9 de agosto del 2002
La privatización: ¿una medida Made in Perú?
Raúl Luna Rodríguez
ATTAC
Una tercera parte de la población peruana, se ha expresado de
manera activa en contra de las privatizaciones. Las expresiones de protesta
y rechazo han abarcado la macro región sur, y en días recientes
Junín y Huancavelica, Piura, Talara. En las encuestas el rechazo de la
población es del 70 %. Los funcionarios del gobierno han señalado
que existe poca información, respecto a las bondades de este novedoso
proceso.
Sin embargo, esta medida no es muy original, que ahora es propuesta por el actual
gobierno. Esta medida es parte de los Programas de Ajuste Estructural que el
FMI y el Banco Mundial impusieron a Perú y a América Latina, desde
el período de Morales Bermúdez. Un caso reciente es el fracaso
de Argentina, que privatizó al 100 %: Argentina aprobó los exámenes
del FMI con la mas alta calificación y felicitación, y entró
en crisis en los últimos meses.
Hoy, es un país en bancarrota
El mito del estado malo y de la empresa privada buena.
La evidencia empírica mundial no muestra evidencias que demuestren que
el monopolio de la eficacia sea de la empresa privada, contraponiéndola
al monopolio de la burocracia, lentitud y poca competitividad de la iniciativa
estatal. Frases ideológicas, que se repite hasta el cansancio, y que
- sin ningún lugar a dudas - ha calado hondo en el imaginario popular.
Pero, ¿es real? ¿O es otro de los tantos mitos a los que han promovido los hacedores
de opinión pública?.
Los peruanos y peruanas hemos contemplado el desmantelamiento del Seguro Social
y hemos visto nacer los seguros de salud y las clínicas.
Quienes hacen uso de estos servicios privados hemos podido comprobar que estas
Empresas Privadas tienen defectos: largas esperas, mala atención médica,
escasez de medicinas, cobros excesivos, no cubren muchas enfermedades, tienen
pésimo equipamiento, y han causado muchas muertes por negligencia médica
e institucional. Los usuarios tenemos críticas, no vemos una mejora en
el servicio.
En el mundo, existen experiencias exitosas de empresas estatales: en educación
en Francia, Inglaterra, la educación es principalmente estatal, la televisión
inglesa es de primera calidad, los sistemas de salud nórdicos ¿no son
eficaces? O el sistema de educación japonés - público -
¿no es eficiente? La NASA, seguramente una de las organizaciones de vanguardia
en la investigación científico-técnica a escala planetaria,
es un ente federal, público, de los Estados Unidos.
Son muy eficientes. La educación en Francia e Inglaterra siendo estatal
es de calidad. Lamentablemente esto no sucede en Perú.
La población peruana no cree, en las privatizaciones
Es cierto que hay muchas ineficiencias e ineficacias en el actual desenvolvimiento
de las empresas eléctricas y del agua. Es mas cierto que no sólo
es consecuencia del mal manejo intrínseco del estado, sino de este estado
que hoy día esta tratando de vender sus empresas. De este estado que
ha sido corrompido por muchas empresas privadas.
También es cierto que muchas empresas privadas hacen lobbie para el desmantelamiento
de las empresas estatales, e incrementan la ineficiencia y de esta manera sean
vendidas a un precio mucho menor que su valor de mercado.
En varios países de América Latina, los estados han jugado un
papel "sucio", subsidiando el proceso de privatización, por ejemplo,
realizar grandes inversiones previas al momento de venta, despido de trabajadores
para entregarle a los nuevos dueños una planilla muy reducida, incrementar
las ineficiencias para justificar que el estado es muy mal gerente, en otros
casos brindando información que subvalúa los activos. Algunas
empresas postoras a la compra han promovido la corrupción de los funcionarios
estatales.
Privatización o Remate
El gobierno a través de la COPRI ha señalado que las empresas
EGASA y EGESUR serían vendidas a 156 millones de dólares, el precio
ha sido determinado en base al mismo método de evaluación empleado
por el gobierno fujimorista. El presidente de la Comisión de Energía
y Minas del Congreso señala que ambas empresas tienen un valor no menor
a 260 millones. En la zona sur del Perú, señalan que el valor
es de 450 millones de dólares. Ambas son empresas en pleno funcionamiento,
no se producirá un período de discontinuidad ni el riesgo de una
disminución de la demanda. Debemos recordar que el precio de venta de
telefónica, propuesta por el gobierno fue de 500 millones y fue comprada
a 2,500 millones. Hoy vemos que este precio, aun fue muy bajo. Otro caso fue
el de Electro Andes que la COPRI puso un precio de venta 120 millones y fue
comprado a 227millones. La oferta y la demanda no explica esta variación
de precios. El problema es el método para valuar las empresas públicas,
que siempre las subvalúa, por lo tanto existen responsables de esta subvaluación.
La corrupción aun esta presente.
Consulta sobre el Modelo Económico
No se puede tomar la decisión de privatizar las empresas eléctricas
y del agua, sin la opinión favorable de la población involucrada,
más aun cuando el gobierno que ha sido elegido, descartó la privatización
como una fuente de ingresos para cubrir el déficit fiscal.
Para que esta consulta sea un espacio de educación y de decisión
se requiere que el estado, las empresas privadas y los usuarios y consumidores
tengan espacios y medios, por igual, para hacer conocer sus propuestas y no
solo se difunda las propuestas de la Empresa Privada. Los usuarios y consumidores
y las diversas propuestas del estado deben ser puestas en la mesa de debates.
El principal obstáculo para continuar expandiendo la frontera eléctrica
es el reducido nivel de ingresos de la población más pobre del
país, que aún no tiene acceso al servicio y esto no se resuelve
mediante la privatización. El estado en todos los países del mundo
tiene la responsabilidad de brindar servicios básicos a poblaciones pobres,
esto no se garantiza con la privatización de los servicios públicos.
Cuando en 1991 se inició la privatización en el Perú, las
encuestas señalaban que más de las tres cuartas partes de la población
apoyaban estas y al respecto existía gran expectativa. Hoy, el resultado
es justamente a la inversa: el desencanto de una mayoría de la población
ante la privatización es evidente. La suba de precios, el deterioro en
la calidad en algunos sectores y la exclusión a los sectores más
pobres, explican este cambio de opinión de los usuarios y consumidores.
González de Olarte, señala que se ha privatizado la gran mayoría
de los activos del Estado en los sectores de finanzas, pesquería y telecomunicaciones,
se ha privatizado en otros sectores económicos:
por ejemplo, se ha privatizado el 90% de los activos en minería, el 85.5%
en manufactura, el 68% en hidrocarburos, el 68% en electricidad y el 35% en
agricultura. En conjunto, se ha completado 225 procesos de privatización
y/o de concesión, que han generado US $ 6,500 millones de dólares
de ingresos para el Tesoro, además de US $ 11,400 millones de inversión
prometida, la mayor parte de la cual ha sido realizada.
Sin embargo la situación del país y de los consumidores y usuarios
no ha mejorado. No todo se explica por la corrupción. El obstáculo
es el modelo económico que no permite salir de la pobreza ni satisfacer
los intereses y expectativas de los consumidores y usuarios.