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Latinoamérica

Bush abrió la billetera para Uruguay

LA GIRA DE O´NEILL

HOY, EL TESORO TRANSFERIRA 1500 MILLONES AL BANCO CENTRAL
A diferencia de la Argentina, Uruguay recibió un veloz respaldo del Tesoro norteamericano y del FMI. Pero con duras condiciones. El 40 por ciento de depósitos quedarán atrapados por otro "corralito".
Cuatro bancos no abrirán hoy en Montevideo. Ayer hubo ahorristas caceroleando. El Banco República y el Hipotecario reprogramarán sus depósitos a tres años.

Página 12

Con una velocidad sorprendente, teniendo en cuenta la angustiante experiencia argentina, el Tesoro norteamericano confirmó que hoy a las 8 de la mañana transferirá 1500 millones de dólares al Banco Central uruguayo. Mientras que los directorios del Fondo Monetario, el Banco Mundial y BID anunciaron que elevarán de 3000 a 3800 millones de dólares la asistencia prevista para el país. Cuando le preguntaron al número dos del Tesoro si esta clase de "vía rápida" podría ser utilizada también en los casos de Brasil y la Argentina, lo negó rotundamente. Ayer, el Congreso uruguayo aprobó la ley de "Estabilidad del Sistema Bancario", que dispone la reprogramación a tres años de los depósitos en dólares en la banca oficial. La ley era una condición del FMI, que asestará un golpe mortal a la banca pública. Además, se anunció que hoy abrirían 18 de los 22 bancos que operan en Montevideo. Así, por lo menos el 40 por ciento de los ahorros depositados en Uruguay se verían afectados por una nueva versión del corralito. El gran interrogante es qué pasará, una vez que se reabran los bancos, con los depósitos en las entidades extranjeras. Estas prometieron aportar dólares desde sus casas matrices, pero no hay ninguna garantía escrita si la corrida se potencia después del feriado bancario.
Como hace tiempo que no se veía, el gobierno norteamericano y los organismos internacionales instrumentaron ayer una expeditiva operación de salvataje de Uruguay. El Tesoro norteamericano emitió un comunicado en el que confirma que otorgará un adelanto de 1500 millones de dólares, hasta tanto el FMI resuelva los pasos burocráticos necesarios para autorizar nuevos desembolsos "en los próximos días". "Confiamos que ese programa le permitirá al Uruguay enfrentar las intensas presiones externas que ha enfrentado en los últimos meses", asegura el comunicado.
Es la primera vez que el gobierno de Bush concede un préstamo de esta naturaleza, aunque John Taylor, el número dos del Tesoro, dijo que ese mecanismo se había utilizado "numerosas veces en los años ‘80 y en los ‘90".
"Esto le permitirá al gobierno de Uruguay reabrir los bancos el lunes", aseguró el funcionario. Más aún, consultado acerca de si un mecanismo similar podría ser utilizado para los casos de la Argentina y Brasil, Taylor lo descartó de plano: "Las circunstancias muy particulares del Uruguay no son relevantes para otros países", señaló.
A su vez, el embajador estadounidense en Uruguay, Martin Silverstein, explicó que "mañana (por hoy) por la mañana habrá una transferencia de 1500 millones de dólares. Llegará a las 8 de la mañana al Banco Central del Uruguay", explicó. Y detalló que el dinero será transferido desde la Reserva Federal, que conduce Alan Greenspan.
El Fondo Monetario, por su parte, sostuvo en otro comunicado, elaborado en conjunto por el Banco Mundial y el BID, que se elevaría la ayuda programada para el país a 3800 millones de dólares, en tanto que los respectivos directorios aprobarían los primeros desembolsos para el país en los próximos días.
"Con esa asistencia, el Banco Central del Uruguay podrá respaldar el ciento por ciento de los depósitos a la vista en los bancos domésticos del Uruguay", dice la misiva del Fondo. Sin embargo, el plan del gobierno uruguayo es utilizar los fondos para respaldar exclusivamente los depósitos a la vista de los bancos estatales y los intervenidos por el gobierno, que irán a un proceso de liquidación. Mientras que los bancos extranjeros deberían responder con dólares aportados desde sus casas matrices. Buena parte de los recursos de Washington, además, se destinarían a cubrir los vencimientos de la deuda externa uruguaya para lo que resta del año, de modo que el país no caiga en default.
Las declaraciones coordinadas desde Washington llegaron después de que la Cámara de Diputados convirtiera en ley el proyecto para reprogramar los depósitos de la banca estatal. La ley crea un fondo de 1100 millones para respaldar a la banca oficial y reprograma a tres años la devolución dedepósitos a plazo fijo en moneda extranjera de los dos grandes bancos estatales, el República y el Hipotecario.
Según datos del Banco Central, los depósitos a plazo fijo en dólares a junio –no hay cifras oficiales actualizadas– sumaban 9155 millones de dólares distribuidos así: 3602 millones en la banca oficial y 5553 millones en la banca privada. Si a los depósitos de los bancos República e Hipotecario se les agregan los de las entidades intervenidas por el gobierno que serán liquidados –Banco de Montevideo y Caja Obrera– y el de otros dos bancos que no abrirán hoy y correrían la misma suerte de no ser capitalizados por sus accionistas en los próximos días –el Banco Comercial y el de Crédito–, se deduce que, por lo menos, un 40 por ciento de los ahorros depositados en Uruguay serán alcanzados por una nueva versión del corralito.
En los bancos oficiales, los ahorristas podrían disponer de su dinero en cuentas a la vista (cajas de ahorro y cuentas corrientes). Mientras que sus plazos fijos les serían devueltos el 25 por ciento este año, el 35 por ciento el próximo y el 40 por ciento restante recién en el 2005. En el resto de los bancos, supuestamente, los ahorristas podrían retirar sin inconvenientes sus depósitos a plazo fijo. Sin embargo, el gran interrogante es si efectivamente los bancos extranjeros que operan en el país responderán con dólares provenientes desde sus matrices en caso de que la corrida bancaria se profundice en los próximos días.
"Al gobierno de Estados Unidos le interesa que Uruguay se mantenga como un centro financiero internacional fuerte. En tiempos difíciles, los amigos se merecen más que palabras", dijo ayer el embajador norteamericano en Uruguay, Silverstein. En la Casa Rosada tomaron nota