8 de agosto del 2002
Chile: Debe establecerse una nuevo sistema tributario
a las empresas del cobre
Jorge Insunza
Rebelión
Las constantes denuncias de sectores de izquierda y democráticos
sobre el daño que sufre Chile a manos de las empresas transnacionales
del cobre se abren camino.
El precio del cobre ha experimentado ayer una nueva caída. También
ayer el Ministro de Minería, sr. Dulanto, ha reconocido que solo 2 de
estas empresas extranjeras pagan algunos impuestos. Las otras, simplemente se
llevan nuestro cobre.
Chile es objeto desde hace años de una gran estafa por parte de las transnacionales
que se han reapropiado del cobre chileno con las concesiones entregadas por
la dictadura y mantenidas por la Concertación. Esto ha significado la
pérdida de miles de millones de dólares al presupuesto nacional.
El daño mayor lo han provocado generando una sobreproducción que
lanzado a los suelos el precio del cobre. En efecto, en 10 años han lanzado
al mercado mundial 2.720.000 TM de cobre, con lo que saturaron el mercado e
hicieron caer los precios.
Por si esto fuera poco, mediante artimañas contables han reducido al
mínimo ( o simplemente a cero) las utilidades que obtienen en nuestros
yacimientos burlando las ya débiles leyes de tributación que imperan
en el sector.
Los precios de transferencia, son el principal subterfugio empleado por las
mineras extranjeras para reducir significativamente el monto de sus utilidades.
Pese a la baja de precios, el cobre chileno es vendido en valores que son
en 20 a 30 % inferiores a los precios del mercado.
El bajo precio no es para ellos un problema dado que venden barato a sus empresas
relacionadas. Además, lo que "pierden" en Chile lo recuperan con creces
en los paraísos fiscales que les permite eludir el pago de impuestos
por las utilidades que obtienen con la compraventa de cobre chileno que no entregan
a sus empresas.
A este subterfugio han recurrido desde siempre estas empresas, como lo demostró
el profesor de la Universidad de Chile Sr. Patricio Meller, que demostró
que en los años cincuenta y sesenta y hasta la nacionalización,
las empresas de la gran minería exportaban el cobre a precios en un promedio
de 30,8 % inferiores a los de la Bolsa de Metales de Londres, y de los precios
que exportaba en ese tiempo la Enami. Esa situación se reproduce en nuestros
días.
Esto es una violación flagrante de nuestras leyes. Desde 1974, el
DL 824 o Ley de la Renta, retomando una disposición de 1965, entrega
facultades al SII para impugnar los precios o valores de las empresas que efectúen
exportaciones cuando ellos difieran de los que se obtienen de ordinario
en el mercado interno o externo. Por otra parte, las transnacionales
mineras, para aumentar los gastos en Chile y disminuir o eliminar sus utilidades,
efectúan alrededor de los dos tercios de la inversión para la
instalación y explotación de los yacimientos mineros mediante
créditos de filiales financieras. Las tasas de esos créditos,
son además muy superiores a los que existen en el mercado financiero
internacional.
La legislación chilena castiga los excesos de intereses pagados sobre
los corrientes en el mercado en el art. 33 de la Ley de la Renta. Pero nada
se ha hecho para frenar esta evidente evasión tributaria. Es públicamente
conocido que La Disputada de Las Condes pagaba a filiales de Exxon en Bahamas
y Bermuda en promedio US$ 70 millones anuales en intereses financieros, lo que
equivale al 30 % de sus costos de explotación o 20 % de sus ingresos
por ventas. Así, siempore perdía y no pagaba impuestos. No obstante,
hace pocas semanas se vendió en US$1300 millones.
El fraude queda en evidencia con la comparación siguiente: El Abra, que
pertenece en un 49 % a Codelco, pagó en en 1988 US$ 68,1 en intereses
financieros lo que representa alrededor del 23 % de sus costos de explotación
o 17 % de sus ingresos por ventas. El Abra terminó el ejercicio con una
pérdida US$ 8,7 millones, mientras que en comparación, por el
mismo año la División Radomiro Tomic, que comenzó a operar
dos años después que El Abra, le entregó utilidades a Codelco
por US$ 75,2 millones. En los últimos 4 años la División
Radomiro Tomic le entregó a Codelco 467 millones de dólares de
excedentes, mientras que por El Abra Codelco no registra utilidades.
Mediante la autorización de invertir con créditos, las transnacionales
evitan de pagar impuestos sobre las utilidades en Chile, cuyo adicional es de
35 %, y retiran de Chile varios cientos de millones de dólares anuales
que están afectos a un tributo de solamente 4 %.
Si a pesar de la utilización de los métodos que hemos indicado,
alguna empresa minera de todas maneras llegara a obtener utilidades en algún
ejercicio, por ejemplo en épocas de alto precio del cobre, en ese caso
pueden recurren a un método muy efectivo para hacer desaparecer esas
utilidades, el que consiste en obtener cuantiosas pérdidas en los
mercados de futuro del cobre. Para realizar estas pérdidas, se vende
una cierta cantidad de opciones de cobre a un precio determinado, comprando
posteriormente esas mismas opciones a precios superiores de veinte o más
por ciento.
Esto genera una pérdida contable para la filial minera chilena, pero
que se transforma en una utilidad para la empresa extranjera que bien amarrado
debe domiciliarce en un país o isla con paraíso fiscal.
Este método de perder dinero en los mercados de futuro del cobre,
en favor de otras empresas, lo hizo públicamente conocido Juan Pablo
Dávila, al provocar pérdidas por cerca de 200 millones de dólares
en contra de Codelco en 1993.
Como ejemplo de este tipo de pérdidas, hemos tomado los balances por
los años 1994 y 1995 de la Empresa Minera Mantos Blancos S.A.,
-que pertenece a la transnacional Anglo-Americain, que recientemente se adjudicó
La Disputada-, que declaró millonarias pérdidas en los mercados
de futuro del cobre, por 19 millones de dólares en 1994, y por 49 millones
de dólares en 1995. Hemos tomado como ejemplo el año 1995,
porque ese año el precio del cobre alcanzó 1,33 dólares
la libra como promedio anual, por lo cuál obligatoriamente Minera Mantos
Blancos obtuvo utilidades operacionales por 48 millones de dólares, sin
embargo en ese año esta empresa pudo declarar pérdidas tributarias,
gracias al hecho que perdió 49 millones de dólares en los mercados
de futuro del cobre. Sin embargo por el ejercicio 2000 con bajo precio del
cobre, Mantos Blancos S.A. que declara pérdidas por este ejercicio no
efectuó operaciones en los mercados de futuro del cobre, ni siquiera
con el pretexto de obtener ganancias que compensen las pérdidas de explotación.
La práctica de perder dinero en los mercados de futuro, es una violación
de las leyes tributarias chilenas.
En el Memorándum Nº 60 del 17 de octubre de 1997, del Sr. Javier Etcheverry,
Director a la época del SII, dirigido al Senador Jorge Lavandero Illanes,
reconoce la existencia de los precios de transferencia y el exceso en el pago
de intereses a empresas relacionadas, así como la casi inexistente tributación
de estas empresas en relación a Codelco. El Director del SII también
se muestra de acuerdo con la tesis que la única forma que las empresas
mineras extranjeras no puedan eludir de tributar en Chile, es la instauración
de un tributo sobre las ventas de cobre, tributo que existe en todos los
países donde se sitúan las casas matrices de las empresas mineras
extranjeras, que se conoce como "royalty".
Es indispensable dictar sin demora una nueva forma de tributación para
las transnacionales del cobre. Paralelamente debe hacerse la investigaciones
y querellas por fraude a través del SII.
La propuesta del Ministro Dulanto de solicitar donaciones de estas empresas
es no solo muestra de ingenuidad sino a la vez de debilidad. Si el ministro
reconoce que las utilidades que obtienen realmente es de a lo menos 25% anual
lo que debe asegurarse es que a lo menos paguen lo que corresponde mientras
ek cobre no vuelva ser nacional, que es la solución de fondo.