Paramilitares
condicionan desmovilización a plan de paz con la guerrilla El jefe de las Autodefensas Unidas de Córdoba y Urabá, Carlos Castaño, dio a conocer un comunicado en el que plantea la reestructuración de esta organización armada de extrena derecha.
"En el mismo momento en que la subversión terrorista convenza a los colombianos y a la comunidad internacional de que está comprometida con un proceso serio de paz, todas las autodefensas le daremos curso a nuestro proceso de reinserción, el cual estamos dispuestos a iniciar ahora o cuando el Gobierno lo disponga", señalaron los paramilitares en un comunicado.
La misiva, difundida en internet, fue suscrita por Carlos Castaño, el jefe político de las Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá (ACCU), que reúnen al 70% de los efectivos de las disueltas Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) que agrupaba a los paramilitares en una organización nacional.
"Que no se diga nunca, entonces, que las guerrillas no negocian por culpa nuestra, cuando ya le anunciamos que estamos dispuestos a respetar y facilitar un proceso de paz serio del Gobierno con ellas. La guerrilla tiene la palabra.
La elección entre la guerra o la paz está en sus manos", escribió Castaño.
El líder paramilitar añadió que como un "aporte a la paz" los grupos de extrema derecha se disponen a "reestructurar su organización a nivel nacional bajo unas normas estrictas en cuanto a disciplina y fundamentos inviolables".
"O se renuncia al narcotráfico por quienes lo hacen bajo cualquier pretexto o se renuncia al carácter de autodefensas. Unas autodefensas que continúen perdidas en su rumbo por culpa del narcotráfico no le hacen ningún bien a los colombianos. Jamás entendería nadie la actitud de fortalecer un flagelo peor para combatir otro", subrayó la nota.
Castaño anunció el pasado 18 de julio el fin de las AUC como organización nacional, alegando que las acciones criminales de ese grupo se habían desbordado, especialmente en lo relacionado con el secuestro y el tráfico de drogas.
Sin embargo, algunos analistas señalaron que el fugitivo dirigente paramilitar realmente estaba tratando de perfilarse como un actor político de cara a un eventual proceso de paz con el gobierno del derechista Alvaro Uribe, que juró como presidente de Colombia el miércoles pasado.
El antecesor de Uribe, Andrés Pastrana, mantuvo infructuosas negociaciones de paz con los principales grupos rebeldes del país, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc) y el Ejército de Liberación Nacional (ElN).