte llegar al poder a cualquier precio. Hoy él y sus ex-camaradas
se han vuelto a reunir y tras el MNR. Esta alianza incomoda a ambos y Paz Zamora
ha dicho que su partido no es un socio menor como lo es la UCS o el MBL, y que
por eso el MNR debe tratar al MIR de igual a igual.
A los miristas bolivianos se les ha acusado de enriquecimiento desde el poder.
Evo Morales ha tildado a la actual alianza como un contubernio entre los más
corruptos. Esto puede ser retruvcado como una calumnia por un partido que dice
que lo que le guía es su desprendimiento desinteresado en pro de Bolivia.
Lo cierto es que existe una gran diferencia entre los miristas del altiplano
y los de los vecinos del Pacífico. Mientras al sur del Titicaca los miristas
están en palacio, al norte de dicho lago muchos de quienes provienen
del MIR peruano sobreviven en la carcel de Yanamayo, una de las más frías
que hay en el continente. En Chile, a donde se refugiaron muchos de los creadores
del MIR boliviano quienes sentían admiración por sus homólogos
de dicho país, los miristas se mantienen en la oposición y sin
riquezas.
Para los partidarios de Paz Zamora se requiere superar el llamado romanticismo
y ultrismo. El hecho de haberse acabado el mundo bipolar debe obligarles a aceptar
las nuevas reglas del juego. Los enemigos del MIR boliviano les acusan de ser
capaces de cualquier cosa con tal de congraciarse con los EEUU para que les
devuelvan las visas, cosas que ya han empezado a hacer. Para Paz Zamora hay
que aceptar las circunstancias pues las economías y sociedades de la
región deben estar íntimamente ligadas a Washington.
Para Paz Zamora su organización muestra fortaleza y valentía al
cruzar los ríos de sangre para aliarse a Bánzer y los del odio
para asociarse con Sánchez. Esto, aunque sus enemigos digan que pasan
dichas aguas por los 'puentes del oportunismo'.
Desconfianzas
El MIR es visto con desconfianza por ambos extremos. En el MNR y en la derecha
se les ve como profesionales y tecnócratas sedientos de poder. En la
izquierda se les ve como traidores. En ambos polos se les acusa de carecer de
principios o apego a sus promesas.
Para otros este partido es el que ha posibilitado viabilizar a la mayor parte
de los gobiernos que se han sucedido constitucionalmente a través de
20 años.
En los sindicatos se acusa al MIR de haber decretado el estado sitio apenas
llegó a palacio en 1989 para sofocar una huelga de los maestros y de
la Central Obrera. El caudillo de la Confederación Campesina, Felipe
Quispe, afirma que fue torturado durante la administración mirista. Sin
embargo, la candidata vice-presidencial de Quispe acaba de aceptar un vice-
ministerio por invitación del MIR. Los miristas aún mantienen
presencia en los gremios de educación y en los sindicatos. Ellos son
la principal fuerza oficialista en las zonas aymaras y acaban de conseguir que
haya un aymara en la prefectura de La Paz.
Dentro de los partidarios de Sánchez existe cierta frustración
por el hecho de haber tenido que conceder tantas cuotas de poder a quienes ven
como angurrientos. Sin embargo, sin el MIR no hubiesen podido llegar a palacio
y tal vez no podrían durar el quinquenio que quieren quedarse allí.
Este partido les garantiza, además, una cierta cobertura social. Cuando
se produzcan los conflictos con los sindicatos y las comunidades campesinas
alí estará el MIR tratando de mediatizar.
Para algunos que buscan una estabilidad al modelo demo-liberal, el MIR, pese
a sus giros, cumple un rol de bisgara esencial e indispensable. Sería
el único partido capaz de entenderse con todos o gobernar con cualquiera
logrando preservar al orden establecido.
Para los revolucionarios de la izquierda esa misma característica les
convierte en un terrible enemigo. Le reprochan a Paz Zamora por haber coadyudado
a imponer al neo-liberalismo o estabilizado al banzerismo.
El MIR en sí tiene dos posibles alternativas que se basan en la experiencia
de otras dos formaciones bolivianas con nombres similares al suyo. Por una parte
puede seguir el modelo del Partido de Izquierda Revolucionaria. El PIR fundado
en 1940 fue el primer partido marxista de masas del altiplano. Este llegó
a su clímax en julio 1946 cuando encabezaron una insurrección
que linchó al presidente Villarroel asociado al MNR. El PIR, siguiendo
las instructivas de la URSS, decidió co-gobernar con la derecha democratizante
y por esa vía acabó enfrentándose a los sidnicatos y fue
rebazado por los nacionalistas y los trotskistas, hasta extinguirse.
La otra salida es la de convertirse en la nueva versión más modernizada,
renovadora y socialdemocratizante del MNR, que es a lo que apuntan. Para Paz
Zamora el MNR habría cumplido su ciclo y son ellos el nuevo Movimiento
que se equidista de los extremos y que tiene la posibilidad de construir una
'Nueva Mayoría' que haga una nueva vía entre el ultra-liberalismo
y el viejo estatismo.
El MIR boliviano se mantiene como un ejemplo singular. Desde las revoluciones
rusa o cubana ninguno de los partidos autodenominados como 'Comunista' o de
'Izquierda Revolucionaria' habría logrado llegar a la presidencia por
la vía parlamentaria. La excepción es el MIR boliviano. Para los
marxistas consecuentes al MIR se le ha dejado arribar al poder a condición
de haberse hipotecado a sus enemigos de clase y haberse trocado en una fuerza
capitalista y corrupta. Para los camaradas de Paz Zamora el éxito de
su movimiento es que se pone a tono con la modernidad y lo que ellos denominan
su desprendimiento por amor a su país es algo que debería ser
imitado por las demás corrientes que provienen de la extrema izquierda.
Para los que siguen la política latinoamewricana se impone prestar atención
a la evolución de tan singular fenómeno. Los giros que éste
está operando pueden incidir sobre otras fuerzas que traten de acercarse
a la socialdemocracia. El MIR boliviano debería estar siempre en su mira.