El informe de la Contraloría en Bogotá
Plan Colombia no logró disminuir narcocultivos ni
flujo de droga
El Plan Colombia antidrogas apoyado por Washington, que el presidente Alvaro
Uribe aplicará también en la lucha contrainsurgente, está
plagado de malos manejos administrativos y ha fracasado en la erradicación
de cultivos de coca, denunció el miércoles la Contraloría
en Bogotá.
En su tercer informe sobre ese programa que Washington financia desde 2000 con 1.300 millones de dólares, la Contraloría señaló que "la erradicación forzosa (de plantaciones ilícitas) no ha logrado desanimar a los narcotraficantes, a tal punto que hoy el área cultivada sigue siendo de 163.000 hectáreas" en todo el país.
"La dinámica de los cultivos es superior a su erradicación, ya que entre el año 2000 y el 2002 se fumigaron 152.000 hectáreas", apunta el reporte del organismo de control entregado a Uribe, en funciones desde el pasado 7 de agosto.
El documento al cual tuvo acceso la AFP fue hecho público el mismo día que Uribe se reunía en Bogotá con el subsecretario de Estado norteamericano para Asuntos Políticos, Marc Grossman, para revisar ese programa.
Los fondos del plan estarán por primera vez a disposición del Ejército para combatir también a la guerrilla izquierdista y los paramilitares de derecha, luego de una reciente autorización del Congreso estadounidense. Asimismo, el ente de control señaló que ha habido malos manejos administrativos de esos fondos --que han sido dirigidos también a organismos no gubernamentales-- y que las regiones más afectadas por las plantaciones ilícitas y la pobreza no han sido atendidas convenientemente por el gobierno. La embajada de Estados Unidos en Bogotá denunció en mayo pasado el desvío de unos dos millones de dólares del Plan Colombia, en hecho que salpicó a 60 oficiales de la policía del país andino, entre ellos el antiguo jefe de seguridad del ex presidente Andrés Pastrana, el coronel Royne Chávez.
La Contraloría denunció que la erradicación voluntaria de los cultivos ilícitos, como consecuencia de acuerdos con los campesinos, ha sido igualmente un fracaso, "a tal punto que en los tres últimos años sólo se eliminaron 8.072 hectáreas de cultivos de coca (materia prima de la cocaína) y 226 de amapola (base de la heroína)".
El órgano de control manifestó su preocupación "por la falta de estrategias más consistentes y de ofertas más comerciales para la sustitución de cultivos, especialmente teniendo en cuenta las posibilidades y limitaciones de los mercados nacional y extranjero".
La Contraloría también calificó de "insatisfactoria" la gestión de las autoridades respecto al manejo ambiental del Plan Colombia, "que aún sigue sin ser puesto en marcha debidamente".
En otras ocasiones, ese organismo recibió denuncias de campesinos de los cocaleros departamentos de Guaviare (sureste), Caquetá (sur), Putumayo (fronterizo con Ecuador y Perú) y Norte de Santander (lindante con Venezuela) de que las fumigaciones con herbicidas estaban dañando la salud humana y animal, así como el ecosistema. Según Washington, Colombia es el primer productor mundial de coca y cocaína y un importante proveedor de heroína a Estados Unidos, el mayor consumidor de drogas del planeta.
Legisladores norteamericanos afirman que a Estados Unidos sigue llegando la misma cantidad de droga que hace tres años, a pesar de la aplicación del programa antinarcóticos en Colombia y la desarticulación, en la década pasada, de los poderosos cárteles cocaineros de Cali y Medellín.
El reporte de la Contraloría reveló que los recursos disponibles a 30 de junio último para financiar el Plan Colombia "sólo alcanzaron a 2.457 millones de dólares, lo que representa el 33% de los 7.500 millones de dólares previstos para el total del programa".
Antes de entregar el poder a Uribe, Pastrana --el ideólogo del Plan Colombia-- prometió aclarar a Washington "el destino del último peso" aportado a ese programa y que no iba a permitir que se dijera que una sombra de corrupción se cernía sobre su aplicación.