12 de agosto del 2002
La ayuda del FMI a Brasil es para salvar al Citigroup
Argenpress
Los economistas norteamericanos Paul Krugman y Paul Erdman han denunciado
a través de la prensa que la ayuda que prestará el Fondo Monetario
Internacional (FMI) al Brasil encubre una operación política ya
que el dinero del Tesoro de los Estados Unidos iría a parar al Citigroup
brasileño y esta poderosa institución utilizaría una porción
de esos fondos para financiar la campaña de noviembre del Partido Republicano
del Presidente George W. Bush.
"Algo me huele mal -dice Paul Krugman en el "The New York Times"- y un
motivo es que no se sabe exactamente a quien se está rescatando. El economista
Paul Erdman escribió "el hecho de que el rescate a Brasil también
favorezca al Citigroup y a FleetBoston, que en conjunto tienen cerca de 20.000
millones de dólares en riesgo en Brasil, seguramente no pasará
inadvertido cuando llegue la hora de recaudar fondos de campaña entre
la elite de Wall Street"".
Buenos muchachos
Pero esto no es algo aislado en el que la única responsabilidad sea la
de la Administración Bush. Hace pocos días, en una de las audiencias
en el Senado, el legislador Peter Fitzgerald, de Illinois planteó cuántos
de los escándalos contables actuales podrían atribuirse a la decisión
tomada por el Congreso en 1999, durante el gobierno de Bill Clinton, al permitir
a los bancos, compañías de seguros y de valores fusionarse y formar
enormes conglomerados financieros como el Citigroup.El Centro de Noticias de
CommonDreams, que habitualmente expresa las ideas del Partido Verde norteamericano
y se ha constituido en un espacio informativo independiente, recordó
que cuando Robert Rubin -persona de confianza de Clinton- era secretario del
Tesoro, tuvo una participación decisiva para la aprobación de
esa ley financiera que benefició al Citigroup. ¿Qué pasó
entonces? Al dejar Rubin de participar en el Tesoro, en julio 1999, el 26 de
octubre del mismo año anunció su contratación por el Citi,
cuatro días después de se lograba el acuerdo final referente a
esa legislación. Estaba clara la convivencia entre funcionarios de Washington
con los intereses de los banqueros. A propósito de esta situación
anómala, el ex contador general de la Comisión de Cambios y Valores,
Lynn Turner dijo que "las empresas de valores y de banca no pueden trabajar
juntas, participar juntas en transacciones ni utilizar el brazo de valores para
obtener negocios de banca".
Préstamos predatorios engañosos
Citigroup se convirtió en el principal prestamista predatorio de los
Estados Unidos al adquirir la Associates First Capital en septiembre de 2000
y fusionarlo con una de sus subsidiarias, la CitiFinancial Credit. En 2001,
la Comisión Federal de Comercio entabló demanda contra la Associates
First Capital, Citigroup y CitiFinancial Credit Company por "prácticas
injustas y engañosas en la concesión de préstamos".Jodie
Bernstein, la severa directora de la Oficina de Protección al Consumidor
de la Comisión Federal de Comercio fue lapidaria en sus declaraciones.
Dijo que las filiales de Citigroup "ocultaron información esencial a
los consumidores, expresaron con falsedad los términos de los préstamos,
desviaron créditos y cargaron comisiones opcionales para encarecerlos.
Lo que hizo aun más graves esas prácticas es que tuvieron como
primeras víctimas a los consumidores más vulnerables: trabajadores
dueños de casas, que tuvieron que pedir préstamos para hacer frente
a las necesidades de emergencia y a menudo no tenían acceso al capital".
Desde luego, el actual presidente del Tesoro, Paul O'Neill, nada dice de estas
cuestiones.
¿Qué pensarán los albañiles y carpinteros norteamericanos,
a los que siempre menciona O'Neill, para castigar a los países al Sur
del Río Bravo, a propósito de las andanzas de los banqueros del
Citigroup?