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Latinoamérica

Nos ha llegado la infausta noticia de la muerte de Antonio Mas Mas en Barcelona. A sus familiares, amigos y compañeros, nuestro más sentido pésame. Transcribimos la noticia tal cual llegó a nuestras manos vía otros compañeros lectores.
Ha muerto Antonio Mas Mas
El gallego vivió y murió por todos nosotros
...


RODELU
redaccion@rodelu.net

Hace una hora recibí un mensaje de compañeros anarcos que me informaron y confirmaron la muerte del "gallego Mas Mas" en Mallorca esta noche pasada. De aquí ni hace cuatro horas.

Murió de un ataque al corazón luego de una gigantesca medicación que él sufría para paliar los desastres de la tortura que padeció no solamente al caer preso, sino también como "trofeo de tortura" en el campo de concentración de "Libertad". Junto con el "Capitán Martínez" eran los trofeos más preciados de la dictadura para torturar.

Como uruguayo y compañero de la orga no puedo decir más que mi corazón sangra.

Sangra.
He avisado a diversos compañeros en Europa para que reaccionen (pues su 'compañera' española ha decidido no informar a nadie). Por teléfono he informado a la orga.
He tenido el placer inmenso de ser amigo del galllego. En nuestras conversaciones (ustedes se imaginan: el encuentro entre compa que le puso un "alto" a Morán Charquero y al yanqui Mitrione y a un compa que decidió en plena dictadura robar una parte del archivo de la marina uruguaya) salieron también otras acciones que él nunca reconoció en la tortura y salió también como yo militaba en plena dictadura cuando todo el mundo andaba con el culo en la mano.
Como él pensaba que yo era loco y yo pensaba lo mismo que él, hicimos el acuerdo de que íbamos a contar todo como fue. Él no tenia ganas de complicarle la vida a nadie -por los compas que aún viven- pero le encantaba la idea de contar como todo fue.

Él tenia una voz ronca y sabía lo que decía. Aunque los demás lo dudaran. Él me decia: "sabes gorrrdo, en la próxima rrrevolución tienen que caerrr menos muertos".
Cuando vimos en mi casa en Amsterdam por televisión el intento de golpe contra Gorbatjov él se reia al ver los carros de bomberos con las mangueras perdiendo agua por todas partes y él me decia: "gorrrdo, estos eran nuestos aliados en la rrrevolución!".

Él estuvo en casa por última vez hace un año. Se despertaba a las dos de la mañana y caminaba chiquitito, en círculos, y yo me acercaba y le daba un beso y le decía que estaba todo bien. Él dudaba, pues había oído que la orga no estaba muy contenta con "su
propio pasado" [el de la orga]. Y a continuación él me pasaba recetas mallorquinas de comida.
Yo le decía que eran pajerías, que la orga nunca se había bajado del caballo. Y que ningún muerto del lado enemigo habia sido injusto. Él me contaba entonces de los cros. que él había reclutado y había visto morir...

He visto en mi vida bastante. He visto y experimentado mucho con cros. en Vietnam, Cuba, Brasil. Pero pocas veces he visto a alguien que llevó sus convicciones hasta el final como él lo hizo.
Él, al final de su vida estaba arrepentido de haber quitado la vida a otros seres humanos, pero nunca tuvo arrepentimiento de su vida y nunca estuvo arrepentido de su militancia. Nunca.
Me contaba de la última mirada de Morán Charquero, o de su última conversación con Mitrione antes de ajusticiarlo, pero nunca tuvo pena entonces. Me contaba el dolor que le consumió cuando en el "bowling" murio su mejor compañero. Siempre le llamó la atención el
"hombre", en tanto "ser humano".

Quizás su ultima amiga / compañera (Margarita) le hizo sentir tan culpable como lo hicieron los milicos (o más). Todos los días con el sermón: "tu los has matado, y qué han hecho ellos (los uruguayos / los tupamaros)" por ti?

Estoy muy trtiste de que no lo puedo besar o joder más.
Estoy muy contento de que ya no puede sufrir más.
En un encuentro de tupas europeos en Barcelona hace años, tuvimos que dormir -los dos juntos en un mismo cuarto- en un convento.
Habían pasado las horas y hacíamos que dormíamos, al final le pregunté: "en qué pensás, gallego?". Él me dijo: "a veces pienso en una metralleta que tengo en las manos mientras me torturan, se la cargo toda a "x:" y a "y" '. Yo le conté entonces cuando torturaban
a un viejito y tenía ganas de robarle el fierro al 'cabo de guardia' y gastar las balas en los hijos de puta y mis sueños de cargarme a Silveira, Gavazzo y a sus amigos.
Pero también le conté como con riesgo de vida salvé la vida de compañeros. Y él se reia.
No éramos dos Don Quijote, éramos dos Sancho Panza.

A él le gustaba el agua clara en la playa, los tangos, la música "cutre" española, el sol en la madrugada, le gustaba el olor de mujeres, rondar y ronronear como hace un gato, le gustaban las mujeres bellas, dormir, hacer esculturas, fumar, mirar las lenas que se consumían en su chimenea, le gustaban los mimos que yo -de visita- le hacia en su cuello y cuando le besaba su cabello.
Y..., ahora, el gallego se murió. Qué suerte por él, que pena por nosotros...
Qué perdida para nuestra historia.

Les pido a todos ustedes: recuperen su memoria. Él, al vernos a nosotros tan afanados, se va a reir y a gozar como un loco allá arriba. Como un grillo borracho. Se va a dar cuenta de que todo valió la pena.
No lo dejen que lo enclaustren en la mediocridad nuestra, en ese sentimiento de que nada tiene sentido. EL GALLEGO VIVIO Y MURIO POR TODOS NOSOTROS...

Les pido a todos vosotros hoy mismo pasar este mensaje a otros cros, pues el Gallego está por aquí rompiéndome las bolas en el cuarto de trabajo. "Pasa, pasa, pasa"... me dice.

el gordo daniel
(para los servicios de inteligencia: Daniel Rey Piuma)