Uribe se reunió de urgencia con sus ministros para examinar ola de violencia
Desde que el presidente colombiano asumió murieron 115 personas
El presidente colombiano, Alvaro Uribe, convocó este domingo a un consejo
extraordinario de ministros para examinar la ola de violencia que azota al país,
la cual dejó unos 115 muertos desde le miércoles último
cuando asumió el poder, informaron fuentes oficiales.
Según esas fuentes, Uribe llamó al Palacio de Nariño (sede del Ejecutivo) a sus colaboradores "para estudiar diversas medidas que permitan contener la racha de violencia" de los rebeldes izquierdistas y los paramilitares.
Esa reunión podría desembocar en la declaración del estado de excepción o en la implementación de un impuesto especial a fin de obtener fondos para financiar la lucha de las Fuerzas Armadas contra los grupos ilegales, según reportes del semanario El Espectador y otros medios de prensa no confirmados aún.
Uribe asumió el poder el miércoles en medio de una campaña dinamitera atribuida a las FARC en Bogotá, la cual dejó 21 civiles muertos, 50 heridos y grandes daños materiales en el Palacio de Nariño y otros objetivos estatales y privados.
Las autoridades afirmaron que las FARC (17.000 efectivos) recibieron asesoría del Ejército Republicano Irlandés (IRA) para lanzar el ataque en la capital colombiana, ciudad de más de siete millones de habitantes.
Posteriores combates en diversas regiones entre las FARC y los paramilitares, enemigos acérrimos entre sí, y entre esos grupos el y el Ejército dejaron unos 94 muertos y decenas de heridos, según las fuentes oficiales.
Uribe, que el viernes nombró una nueva cúpula militar integrada por oficiales de línea dura en la lucha contrainsurgente, ha anunciado que combatirá con las tropas a los rebeldes y paramilitares, aunque también ha dejado abierta la puerta para un eventual diálogo de paz con la mediación de la ONU y bajo la condición de que esos grupos cesen los atentados.
Entretanto, Alvaro Uribe, señaló el domingo en una entrevista que la Iglesia Católica ha sostenido contactos con los paramilitares de ultraderecha para buscar un posible diálogo de paz, señalando que remitirá ese asunto a la ONU, que ha ofrecido brindar sus buenos oficios en el país andino.
"La Iglesia Católica, de acuerdo con el gobierno (del ex presidente Andrés) Pastrana, ha tenido contactos con ellos (los paramilitares). Y por supuesto yo voy a remitir eso a Naciones Unidas. Es todo", declaró Uribe a la revista Semana de Bogotá, que le preguntó por las expectativas de emprender conversaciones de paz con los escuadrones de ultraderecha.
Uribe sucedió el miércoles pasado a Pastrana, ofreciendo bancas en el Parlamento a los grupos armados ilegales que se acojan a un proceso de reconciliación con la mediación de la ONU y bajo la condición de que cesen las hostilidades.
"Es para todos (los grupos). Se trata de reservar unas curules legislativas para los grupos armados en caso de una solución política. Simplemente se habla de grupos que se encuentran en procesos de paz", enfatizó el jefe de Estado en su declaración a Semana.
Uribe añadió que no se puede negar la existencia de los paramilitares como un grupo armado que perturba la vida nacional.
"Hay que ser realistas, (los paramilitares) existen y por lo tanto hay que trabajar para desarmar a cualquiera que tenga un arma ilegal", enfatizó el mandatario.
El Presidente enfatizó que espera de la ONU "su mejor voluntad" para brindar sus buenos oficios en Colombia.
"De mí (se puede esperar) una oferta sincera para buscar salidas al conflicto. Pero como el camino es largo y delicado va a haber mucha confidencialidad y esperamos que el país entienda eso", puntualizó Uribe.
La ONU señaló el jueves pasado que estaba dispuesta a realizar gestiones de buena voluntad para acercar al Gobierno y los grupos armados colombianos.
El gobierno de Pastrana celebró conversaciones de paz con las guerrillas de las FARC y el ELN, pero las rompió alegando que el primer grupo es terrorista y que el segundo hizo exigencias imposibles de cumplir.
Mientras estuvieron vigentes las conversaciones, el Gobierno les reconoció el estatuto político a las FARC (17.000 efectivos) y al ELN (4.000).
Pastrana no aceptó dialogar con los paramilitares, que reiteradamente reclamaron el estatuto político. *