CRITICAS EN ESTADOS UNIDOS AL VERBORRAGICO O’NEILL
Si sigue así, puede terminar afuera
"Opto por no comentar sobre aquello que dije o no dije antes", afirmó
ayer el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Paul O’Neill. Así, rehusó
volver sobre sus dichos del domingo último –"la asistencia financiera
(a Brasil, Argentina y Uruguay) llegará cuando se implementen políticas
que nos aseguren que no terminarán en cuentas de bancos suizos"–,
que desataron una dura replica del gobierno brasileño, y debieron ser
aclaradas mediante un comunicado oficial del Tesoro en tono de disculpa. La
prensa norteamericana sostiene que los sucesivos errores pueden costarle el
cargo. Mientras que la embajadora norteamericana en Brasil lo excusó
de una manera peculiar: "Está aprendiendo cuál es el peso
de su cargo".
El domingo próximo, O’Neill comenzará una gira de dos días
a Argentina, Brasil y Uruguay. Sus controvertidas declaraciones, referidas a
que Washington temía que la ayuda financiera a la región terminara
en cuentas suizas, sólo provocaron la reacción del gobierno brasileño,
que amenazó con no recibirlo la semana próxima si no había
retracción. La administración Duhalde sólo contestó
tímidamente por canales informales. Tras sus declaraciones, Brasil y
Uruguay sufrieron un agravamiento de la fuga de capitales.
Pero el terremoto que enfrenta el funcionario es aún mayor en su país,
donde es fuertemente cuestionado por no haber fijado posición clara respecto
de la seguidilla de escándalos contables descubiertos en las mayores
empresas norteamericanas, los que amenazan con hundir a la economía en
una nueva recesión.
"Tal vez O’Neill no se acostumbra a la idea de que, como secretario del
Tesoro, sus comentarios pueden mover los mercados", aseguró ayer
en una columna de opinión The Washington Post, que recuerda que el funcionario
suele mostrarse porque "a todos les preocupa lo que yo hago". Y agrega
que "si no es más cuidadoso, puede perder su trabajo, en cuyo caso,
su asombro habría terminado".
"Es cierto que existe el peligro de una fuga de capitales, pero invocar
ese peligro por televisión no es inteligente, y puede hacer perder confianza
en la región, por lo que la caída del valor del real en Brasil
difícilmente pueda sorprender", señala el influyente diario
norteamericano.
Por su parte, la embajadora norteamericana en Brasil también se esforzó
por justificar la actitud de O’Neill. "Está aprendiendo cuál
es el peso de su cargo", disparó Donna Hrinak, no se sabe si con
la intención de ayudarlo o de desacreditarlo. En declaraciones al programa
"Bom dia, Brasil", que se emite por la red O’Globo, "El (por
O’Neill) no tiene carrera en el gobierno pero sí como ejecutivo de empresa.
Sus declaraciones apenas afectaban a las empresas pero ahora afectan al mundo
entero", reconoció la embajadora